• 24-04-2024
  • Buenos Aires, 15°C

Houston le arruinó la fiesta a Kobe

En un Staples Center repleto de gente y, especialmente, estrellas de cualquier ámbito, que no se querían perder un espectáculo de básquet con todos los condimentos, como la vuelta de Howard a Los Angeles, el enfrentamiento de Lin ante su antiguo equipo y, la frutilla del postre: la vuelta de Kobe Bryant después de nueve meses de inactividad por una lesión en la rodilla.

Desde el arranque, justamente el ex jugador de los Lakers fue el pie principal por el que se pasó el juego de los Rockets. Abrió el marcador con una flotadora en la noche californiana para empezar de buena manera.

Ampliamente superior en toda la primera mirad, el juego de Trevor Ariza, afilado desde la línea de tres, posicionó a la visita en un 13-7 a favor en apenas cinco minutos. Los locales no podían encontrarse ni entre ellos ni, mucho menos, con el aro. Bajo la conducción de Jeremy Lin desde la base, que se cansó de equivocarse, con su mente perfilada a la ofensiva inmediata que perjudicó al equipo.

La efectividad de los de Los Angeles fue su peor enemigo. Como si estuviesen apurados, no aprovecharon del todo las posesiones, con tiros apresurados e incómodos que pocas veces terminaron convertidos en puntos. A tal punto de desconcierto llegaron los Lakers que hasta perdieron la posesión por demorarse más de cinco segundos en la salida desde el fondo.

A medida que crecía el tiempo, James Harden mejoraba su liderazgo como armador. Con tiros y asistencias para un equipo que se vio favorecido por el juego de rotación del balón y con acción centrada bajo la pintura o desde la línea de tres. El final del primer cuarto mostró una ventaja de 31 a 19 para Houston con un triple de Terry con tablero luego de que Davis le dijera que no a la penetración de Beverly con un impresionante tapón.

Otra vez desde el reinicio de periodo, Howard volvió a ser clave para los Rockets. Esta con aún más participación. Rebotero y al pie del cañón para corregir errores de sus compañeros y demostrar su potencial físico en el uno contra uno. Sumado a Jones que, de a ratos, aparecía para cumplir una función similar. De tiros largos, Ariza, Harden y Terry fueron los que comandaron a Houston en el juego de tres puntos.

Pero los Lakers contaron nuevamente con Kobe Bryant en el parqué. Que, aunque siempre individualista, contagia a sus compañeros para achicar distancias en el marcador, con su rapidez física y mental que lo alimenta.

En el cierre de la primera parte, un dejá-vù de lo que sucedió en el primer periodo: tapa de Jordan Hill a la bandeja de Harden, pero Jones estaba ahí para corregir inmediatamente y sellar la victoria parcial por 62 a 45.

En el inicio de los terceros doce minutos, parecía que el rumbo del encuentro iba a cambiar. Boozer estuvo mucho más participativo bajo el aro, con función de poste y con un juego de espaldas para ganarle la posesión al rival. Y con un Lin absolutamente distinto al de la primera parte: sin tantos errores y asociándose con el equipo para dar vuelta el resultado colectivamente.

Parcial de 12-4 a favor de los Lakers atemorizaron a los de Houston, que vivían el síndrome de sus contrincantes al no poder encestar en la mayoría de los tiros. Pero el camino se volvió a enderezar rápido.

Con un juego mucho más asociado y con más precisión a la hora de tirar al aro, los Rockets recuperaron la ventaja y aprovecharon que los californianos tenían a mayoría de suplentes en cancha para aventajarse por 16 unidades y llegar al último cuarto arriba en el marcador por 85 a 69.

En el último cuarto, la defensa de la visita parecía estar jugando un All Star Game. Rendida y con espacios libres que permitieran que se acerquen los de Houston con facilidad. En la ofensiva, sin ni una idea clara para poder atacar el aro. Todo a favor de la visita, sumado al cansancio que se empezó a notar de Black Mamba, desacostumbrado al ritmo.

Lo más destacado de un chato periodo fue, quizá, el encontronazo entre Howard y Bryant, anticipado desde que se sabía de este encuentro. Un choque de egos que tuvo su pelea cuando ambos compartieron plantel en el conjunto amarillo y púrpura y que ahora volvió a renacer.

Para incrementar problemas en California, la joven promesa Randle, de tan sólo 19 años, en su debut con la camiseta de los Lakers, sufre una fractura en la pierna que, probablemente, lo deje afuera gran parte de la temporada. Una baja importante para los angelinos, que se suma a la del base Steve Nash.

Con todos jugadores de recambio y casi sin espectadores en las gradas, Houston terminó con una aplastante victoria por 108 a 90 que lo consolida aun más, de lo que fue en la previa, como firme candidato. Los de Los Angeles, por ahora, deberán esperar a recuperar al mejor Kobe Bryant y depender de él.

Lucas Barreña

En Twitter @lucasbarrena

www.pickandroll.com.ar

COMENTARIOS (0)

DEJA UN COMENTARIO