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Un ejemplo a seguir

“Seguiré apoyando al básquet”

Gustavo Roque Fernández se retiró de la competencia luego de casi 18 años de una extensa carrera. “Estoy muy contento, porque fue de la mejor forma”, aseguró el base cordobés que dijo adiós vistiendo la camiseta de Sionista.

Gustavo Roque Fernández es la típica persona de la que podés hablar de cualquier tema. Pero siempre la charla desemboca en sus dos amores: la familia y el básquet. Y las paradojas de la vida profesional hacen que como él bien dice: “El básquet te da mucho, también te quita, pero el balance es positivo”.

Fueron casi 18 años de carrera exitosa, pero llegó el momento que decidió dejar el profesionalismo, para compartir más tiempo con sus seres queridos. Por supuesto que cuando uno ama algo, siempre uno quiere seguir ligado de alguna forma. Y esa es la idea del ahora ex jugador, quien tiene muchos proyectos relacionados al básquet y que pretende cristalizar.

En la comodidad de los sillones de su departamento, con la serenidad y tranquilidad que lo caracteriza, recorrió su largo camino en el básquet. Camino que aún no terminó porque como él asegura y expresa: “Nos veremos en cualquier cancha de básquet”.

¿Qué te llevó a dejar la práctica del básquet?

Fue una decisión muy pensada, ya que en los últimos años la idea me daba vuelta por la cabeza. Gracias a Dios fue de la mejor forma, en el más alto nivel y en plenitud física. Así que la verdad es que estoy muy contento.

Además, cumpliste una excelente campaña junto a Sionista y como capitán.

Por eso me voy tranquilo y me retiro con un grato recuerdo. Quedé muy conforme y estoy seguro que dejé todo siempre y que el equipo jugó mucho más de lo esperado.

¿Qué cosas aparecen en tu mente de los muchos años que jugaste?

Recuerdos, muchísimos y lindos. Mis comienzos con Rubén Magnano, quien me marcó mucho. Después en Echagüe de Paraná, que es donde empezó mi carrera deportiva como profesional y de donde tengo excelentes recuerdos. El despegue en la Liga Nacional fue en Andino. Allí pasé unos años bárbaros en La Rioja y tengo mucha gente conocida. En La Plata me afiancé. Tengo buenas experiencias en todos los clubes que jugué y es muy difícil nombrar algo en especial. Aparecen en mi mente innumerables cosas y no quiero dejar de lado ninguna.

Se puede decir entonces que recorriste muchos lugares y cosechaste amigos.

Ha sido un largo viaje. El básquet te da mucho. Gente conocida, notoriedad, podés vivir del básquet, que es algo impagable, porque hacés lo que te gusta. También te quita muchas cosas. Te aleja de tus amigos de siempre, te desarraiga permanentemente, porque no sabés a donde vas a ir a jugar la temporada siguiente. Además y que por cierto es fundamental te priva de disfrutar muchos momentos y fechas importantes con la familia. Pero en la balanza existen muchas cosas positivas.

¿Es difícil separar lo profesional del aspecto humano?

Uno interactúa con la gente, con los clubes y se hace amigo de los compañeros de equipo. Son diez meses muy intensos y ni hablar si un jugador repite otra temporada en la misma institución. Se hace complicado, ya que uno se encariña con todos y sentís como propias muchas cosas. Como somos todos profesionales llega un momento que tenemos que irnos a otro lugar, pero no es para nada fácil.

¿Sos cordobés, pero se puede decir paranaense por adopción?

Sí, porque conformé mi familia y es algo que le doy gracias a Dios todos los días. Voy a ser papá por tercera vez y como todos saben mi señora (Lorena, quien está en el sexto mes de embarazo) es de Paraná. Nuestro proyecto de vida es radicarnos en Paraná. Tengo algunos proyectos que estoy analizando. Así que seguiré ligado al básquet y desde otro ángulo seguir apoyándolo. El básquet necesita de ex jugadores, entrenadores y de todos de los que de alguna u otra manera han estado relacionado. Es la única forma de continuar mejorando, porque es un deporte del que se necesita experiencia.

Nombraste la familia que es un pilar fundamental para cualquier deportista.

Al deportista la mayoría lo ve en la cancha, pero detrás de uno está la familia. El deporte es un espectáculo y la gente lógicamente quiere disfrutar y tener un momento de esparcimiento. Los padres, las novias y las mujeres son los que realmente saben lo que es el sacrificio, los sinsabores de las lesiones y no poder jugar. De perder y amargarse. Y si un deportista no está bien contenido es difícil que tenga éxito a largo plazo.

Por último, expresá lo que sentís en un momento tan especial.

Simplemente decir que estoy agradecido al básquet. De haber podido vivir gracias al básquet, de ayudar a mi familia en Córdoba y de crear una familia. De mantenerme durante 18 años de algo que amo como lo es el básquet. Además me dio la posibilidad de proyectar y descubrir muchas cosas, de hacerme conocido. Y que nos veremos en cualquier cancha de básquet.

Fuente: Prensa Sionista (Pick and Roll 14/5/2007)

COMENTARIOS (3)

fernandobastide 18/06/2014

Guardo gratísimos recuerdos de Roque. Su calidad de jugador, su profesionalismo y gran compañerismo hicieron más fácil mi trabajo. Es un claro ejemplo de lo que yo llamo "un jugador de Liga Nacional", implicando ello que desde su sencillez llegó a ser un profesional ejemplar. Un gran abrazo para él y su familia.

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Gustavo F. Gatti 18/06/2014

Solamente lo conozco por alguna conversación en un Entrerriano de Selecciones U13 realizado en Paraná el año pasado, pero realmente me sorprendió su buena onda y predisposición para solucionar cualquier tipo de inconveniente hacia mi (dirigente de Concepción del Uruguay) y para mi familia. Inclusive, ofrecerme su casa para pernoctar ante la falta de disponibilidad hotelera. Ahora, leyendo ésta nota, no me sorprende para nada los elogios vertidos. Gracias Roque!!! Nos seguiremos viendo. Gustavo Gatti - Club Regatas Uruguay

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diego 24/07/2014

gran jugador!!! me acuerdo de cuando jugaba en Andino!!! siempre te complicaba allá en La Rioja con sus triples!!!

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