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NCAA: Jugar las nacionales, una misión complicada para las extranjeras

El inicio de este camino se dio semanas atrás, cuando publicamos un repaso histórico con todas las argentinas que se han desempeñado en América del Norte a nivel escolar.

En esta oportunidad, y dándole mayor sustento a esa investigación, relevamos la última década de los campeonatos nacionales dentro de la NCAA Division I, para entender qué lugar tienen las foráneas en la mejor liga universitaria del mundo.

Este informe bien puede servir como una primera previa para la temporada 2020/21, en la cual cuatro de las nuestras serán parte de esa elite competitiva.

La NCAA es conformada por tres divisiones (I, II y III). No hay que confundirla con la NAIA (tiene dos divisiones –allí jugará Chiara De Virgilio-), ni con la NJCAA (tres divisiones). Las dos primeras nuclean universidades mientras que la tercera a los College (en lenguaje simple una suerte de pre universidades luego de la secundaria).

Si bien el status de I, II o III se lo dan muchos aspectos (presupuestos, instalaciones, becas, etc), a grueso modo puede decirse que la mayoría de los elencos que integran el nivel I, son mejores que los del II, y estos a su vez que los del III (Bianca Notarainni juega NCAA D3). No es matemática y debe quedar claro.

Un total de 354 universidades componen la NCAA D1 en básquet femenino. De todas esas, solo 64 llegan a las nacionales.

¿Cómo hacen para clasificar?
Una vez que cada universidad termina su fase regular juega playoff de conferencia. El campeón de cada conferencia saca boleto para las nacionales. De allí que 32 equipos llegan con el trofeo bajo el brazo, y otros 32 son elegidos por su récord de fase regular.

¿Cómo se juegan las nacionales?
Se arman cuatro cuadros de 16 equipos cada uno. Playoff a un partido. El ganador de cada cuadro avanza al Final Four. Un día se juegan las semifinales y al siguiente la final.

¿Cuántos equipos han jugado las nacionales en la última década?
Sin contar las nacionales del 2020 ya que no llegaron a celebrarse por el coronavirus, del 2010 al 2019 fueron 180 universidades las que dijeron presente. Prácticamente la mitad.

Luego de esa pequeña introducción vamos a la cuestión de la nota: las extranjeras y esa etapa cúlmine del certamen universitario.

¿Cuántas extranjeras han jugado nacionales en la última década?
Un total de 377, lo que da un promedio por equipo por año de 0.59%. Léase media foránea. El detalle es que 55 equipos en estos diez años no han tenido extranjeras en sus filas al momento de avanzar a esta instancia.

¿Cómo es el reparto de extranjeras por continente en estos diez años de nacionales?
Europa concentró el 51.5% (194 jugadoras), seguida por América con 23.3% (88), Oceanía 17.2% (65), África 7.2% (27) y Asia 0.8% (3).

Varias cuestiones a tener en cuenta. Canadá acumuló 65 de los 88 jugadoras americanas. Sudamérica tuvo 8, de las cuales cinco fueron brasileñas y cuatro de estas dijeron presente en la edición 2019.

Lo curioso dentro de nuestra región es que quienes más lejos han llegado no fueron chicas de Brasil. Tanto Wilka Montout de Guayana Francesa con South Carolina en 2014, como la paraguaya Andrea Aquino con Oregon State en 2019 disputaron semifinales de cuadro.

El top 5 de los países con más jugadoras en nacionales lo completan Australia (47), España (31), Nueva Zelanda (17) y Francia (15).

¿Cuántas extranjeras jugaron el Final Four en la última década?
Apenas 14 llegaron a la cita, de las cuales 7 avanzaron a la final. Tan solo una jugadora levantó el trofeo: la canadiense Kia Nurse, en dos oportunidades, con la poderosa Universidad de Connecticut.

Nurse es a su vez la extranjera con más presencias en Final Four de la última década, habiendo llegado en sus cuatro años universitarios. Un dato relevante es que en estos últimos diez años solo 15 equipos disputaron la definición, sobre 40 posibilidades.

Otro detalle es que Oregon, en su único año en el selecto grupo (2019), registró el mayor número de foráneas en el F4 con tres: Morgan Yaeger (Australia), Maite Cazorla (España) y Satou Sabally (Alemania).

¿Cómo es el registro de Argentina en la NCAA D1?
Contando las chicas que debutarán en esta 2020/21 nuestro país tiene 8 jugadoras en total; cuatro de las cuales ya terminaron su carrera universitaria.

De las universidades con argentinas ¿Cuáles llegaron a las nacionales en la última década?

Cinco de las 8 tienen al menos un paso. Entre las cuatro chicas que ya no juegan, solo la IUPUI de Andrea Boeykens no cuenta con registro.

La Universidad de Clemson, donde hizo su carrera Sthafany Thomas dijo presente en 2019. American, en la cual estuvo un año Micaela Sancisi jugó en 2015 y 2018. Mientras que Arkansas-Little Rock, donde estudió Mariel Lanza, llegó en seis ocasiones.

En los mejores casos (Clemson y Arkansas-Little Rock) consiguieron pasar el primer cruce de playoff.

El grupo activo de argentinas lo integran María Victoria Fux (ya una temporada) en la NJIT, Brenda Fontana en Texas at El Paso, Lucía Operto en Murray State y Sol Castro en Robert Morris.

La escuadra texana dijo presente en 2012, mientras que Robert Morris participó en cuatro ocasiones; la última en 2019. Ninguna de las dos universidades consiguió superar el primer corte.

¿Qué chances tienen las cuatro argentinas de jugar las nacionales?
Si bien es un certamen dinámico que obligatoriamente renueva sus plantillas temporada tras temporada, hay números puestos. El informe desnudó que las potencias, con Connecticut a la cabeza, se nutren de jugadoras nacionales y en raras oportunidades suman foráneas.

De todas maneras en las últimas tres temporadas se dio una apertura notoria a los talentos del exterior.

La otra realidad es que las cuatro argentinas están en conferencias que no tienen en la última década un historial de peso, lo que le abre la puerta a la ilusión de que puedan convertirse en la cenicienta de la temporada. El repaso caso por caso.

Murray State (Lucía Operto) integra la conferencia Ohio Valley. En esa zona, por resultados de los últimos diez años, los mejores prospectos son Tennessee-Martin y Belmont. Ambos llegaron cuatro veces a las nacionales pero nunca pasaron el primer cruce.

Texas at El Paso (Brenda Fontana) es parte de la USA. Tulane y la Universidad de Florida Central (UCF) marcan el rumbo. Los dos llegaron 2 veces a las nacionales y también se despidieron en el primer juego.

NJIT (María Victoria Fux) compone la Atlantic Sun. El rival a vencer allí es Florida Gulf Coast que fue parte de las nacionales en seis ocasiones. En dos consiguió pasar el primer cruce.

Por último Robert Morris (Sol Castro) es firme animador de la Northeast. Allí su más férreo rival es Quinnipiac que estuvo en cinco ocasiones y en 2017 arribó a la semifinal de cuadro.

Como bonus track se puede resaltar que de todas las universidades que han visto argentina en sus filas, Clemson siempre ha bailado con la conferencia más difícil. Siendo parte de la Atlantic Coast Conference (ACC) tiene rivales de la talla de Florida State, Duke, North Carolina y Maryland.

Sólo entre esos cuatro suman 11 finales de cuadro, con Maryland siendo parte de la Final Four en 2014 y 2015.

Aún con varios meses por delante para que inicie una nueva temporada de la NCAA, la expectativa ya comienza a nacer. Ojalá nuestras chicas tengan una gran temporada, y por sobre todas las cosas, que ese ADN nacional genere una vez más tan buena impresión, al punto tal de que le sirva de trampolín a las que vienen detrás.

Emanuel Niel
En Twitter @ManuNiel
En Instagram @EmanuNiel

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