• 28-03-2024
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El show manda

“Quien cambia felicidad por dinero no podrá cambiar dinero por felicidad”, dijo una vez el escritor argentino José Narosky. La frase podría aplicarse en todos los ámbitos habidos y por haber. Pero en la ocasión de hoy, la trama gira en torno a la reanudación de la NBA.

Desde el anuncio de la liga el pasado 4 de junio, mucho se especuló en base a su retorno. Algunos jugadores como Kyrie Irving, Damian Lillard, Avery Bradley y Dwight Howard se posicionaron en la vereda de la posición negativa, mientras que LeBron James aparece como el principal aliado de Adam Silver que apoya el regreso. Pero, ¿era necesario volver?

Se hizo todo al revés en la liga. Últimamente viene con varias pifias en el camino. Pero la reanudación es un completo error que puede traer grandes inconvenientes. Los intereses son claros: el factor monetario. Esta cuestión es uno de los graves problemas que puso contra la pared a toda la NBA.

La presión de los patrocinadores, de los equipos e incluso de la televisión por volver hizo tanto mello que terminó por decantar la decisión de retornar el próximo 30 de julio. No obstante, fue una pésima decisión.

Por un lado, está la cuestión de la pandemia. A diferencia de España, quien pudo llevar a cabo el desenlace de la Liga Endesa en Valencia, Estados Unidos no logró controlar y abjar el pico de contagios por el coronavirus. El país ibérico, en cambio, ya pasó lo peor. ¿Hay necesidad de poner en riesgos miles de vidas humanas por un juego de básquet? Incluso el panorama empeoró aun más en las últimas semanas, donde en Orlando, sitio elegido para llevar a cabo la reanudación, se llenó de infectados y, en efecto, el Estado de Florida pasó a liderar el ránking de personas contagiadas en el país americano.

En ese sentido, debería tomarse medidas al respecto. Tomarse un tiempo para ver si el conflicto mejora, en el mejor de los casos. O, en el peor, admitir que continuar la campaña es imposible y dar vuelta la página. Obvio que, como todo amante del básquet, uno no busca llegar a este camino, pero Adam Silver y todo su equipo debe analizar la cuestión y reflexionar a la catástrofe con la cual se enfrenta. Un virus que no discrimina edad ni sexo, que no se sabe cómo contagia pero que tiene volúmenes altos. Sinceramente, arriesgar vidas por un simple juego de básquetbol, es absurdo.

También hay datos que lo reflejan. Más de 25 jugadores han dado positivo en la liga y nadie te garantiza que la curva de contagios crezca con el correr de los días. Pero, ¿qué pasaría si eso ocurriera en la burbuja que se busca implementar en el ESPN World Wide of Sports Complex? Los jugadores, junto con el sindicato que los representa (NBPA), estallarían. Saben lo que sería volver a recobrar confianza entre ambas partes. Es muy riesgoso.

Por otra parte, en el entorno de los basquetbolistas también está la problemática por la justicia social y racial, desatado por la muerte de George Floyd en Minneapolis.

Cabe aclarar que por más que se trate de un tema secundario, el comisionado de la NBA no debe hacer oídos sordos a lo que ocurre.

Por el momento, no es una cuestión que pueda hacer caer la reanudación, pese a los intentos de Kyrie Irving y compañía, pero podría complicarse, sin dudas. Hay varios jugadores que se manifestaron en las diversas marchas a lo largo y a lo ancho del país. Muchos fueron los que sintieron la injusticia y se sintieron afligidos por el triste desenlace del amigo del ex NBA, Stephen Jackson.

Por lo tanto, sería recomendable que la liga tome cartas sobre el asunto y atienda todo sobre esta cuestión. Porque podría complicarse, en caso contrario y, una revolución en conjunto, podría dejar de lado la actual campaña. No bastará nada algún mensaje en la camiseta de los jugadores, como adelantó el periodista Shams Charania.

En ese marco, sería de gran ayuda que Adam Silver y el resto de los hombres trajeados que están a su lado se pongan a escuchar más a los jugadores y menos a aquellos que alegan en traer felicidad a la liga y, en realidad, solo están en búsqueda de incrementar sus cuentas en los bancos. Hay que ponerle un freno inmediato a la codicia de buscar la(s) manera(s) de lucrar a toda costa.

Para aquellos que dicen ser fanáticos de la NBA, deberían pensar en volver a una cancha una vez que la “tormenta” del coronavirus haya cesado, para de esa manera poder desarrollar con tranquilidad la temporada.

Juan Ignacio Alburquerque

@JuaniA10

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