• 29-03-2024
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Brussino: "Hay un montón de situaciones que no van a ser lo mismo"

Hasta que se suspendió a mediados de marzo por la cuarentena para evitar la propagación del coronavirus, el mejor equipo de la Liga Nacional (LNB) era Quimsa de Santiago del Estero con 18 victorias y apenas tres derrotas, récord asombroso para una competencia tan pareja y con localías muy fuertes.

A eso hay que sumarle que los santiagueños estaban en semifinales de la Champions League América (en su última presentación perdieron de local con San Lorenzo y la serie se estiró al tercer partido) lo que evidencia un presente fantástico que quedó en suspenso y continúa en ese estado porque se desconoce cómo se reanudar el deporte en Argentina.

Una de las cartas importantes de Sebastián González es Juan Brussino quien desde la base intentó plasmar en las canchas las ideas del entrenador. El santafesino de Cañada de Gómez dialogó con Pick&Roll y se refirió a la suspensión de la temporada, cómo entrena en cuarentena, el sueño jugar en el extranjero, la relación con su hermano Nicolás y la noche récord de las 19 asistencias en Mar del Plata. Además, elogió a su director técnico y el juego que desplegó la Fusión hasta la suspensión sobre la cual admitió que, con sus compañeros, sintieron que les “sacaron algo de las manos” porque estaban “haciendo un trabajo muy bueno” producto del esfuerzo que realizaban día a día y consideró que, si se reanudan los certámenes, “nada será igual”.

- ¿Cómo seguís con el entrenamiento en cuarentena?

-Todos los lunes el profesor nos manda un trabajo para la semana acorde al espacio y los elementos que tenemos cada uno. La rutina que nos mandan no es para hacerla todos los días sino tres o cuatro veces por semana. Después de lo que son dos meses de cuarentena, uno elige los días para entrenar y me armé un plan de 4-5 días para que no sea tan duro de la cabeza. Es difícil entrenar en casa, solo sin mucho por hacer.

En mi caso estoy en Santiago del Estero con mi familia, estamos en departamento muy cómodo, muy bien pero no tenemos el espacio ideal o necesario para hacer diferentes actividades. Tengo una cochera donde tengo espacio para realizar la mayor cantidad de los ejercicios porque es donde realmente me puedo preparar y hacer la actividad que manda el profesor. Necesito hacerlo porque es mi trabajo así que los vecinos lo saben y entienden porque tengo que estar preparado para cuando se pueda volver que no lo veo en un futuro muy cercano.

- ¿Los ejercicios que se hacen son solo para mantenerse físicamente?

-Es más que nada físico porque podés estar haciendo ejercicios de dribling o pase, pero no es lo mismo estar en una cancha. Se pierde el ritmo y tiempo, estar en una cancha vas sintiendo diferentes cosas que en tu casa o una cochera es difícil. Uno se siente motivado y contento yendo al club, estando con los compañeros y en esa diaria que teníamos hasta hace dos meses y que ahora perdimos.

- ¿Te da bronca que la temporada se les frenó en un momento tan bueno?

-Veníamos haciendo un trabajo muy bueno. Pensar que lo que puede llegar a pasar o venir no es lo mismo, es lo que a uno le duele porque sabe todo lo que tuvimos que trabajar desde la pretemporada. No empezamos bien el Súper 20, nos repusimos, tuvimos nuevos extranjeros que adaptar al equipo y agarrar las ideas del cuerpo técnico de Sebastián González que era nuevo para el grupo. Todo eso se trabajó en los entrenamientos.

Estábamos en tres competencias: jugamos la final del Súper 20, estábamos en semifinales de la Champions League América contra San Lorenzo con chances de jugar una final y estar primero en la LNB son muchas situaciones que como grupo nos planteamos al principio, las soñamos, se estaban dando y lamentablemente, con dolor, tuvimos que quedarnos en casa. A veces cuando hablamos con los chicos decimos ‘nos sacaron algo de las manos’, no lo podemos creer. Nos sacaron algo de las manos, fue algo que no lo podemos creer en el sentido de mucho trabajo y mucho sudor y lamentablemente nos tuvimos que recluir y entrar en cuarentena.

- ¿Cuánto desean, teniendo en cuenta eso, que se reanude la temporada o al menos la LNB se termine?

-Es que capaz que se reanuda la liga pero capaz no es el mismo equipo. Nosotros teníamos cuatro extranjeros y no se sabe qué pasará con las fronteras y lo económico. Hay un montón de situaciones que no van a ser lo mismo. A eso iba con el tema del dolor, uno es consciente y piensa que lo que viene no va a ser igual. Todo se va a transformar y va a haber una nueva normalidad a la que nos tendremos que adaptar y partir de ahí ver cómo se va a desarrollar todo.

Por eso yo hablaba del dolor de decir que nos sacaron algo de las manos. Uno trata de ser optimista y ponerle la mejor onda, pero se sabe que no va a ser nada igual y habrá que adaptarse a los nuevos cambios. Probablemente venga una liga donde no se pueda traer cuatro o cinco extranjeros sino uno. Hay cosas que no sabemos y al pasar los meses se irá aclarando el panorama.

- ¿Cómo fue jugar sin público el último partido de la Champions contra San Lorenzo?

-Muy difícil. Veníamos de un envión muy grande tras ganar en San Lorenzo donde no se gana siempre. Nos enteramos un rato antes con toda la expectativa que había Santiago del Estero, la cancha iba a explotar. A 200 metros en una plaza había 2500 personas viendo el partido en una pantalla gigante, si toda esa gente hubiese estado en la cancha, hubiese sido una fiesta. Eso no tiene nada que ver con lo que hubiese pasado en la cancha.

- ¿Influye no tener la hinchada?

-Obviamente que sí, pero eso no dice que, si vos no jugas bien y no impones tu juego, vas a ganar. San Lorenzo nos ganó muy bien ese partido, si ellos hubiesen jugado de la misma manera y hubiese estado el público, nos hubiesen ganado porque impusieron su ritmo y juego e hicieron valer el San Lorenzo campeón. Con el público el apoyo y una diferencia de 10-12 puntos es remontable, creo que nos faltó eso en un momento que en el partido nos pusimos a 5-6 pero ellos jugaron muy bien y pudieron sacar esa diferencia para llevarse el juego.

-Qué raro ver las tribunas vacías…

-Es algo a lo que nos vamos a tener que acostumbrar de acá a un buen tiempo. Creo que este 2020, si es que se vuelve al básquet, va a ser así. Nadie se va a arriesgar que un partido haya mucha gente y se pueda contagiar el coronavirus. Si se vuelve seguro va a haber un protocolo y va a ser a puertas cerradas. Eso pienso yo, de acá a un mes puede cambiar todo.

- ¿Cómo mantuvieron en la LNB, teniendo en cuenta lo pareja que es, la consistencia y concentración en el juego que les permitió ganar 18 de 21 partidos?

-La idea y funcionamiento que le dio Sebastián González y su cuerpo técnico fue muy claro. Nos dio los roles específicos a cada uno y creo que cada uno tomó eso, se adueñó de eso y en los entrenamientos y partidos lo pudo aplicar. Teníamos una columna vertebral de un dos muy agresivo y bueno, de los mejores que yo vi en la LNB como (Brandon) Robinson, teníamos pivotes y nacionales que sabían por dónde iba el juego, en qué momento correr, en que momento jugar interior o cuándo abusar del tiro de tres puntos. Éramos muy inteligentes y cada partido íbamos a proponer, no a esperar ni a ver que pasaba. Eso nos funcionó en muchos partidos.

-En lo personal, ¿Qué te pide González?

-Hacer jugar al equipo y leer las situaciones. El al tener un dialogo, que eso es bueno, y saber la idea que él tiene y uno en la cancha poder plasmarla, pero también con algunas libertades que él me daba. Tenía que tratar de ver cuál es la mejor opción en ese momento y González generalmente las lecturas que tenía desde el banco eran buenas y se las transmitía a uno. Uno también veía por donde podía ir el juego y en ese diálogo constante que teníamos me pedía que haga jugar al equipo pero que eso no me ate a generar mis situaciones. Hay partidos que te pueden salir, en otros uno ve que es el partido de otro compañero y uno leyendo el juego hay que asistir y hacer jugar.

- ¿Cómo lees el juego teniendo en cuenta todas las opciones ofensivas que hay en Quimsa?

-Se trata de aprovechar el momento de cada uno. Son jugadores que puede hacer goles en todo momento y uno tiene que administrar. A veces uno también ve la facilidad de ir al aro. Son jugadores inteligentes, que saben jugar y no egoístas. En Quimsa se unieron esas fichas y por eso se veía el básquet que se veía: agresividad en los primeros segundos, tiros abiertos, penetraciones de quienes tenían que penetrar y después jugar a raíz del pick and roll o a la salida de Mauro (Cosolito) o (Leonardo) Mainoldi a la salida del triple.

Robinson con todo su repertorio de uno contra uno y así ir trabajando el partido sabiendo que teníamos un banco donde el recambio no se iba a notar sino que entraban con mucha agresividad e intensidad. Se engranaron muchas cosas donde se veía un lindo básquet. Si ves las estadísticas, sacando a Robinson que nosotros le decíamos Messi porque él siempre estaba, el resto siempre aparecía alguno diferente como goleador y eso hablaba de cómo hacíamos jugar al equipo en pos de nosotros, del equipo. Todo eso es el trabajo de Sebastián (González) que al darnos las ideas tan claras fue como agua para nosotros. Cuando un entrenador te da confianza y las ideas claras, a mí me gusta.

- ¿Qué relación tenés con tu hermano Nicolás?

-Siempre tenemos contacto y más en este momento que por ahí él tenía más de tiempo. El mensaje siempre está. Él tiene que seguir en España, disfrutando lo que está haciendo, está muy cómodo en Zaragoza, encontró su lugar y su juego, el entrenador le dio confianza y se ganó la titularidad. Cada vez que uno veía los partidos veía que estaba haciendo cosas muy buenas en pos del equipo y personales. Tiene que estar en Europa unos 5-6 años más y cuando vuelva poder cumplir el sueño de jugar juntos aunque espero estar yo en condiciones y estar a la altura.

- ¿Nunca compartieron equipo?

-En ADEO de Cañada de Gómez él era más chico y jugaba con nosotros. Lo poníamos en una esquina, lo dejaban solo porque era chiquito, yo penetraba se la daba y metía los triples. En ese momento sabía tirar, después le costaba penetrar y lo demás porque era muy flaquito y chiquito. Después creo jugamos un Provincial U19 en Cañada de Gómez que salimos campeones. En la LNB jugamos en contra pero nunca juntos. Él era juvenil y jugaba poco todavía. Me acuerdo un partido inaugural de la LNB cuando yo estaba en Atenas y el en Regatas. En un momento entra, yo estaba por sacar de una esquina y me doy vuelta y veo un flaquito pelado que me estaba levantando los brazos. Saqué y cuando fui a buscar la pelota lo tenía en defensa toda la cancha. Uno se acuerda y lo disfruta, en ese momento estando la familia en la tribuna y también muchos amigos, se disfrutó.

- ¿Está en tu cabeza en algún momento salir de la LNB para ir al extranjero?

-Es mi sueño. Uno en un momento a los 23-24 años lo relegó por el hecho de estar jugando muchos minutos y siendo protagonista en un equipo de liga y ahora con 29 años, teniendo pasaporte y sabiendo de que uno ha hecho un trabajo en donde capaz que pueda interesar afuera, no te voy a negar que trabajo todos los días para siempre dar un salto más. Yo acá en Quimsa estoy muy cómodo, me brindan todo, estoy agradecido a la dirigencia y Gerardo Montenegro, los entrenadores. Acá no me hacen faltar nada, tengo a mi segunda familia acá que son mis suegros y en ese sentido cuido mucho donde estoy porque soy consciente. Obviamente está el sueño de querer medirme y ver si realmente uno puede jugar.

- ¿Tuviste ofertas últimamente?

-El año pasado tuve una situación que justo se dio en el Súper 20 y también estábamos en los cuartos de final de la Champions League América y llegó una oferta de un equipo de ACB de España. La analizamos y creo que había un trabajo que no habíamos terminado en Quimsa y lo mejor fue quedarme a terminarlo. Quizás otro hubiese dejado todo y se hubiese ido. Estoy tranquilo con la decisión que tomé, la dirigencia de Quimsa me brindó todo su apoyo en la decisión que tomara y uno está tranquilo porque sabe que, si sigue haciendo las cosas bien, esa oportunidad va a llegar.

- ¿Cómo fue la noche de las 19 asistencias que son récord en la LNB?

-Hay que verlo de nuevo para mí (sonríe). El ponerme el título de ‘récord de asistencia’ no es lo mío, no es lo que quiero tener. Hay que verlo, alguien que le gusta ver partidos y las estadísticas lo podría revisar y fijarse si di 19 asistencias. En su momento me han dicho y han publicado sobre que me quiero adueñar de algo, pero lo menos que quiero es adueñarme de algo. Ese partido uno se brindó al máximo y trató de hacer lo mejor posible, en ese partido hice el máximo de carrera también que fueron 33 puntos. No voy a eso, voy a que me sentí libre, que pude demostrar mi capacidad de juego y disfruté ese momento que es lo que trato de transmitir adentro de una cancha.

- ¿Fue el mejor partido de carrera esa victoria en doble suplementario en Mar del Plata por la temporada 2018/19?

-Sí, sí. Desde el arranque hasta el final, que jugué más de 40 minutos porque no había recambio, en ningún momento dejé de hacer lo que mi entrenador me pedía, de que mis compañeros tiren el mejor tiro y yo aprovechar las oportunidades que me generaba. El juego se dio así, lo disfruté y traté de brindare al 100%.

- ¿Te costó el desarraigo de Cañada de Gómez, sobre todo en los primeros años?

-Fue una decisión mía, en ningún momento nadie me impuso nada. Tengo un papá y una mamá que me apoyaron y brindaron todas sus herramientas para yo poder elegir lo que me guste y poder seguir mi sueño. Uno también en este camino las cosas no me fueron fáciles y a veces uno duda y se replantea cosas. El extrañar hoy en día es un poco menos porque ya tengo como una segunda familia pero sí diferentes costumbres y momentos de tener es convivencia diaria con el padre o la madre es algo que esta profesión te quita y en momentos así de cuarentena a veces uno se pone a pensar o a veces se replantea cosas. Siempre tuve el apoyo y me brindaron las herramientas para que uno pueda lograr sus sueños.

- ¿Cuál de las ciudades en las que viviste por el básquet te gustó más?

-En cada ciudad he estado muy cómodo. Capaz es jugado mejor o peor, pero en ese sentido uno trata de ser agradecido que la oportunidad que le están dando y tratar de aprovecharla. No trato de hacerle mal a nadie ni tampoco de hablar despectivamente de algo, no va conmigo.

Emir Diamante
Pick&Roll

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