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Otro de sus duelos

Black Power

Trabado, luchado, parejo pero con el mismo ganador. Peñarol y Regatas en dos partidos casi no se han sacado ventajas pero el milrayitas con la victoria 82-79 de anoche tiene la serie 2-0 y esta a un juego de llegar a la final de liga. Josh Pittman y Jason Osborne marcaron la diferencia. Regatas desperdició tiros libres y hubo un final caliente.

Cada vez se pone más bueno y resulta curioso, aunque la serie se va 2-0 a favor de Peñarol para Corrientes, nadie aventura el final corto de la historia. Es muy difícil diagnosticar cuando en dos partidos las diferencias entre uno y otro fueron mínimas. En Peñarol aparecieron los jugadores que marcaron la diferencia en el momento justo. En Regatas todavía no.

Anoche comenzó otra vez favorable a la visita, que salió en defensa individual por apenas dos minutos, luego enseguida se acomodó nuevamente en triángulo y dos, con persecución individual a Locatelli y Tato Rodríguez. La receta en ataque fue la misma: circulación de balón y pelota al poste bajo para Román González, ahora con la ayuda de movida de Dionisio Gómez que recuperado de su gripe salió en el inicial.

Peñarol contestó con una defensa individual y también profundizando sus ofensivas para Míkulas y Osborne. Pero tomó tiros casi siempre muy forzados, contestado por la defensas y sus porcentajes fueron malos (7/15 en dobles y 2/6 en triples), pero Peñarol siempre se guarda una respuesta a los malos momentos. En el primer cuarto fueron los rebotes ofensivos. En apenas 6:30 tomó 9 rebotes en ataque (Peñarol esta 16to en rebotes ofensivos con 7.7 de promedio por partido). Esto lo mantuvo con vida, siendo dominado y empató en 21 el parcial.

En el segundo cuarto el partido se hizo un duelo de defensas. Muy cerrado, muy friccionado, pero un hermoso partido de básquetbol. Peñarol realizó un desgaste enorme con la marca hombre a hombre utilizando su larga rotación del banco. Mientras Regatas contestó con el triángulo y luego también en individual. No se sacaron diferencias. Estuvo primero para Peñarol con el trabajo de sus internos (26-23) lo dio vuelta la visita con Román González e Ingratta (29-30) y Peñarol pasó a comandar de nuevo con un poco de Muruaga y Locatelli en la escasez ofensiva de ambos. Un triple de Martínez en la jugada final acerco a Regatas a uno (38-37) en el cierre del primer tiempo.

En el tercer cuarto Peñarol le daría un toque decisivo al juego. Regatas cambió la zona combinada y presentó una zona 2-3 tratando de ajustar siempre sobre los tiradores, pero se despertó Pittman y metió tres triples consecutivos, más uno de Osborne. Cuando el equipo de Santander abandonó la zona, Osborne metió dos triples más. Fue una lluvia de goles de tres puntos que despegaron a Peñarol en el partido (59-51) sacando una renta que no había gozado en toda la serie. Entre Pittman y Osborne hicieron 21 de los 25 puntos de Peñarol en el cuarto. En la visita hubo un despertar ofensivo de Hernando Salles (8 pts) pero muy poco del juego interior.

Por primera vez en la noche, Peñarol largó una propuesta defensiva: salió con presión toda la cancha y se refugió en una zona 3-2 y combinadas. Lo hizo perfecto. Lo confundió a Regatas sin dejarle llegar el balón al poste bajo. De todos modos la diferencia fue de 7 cuando cerró el tercer cuarto (63-56).

En el segmento final Peñarol ingresó más entero, llevando el comando del partido, a diferencia del juego uno. Pero Regatas jamás se dio por vencido. Otra vez Román González se hizo grande en la pintura y complicó con su posteo. Roberto López y Dionisio Gómez no lo pudieron acompañar estando siempre con problemas de faltas. De todos modos el juego perimetral del conjunto correntino es el que ha desaparecido, mitad por la voluntad de la defensa de Peñarol, mitad porque el propio juego de Regatas cambió.

En la serie contra Quilmes, en cuatro partidos, Regatas lanzó un total de 113 triples (28.2 por juego con un 35% de eficacia). Esta descomunal producción del perímetro le sirvió para llegar a Semifinales. Ahora ante Peñarol lanzó 28 en total (14 por juego). ¿Porqué Regatas varió su forma de jugar? La respuesta la deben Santander y los suyos, lo cierto es que ningún jugador de la media cancha de Regatas tuvo peso en el partido.

Incluso con el cambió de juego (notorio) que sufrió Regatas, no perdió la línea. Un gran arranque del último segmento permitió un parcial 0-6 para ponerse sólo a uno (63-62). Diego García fue a la línea por dos libres para pasar al frente y erró los dos. En los siguientes dos minutos y medio el parcial fue 6-2 para una distancia de 69-64 a falta de 4:00.

Parecía que Peñarol ya no sufriría pero no pudo cerrar el juego sin privarse de la incertidumbre. Cuando restaban 58 segundos Diego García erró un triple con el tanteador 74-68 y parecía la historia más que terminada. Pero Santander pidió minuto y exigió cortar con faltas en todas las situaciones si no podían robar rápido el balón. Así el local dependería de sus porcentajes en la línea de libres donde finalmente le fue muy bien (9/12).

Durante el juego, los árbitros fueron permisivos con algunos y severos con otros (como siempre), pero de manera muy visible y para ambos bandos. De todos modos vale la pena detenerse en dos jugadas: con el tanteador 77-72 Festa le convierte una falta a Eric Martin, cobra el árbitro Diego Rougier, el griterío impidió que lo escuchen, la jugada siguió y Festa volvió a frenar con falta a Martin para evitar que lance. Entonces el árbitro Juan Fernández sanciona antideportiva en la misma jugada, pero con su fallo anuló el anterior. Una confusión absoluta. Eran dos tiros libres común y corriente o bien era falta, técnico, cuatros tiros y reposición. Los árbitros (muy perdidos) dieron dos tiros libres y reposición.

Luego sobre el final con menos de 12 segundos en el tablero y el partido 79-77 Román González se le tira arriba a Tato Rodríguez impidiendo que saque el balón desde el fondo de la cancha con el afán de recuperar la bola. Regatas estaba a sólo dos puntos. Pero como no guardó la distancia reglamentaria y tocó el balón con sus manos, Pablo Estévez le bajó un técnico. El fallo estuvo perfectamente sancionado. Lo único que se olvidó el juez es que 5 minutos atrás por la misma acción a Sebastián Rodríguez de Peñarol, impidiendo la reposición de Salles no le cobraron nada. Esto provocó la ira de los correntinos y un final lleno de manchas que el juego no merecía.

De todos modos en zona de vestuario y post partido, tanto el técnico Silvio Santander como el escolta Diego García negaron que los árbitros hayan tenido incidencia en el resultado del partido. Para Santander “cobraron mal para los dos lados” y para García “si les reclamo que cobraron mal me van a responder que meta los libres y tendrían razón (tiró 4/8 en el final)”.

La aparición de Osborne y Pittman en el momento indicado, con su lluvia de triples, para destrabar un partido muy parejo, de tanteador bajo, fue la clave del segundo juego. Ambos equipos están en un terreno de paridad, pero ya se sabe que en los Play off sola vale ganar y Peñarol esta 2-0. El resto es historia.

Peñarol (82): Pablo Sebastián Rodríguez 12, Joshua Pittman 22, Juan Manuel Locatelli 2, Jason Osborne 18 y Gabriel Mikulas 14 (FI); Sebastián Festa 0, José Muruaga 12, Marcos Mata 0, Alejandro Diez 0, Fernando Calvi 2 y Matías Pellettieri 0. DT: Carlos Romano.

Regatas (79): Hernando Salles 8 (x), Eric Martin 9, Sebastián Acosta 14, Dionisio Gómez Camargo 7 (x) y Román González 23 (FI); Diego García 6, Javier Martínez 5, Bruno Ingratta 3 y Roberto López 4. DT: Silvio Santander.

Parciales: 21 - 21 , 38 - 37 , 63 - 56

Árbitros: Pablo Estévez - Diego Rougier - Juan Fernández.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas” (5.700 personas).


Fuente: Pick and Roll 3/5/2007

COMENTARIOS (1)

Dario 04/06/2014

Que jugador Josh!! No hay otro igual!!!!! Lo quería un montón. Aunque se puso la casaca del frente también!

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