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¡Panamá está de vuelta!

Tres de cuatro grupos completados en la primera fase de la Liga de las Américas 2016 y no era mucho pedir que llegase la primera sorpresa del torneo. No es una petición que quiera que los favoritos caigan eliminados porque sí, sino una humilde intención de dar un nivel más de emoción al mejor torneo de clubes del baloncesto de Latinoamérica.

El dominio mayoritario de los equipos de Argentina y Brasil es una tónica de los últimos años, siempre acompañados por algún equipo de México y/o Uruguay... y este año no iba a ser menos. FIBA ha abierto el abanico de países con la inclusión en la presente edición de los campeones de Cuba, Panamá, República Dominicana y el campeón de clubes de Centroamérica, que fue el campeón de Nicaragua, pero eso no había hecho cambiar mucho en los dos primeros grupos del torneo, donde los brasileños Baurú y Mogi das Cruzes, el campeón nacional Quimsa y el campeón uruguayo Malvín fueron los cuatro equipos clasificados.

Completados los grupos A y B, todas las quinielas daban como muy favoritos del grupo C a Flamengo y Gimnasia Indalo, campeón brasileño y subcampeón argentino respectivamente, frente a dos rivales a priori más débiles como los colombianos de Águilas de Tunja y los panameños de Correcaminos de Colón, que además ejercían como anfitrión del cuadrangular.

Este formato tan "especial" de la Liga de las Américas, con tres partidos en tres días, hace que ninguno de los equipos pueda descuidarse lo más mínimo... por muy favorito que sea. El azar quiso que los dos favoritos se enfrentasen en la primera jornada del torneo, con la presión extra que iba a significar la derrota para cualquiera de los dos y más sabiendo que podrían enfrentarse en el segundo día a un rival que ya llevaba una victoria en su casillero. Y eso mismo fue lo que ocurrió.

Gimnasia Indalo cayó derrotado en la primera jornada ante Flamengo (66-58) y tuvo que vérselas el segundo día ante un Correcaminos de Colón, que venía de vencer a Águilas de Tunja y que además jugaba delante de su afición... y pasó lo que tenía que pasar. Correcaminos se impuso 54-60, lo que unido a la victoria de Flamengo en el otro partido del sábado, metió a panameños y brasileños en la siguiente ronda.

Hasta aquí, hay dos cosas que analizar: el por qué de la clasificación de Correcaminos de Colón y el por qué de la eliminación prematura de Gimnasia Indalo. Lo del equipo comodorense tiene una fácil explicación, con la rotación de prácticamente siete jugadores de la que viene haciendo uso desde hace bastantes meses. Obligar a jugar tantos minutos con una rotación de siete jugadores y no dar descanso a un plantel puede tener su sentido en una Liga nacional con varios días entre partido y partido, pero no en una competición tan comprimido y sin tiempo para tomar aire, por mucho que sean jugadores de calidad como Nico de los Santos, Federico Aguerre, Leo Mainoldi, Matías Sandes, Sam Clancy, Carlos Schattmann o Diego Cavaco.

En el caso del campeón panameño, Correcaminos de Colón cuenta con una base interesante de jugadores panameños como Tony Bishop, Jaime Lloreda, Joel Muñoz, Danilo Pinnock o Trevor Gaskins y se reforzaron con dos buenos americanos como el veterano ex-ACB Chris Moss y el alero Reginald Larry, un jugador de pura anotación ya demostrada en México o Chile.

Sea como fuere Correcaminos de Colón ha devuelto a Panamá al escaparate internacional, un lugar de donde salió tras la suspensión de la FIBA hace justo dos años. La participación de la selección de Panamá en el pasado FIBA Américas, la reactivación de la Liga Profesional de Baloncesto de Panamá y la participación de su campeón en la Liga de las Américas dando la sorpresa en primera ronda son razones más que de sobra para decir alto y claro que ¡Panamá está de vuelta!

Por Daniel Mérida (@baloncestero)
Especial para www.pickandroll.com.ar

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