Facundo Campazzo es el jugador argentino más importante del momento alrededor del mundo. Tiene contrato firmado con Real Madrid hasta 2024, pero su reciente incorporación a la agencia Octagon, empresa que maneja los destinos nada menos que de Stephen Curry y Giannis Antetokounmpo, permite pensar que su cabeza puede estar puesta en la NBA.
A medida que los lazos entre Facu y la NBA fueron haciéndose más resistentes dos equipos surgieron como posibles destinos para el cordobés: Uno de ellos fueron los Dallas Mavericks, el otro los Minnesota Timberwolves, donde trabaja nada menos que Pablo Prigioni.
De todas maneras, no es inútil hacer también el ejercicio de echar un vistazo a aquellas franquicias que dispondrán de mayor espacio en el tope salarial de esta particular temporada, golpeada económicamente tras las consecuencias arrojadas por la crisis pandémica.
Los Mavericks de Doncic
Dallas es uno de los equipos de presente y futuro en la NBA. La llegada de Luka Doncic, ex compañero en Real Madrid, dos temporadas atrás transformó la fisonomía del equipo texano, que no tuvo problemas en esperar a que Kristaps Porzingis se recuperara de su lesión, se lo llevó de New York para poder establecerse precisamente en el lugar en el que ahora se encuentran.
Los Mavs vienen de ceder ante los Clippers en primera ronda de los playoff, un resultado previsible pero que les da la pauta de que van por el buen camino. No obstante saben que este recién es el piso que deben permitirse, y de ahora más necesitan ir en busca de un crecimiento grupal.
Campazzo llegaría en un contexto ideal a nivel global: Buen plantel, con vistas de crecimiento y aspiraciones a cosas importantes. Sin embargo, en el plano individual se encontrará con varios jugadores en su puesto.
Si bien Rick Carlisle usa durante muchos minutos a Doncic como armador, el entrenador contó con varios bases en su plantel durante la 2019/2020: Seth Curry, J.J Barea, Jalen Brunson, Trey Burke y Delon Wright.
De esta nómina prácticamente habría que descartar al boricua Barea, quien en declaraciones al diario “El Nuevo Día” de su país reconoció: “Si quiero jugar me tengo que ir para otro lado”. Barea no contó con mucho tiempo de juego este año y su contrato se terminó con el final de la liga, por lo que sel regreso es improbable. Burke, por su parte, también terminó su vínculo con Dallas. El nacido en Ohio vio acción durante los playoff, por lo que habría que esperar a saber qué planes tiene la dirigencia para con él.
Brunson es quien más cumple el rol de base suplente comandando a la segunda unidad de Carlisle. Ha compartido cancha junto a Curry con éste liberado como escolta, y todavía tiene dos años más de contrato. Mientras tanto, Delon Wright - según las estadísticas avanzadas - solamente jugó un 7% de su tiempo en cancha como armador.
Los Timberwolves de Prigioni
La barca de los Timberwolves navega en un mar de dudas por estas fechas. Minnesota se hizo del número uno del draft semanas atrás pero todavía no queda claro cuáles serán las intenciones del colombiano Gersson Rosas (presidente), aunque cada vez suenan más fuertes los rumores de un posible canje.
Desde el momento en el que se hicieron de la primera selección en Minnesota comenzó el debate alrededor de si ir en busca de uno de los tres proyectos más importantes de la camada 2020 (LaMelo Ball, Anthony Edwards o James Wiseman), o bien usarla como una carta de intercambio para hacerse de jugadores que puedan nutrir el plantel y lo conviertan en uno más competitivo.
Es por eso que por el momento todo se mueve alrededor de especulaciones e hipótesis, incluso el eventual rol de Campazzo. Una de las principales figuras del equipo de Ryan Saunders es precisamente su base, D’Angelo Russell, quien conforma una gran dupla junto a Karl-Anthony Town alrededor de la cual girarán los T’Wolves.
No obstante, Russell es el único base natural que hoy en día conforma el plantel, además no hay que olvidar un dato que puede ser clave: Pablo Prigioni es uno de los asistentes que conforma el staff técnico de Saunders.
Pese a que desde hace mucho tiempo los planetas FIBA y NBA fueron acercándose cada vez más, no deja de existir en algunos casos un período de adaptación al medio. Facundo terminó en un alto nivel la 2019/2020 con el Real Madrid, y su 39.5% en triples es alentador pensando en que pueda entrar en el tercer equipo que más lanzamientos de larga distancia intenta (39.7), aunque curiosamente es el segundo peor de toda la liga anotando sólo el 33.6%.
En esta cuestión será de suma importancia la manera en la que el cordobés arme su tiro; quizás esté más acostumbrado a tomar triples a pie firme y no tanto desde el dribble y con una mecánica demasiado veloz.
Asimismo, dadas sus características de juego el base de la selección argentina puede ayudar a los T’Wolves a progresar en otros dos aspectos del juego como los ataques en transición (terminó 20º con un 14.9% de resoluciones por esa vía) y en defensa: Minnesota fue el décimo peor equipo de la NBA con un promedio en contra de 111.6 puntos cada 100 posesiones.
El contexto de las finanzas
El equipo que más holgado se encuentra financieramente de cara a la 2020/2021 son los Atlanta Hawks, un plantel joven que si cuenta con un puesto bien cubierto es el del base. Trae Young es la figura y uno de los mejores jugadores en el puesto dentro de toda la NBA. Tiene la particularidad de haber sido cambiado por Luka Doncic, pero al margen de esta anécdota el ex armador de la Universidad de Oklahoma impactó de inmediato en Atlanta.
A su lado Jeff Teague llegó la temporada pasada para jerarquizar el plantel, y es además uno de los hombres más experimentados con los que cuenta el técnico Lloyd Pierce.
Si finalmente Minnesota se decide por canjear su selección número uno, existen rumores que los Hawks irían en busca de ésta para poder elegir a Anthony Edwards. A pesar de ser el equipo que supuestamente más dinero dispondrá en la agencia libre (resta saber todavía cuál será el tope) quizás no se precipiten a gastarlo deliberadamente, ya que no parece ésta la mejor oportunidad de cara a los jugadores que habrá disponible y no necesitan que la 20/21 sea su temporada de despegue, según apuntó el manager Travis Schlenk.
Detroit, el siguiente en la lista
Luego de enviar a Andre Drummond a Cleveland durante la temporada pasada los Pistons están en una etapa de transición, y quizás esta 2020/2021 no sea muy esperanzadoras para ellos.
Hoy en día cuentan con siete jugadores bajo contrato, más una opción por Sviatoslav Mykhailiuk y otra perteneciente a Tony Snell, junto a una larga lista de dudas de cara a lo que se viene.
En principio, desde Detroit hablan de reforzar el plantel con un base y un pivot; Durante la lotería del draft se quedaron con la séptima posición, aunque como ocurre con la gran mayoría de los equipos (incluso lo mejores posicionados) no hay certezas sobre los rookies a los cuales apuntar como objetivo. Derrick Rose, Blake Griffin y Luke Kennard son los principales baluartes para Dwane Casey.
Sin tanto zumbido en Charlotte
Los Hornets son el tercer equipo que tendría más espacio en sus cuentas ante el tope salarial. Otra de las franquicias en plena reconstrucción que no apunta a un rearmado en el corto plazo, sino por una reestructuración algo más lenta pero eficaz.
La franquicia propiedad de Michael Jordan comenzó a acomodar sus finanzas desde la llegada de Mitch Kupchak a la gerencia general (2018), y ahora con la economía pasando del “rojo” al “azul” las ideas son más claras y los objetivos pueden plantearse con mayor comodidad.
Hoy Charlotte se encuentra en medio de una etapa de reconstrucción para la cual cuenta con la tercera selección del próximo draft; el plantel que conduce James Borrego no posee una estrella definida ni de gran calibre, por lo que quizás una decisión que pueda tomar la dirigencia sea el de hacerse del mejor jugador disponible independientemente del puesto que se necesite reforzar.
Una de las principales preguntas que se hacen en North Carolina es alrededor del futuro de Nicolas Batum. El francés es la cara más reconocible del equipo, pero su contacto es muy alto y quizás piensen que sus días como líder están terminándose. De todas maneras, el alto costo de su salario lo convierte en una pieza difícil de intercambiar a sus 31 años.
Devonte´ Graham - base titular - explotó en su segunda temporada en la NBA siendo el máximo anotador del equipo con 18.2 puntos por juego junto a Terry Rozier (18 ppp), su ladero en la media cancha.
Michael Bridges y, sobre todo, P.J Washington (viene de su temporada rookie) conforman una estructura joven en Charlotte que necesitará de más elementos para robustecerse en una siempre pareja conferencia Este.
Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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