Infierno Griego

• Ramiro Garaffa (especial para www.pickandroll.com.ar)
• 15/02/2019
• (13 comentarios )

El partido arrancó de menor a mayor con ambos equipos estudiándose y analizándose mutuamente las fortalezas y debilidades. En la antesala del juego, el objetivo de Gonzalo García era evitar los ataques rápidos de AEK y neutralizar el pick and roll entre Jordan Theodore y Hunter. La intro del juego mostró a ambos equipos erráticos en el que San Lorenzo no aplicó la rotación de balón que tanto acostumbra hacer y, para colmo de males, no tiró cómodo desde el perímetro (39%) ni tampoco encontró un hueco para explotar el potencial del juego interno.

Un triple del cubano Sant Roos y un doble del Penka le sacarón la monotonía al juego. Tucker dijo presente en el juego con una penetración y un buen juego en pareja con Meyinsse para herir a la retaguardia griega. Ese síntoma sirvió para que el Cuervo se anime a correr la cancha y, de esa manera, diversificar el ataque. El Partido iba 6 a 5 a favor de San Lorenzo. El proceso estaba listo, aunque AEK contestó con Salpudis y Hunter debajo de los canastos. La buena tarea que desarrolló el interno extranjero estuvo respaldado por el aporte de Sakota. El serbio nacionalizado griego se mostró como una opción fiable en el juego interno y en el perímetro. Él y Larentzakis iban a constituirse en los nemesis del espíritu victorioso de San Lorenzo. El parcial fue favorable a Aek 13 A 18.

El segundo cuarto fue una pieza basketbolística clave para AEK Atenas. Los griegos dieron demostración de coordinación y sincronización defensiva. Las penetraciones del equipo argentinos recibieron doblajes de los griegos y en base a una buena comunicación y a ayudas constantes, desorientaron a los dirigidos por Gonzalo García. El gran momento defensivo del equipo europeo tuvo su correlato en el porcentaje de cancha de San Lorenzo (11% en triples y 37% en dobles). En ataque, tuvo un monstruoso porcentaje en tres puntos con un 46% y un 50% en dobles con el protagonismo predecible de Sakota, la constancia y la buena salud de James y Larentzakis que cambió el paradigma del juego con asistencias y habilitando a sus compañeros mejores ubicados.

Por el lado de San Lorenzo, se sintió la ausencia del Penka Aguirre. José Vildoza hizo lo que pudo pero nunca Tuvo una idea madre para vulnerar el impenetrable sistema defensivo de AEK. En ofensiva, la munición sanlorencista quedó en números rojos y eso le permitió a los griegos escaparse del marcador y marcar la máxima diferencia del juego (37 a 19). Los argentinos marcaron un solo triple en el cuarto y que, de hecho, fue el primero del juego. Mata y Penka no entraron en conexión y la variedad armamentística de clase griega dominaba el tablero basquetbolístico de Río de Janeiro. Una de las claves del segundo cuarto a favor de los europeos fue el aprovechamiento de los goles en segundas instancias (13 a favor de AEK y únicamente 4 para San Lorenzo). El parcial quedó a favor de AEK 27 a 13.

El cimbronazo que recibió San Lorenzo exigió una respuesta a la altura de las circunstancia y así ocurrió. Los dirigidos por Gonzalo García tomaron confianza en el juego y estuvo más suelto en ataque. ¿De qué manera? A través de Dar Tucker que tuvo un revival y penetró hacia el canasto contrario conjuntamente con el protagonismo de Joel Anthony que se mostró como una carta confiable. Fundamentos, potencia y decisión caracterizaron las ofensivas del ex jugador de San Antonio Spurs que, además, aportó 6 tapas producto de su buena lectura de juego y su rapidez en las ayudas defensivas.

En ese tramo del juego, San Lorenzo necesitaba de los referentes y tanto Mata como Calfani, en la línea de libres, achicaron la diferencia y se puso 31 a 45. La conexión aérea defensiva Calfani y Anthony en rebotes amortizó el juego interior de AEK. Por eso, el conjunto griego para acabar con el momento de bonanza sanlorencista, acudió Jordan Theodore que tuvo un 40% en tiros de campo. Más allá de que concentró el juego en su figura, estableció alianzas estratégicas con James que fue su compañero de aventuras en el ataque. Por ese entonces, San Lorenzo acortó distancias y el partido seguía a favor de AEK 66 a 52.

Los últimos 10 minutos no comenzaron de la mejor manera para los azulgranas. La presencia de Theodore en el juego siguió inquietando y, por medio de la línea de los suspiros, puso el partido 70 a 56. El partido siguió con la misma tónica de los anterior cuartos y con un claro dominio griego que tuvo como complicidad la desconexión del binomio exitoso liguero Aguirre y Mata. Cuando San Lorenzo necesitó acortar la diferencia y para eso dispensó de un goleador. Sims jamás entró en juego y los únicos que podían bancar la parada eran Anthony y Calfani. La tranquilidad era aliada del status quo griego y mientras pasaban los minutos, el equipo europeo se quedaba con las chances de acceder a la otra fase. El partido no tuvo mayores sobresaltos para AEK que movió el banco y aseguró un triunfo que jamás estuvo en discusión.

Ramiro Garaffa
Pick&Roll