El primer cuarto fue parejo. Nuestra chicas salieron a cubrir su pintura, donde la diferencia de altura era notoria, y de esta forma relegaron la idea de defender fuerte su perímetro. Si bien en los primeros minutos hubo paridad, a base de triples el conjunto cubano abrió el partido a su favor, apoyado además en la supremacía que marcaba sobre los cristales.
En ataque nuestra selección se mostró serena, rotando bien el balón y cuando pudo, colocándolo en la pintura, incluso con buenos juegos en pareja. Con mucho sacrificio defensivo y un fuerte bloqueo en su cilindro, las Gigantes quedaron a uno al cabo de los primeros diez (19 - 20).
La rotación del plantel hizo que la estructura de juego se debilitara y se notara en el segundo chico, donde Cuba comenzó perdiendo 23 a 21 (se llevaba jugado un minuto) y terminó yéndose al descanso largo arriba por 15, 25 a 40 (estuvo 18 arriba). Fue el momento más crítico de las criollas, donde no encontraron la manija en ataque, y se vieron desbordadas por los tiros exteriores en su propio campo.
Pero por algo le dicen Gigantes a las nuestras, y con el corazón como bandera salieron a jugar el tercer periodo. Volviendo a las fuentes, la defensa fue la clave. Quizás no son los mismos nombres, pero en esos minutos estuvo presente el espíritu guerrero que sorprendió a propios y extraños en el último mundial, y tantas satisfacciones nos dio.
Presionando en la salida de las caribeñas, y poniéndose aún más fuertes a la hora de no dar segundas oportunidades, las celestes y blancas comenzaron a limar la diferencia, quedando a solo seis puntos (48 - 56) para entrar al cuarto final.
El epílogo fue emotivo de punta a punta. Ya desde el arranque del mismo Argentina siguió descontando, poniéndose a tres (56 - 59) a falta de seis minutos, a dos (59 - 61) a cuatro y medio para el cierre; y llegando a igualar en 61 a través de una conversión de Anastasia Saez.
Nuevamente el horizonte se puso negro para nuestras chicas, ya que entraron a la última posesión de balón del partido abajo por tres, 66 a 63. Se rotó el balón por todo el perímetro y cuando restaban cinco segundos Chesta quiso pasarlo, el mismo fue tocado por una cubana y se perdió por línea final.
Con solo dos segundos para el final, el balón le llegó a Paoletta, que recostada sobre el eje izquierdo de cancha lanzó de tres, la americana pegó en el tablero e ingresó; obligando a una prórroga y desatando la alegría de todo el banco de suplentes nacional.
En el suplementario no se sacaron ventajas. Si bien las Gigantes arrancaron con dos pérdidas, en la mitad del tiempo extra volvieron a igualar el marcador (72 iguales), empujadas por la conducción de Laura Nicolini. Cuba se volvió a escapar, y si bien no estuvo fina desde la línea de libres (como ocurrió en el cuarto periodo) hizo valer sus centímetros cerca del canasto y a falta de 22 segundos se encontró arriba, 80 a 74, sentenciando el partido a su favor.
Nuestras chicas no bajaron los brazos y lograron que el resultado final fuese 81 a 79, con otro triple sobre la hora de Paoletta, aunque no llegaron a lograr la victoria. Para hoy el rival será el durísimo Estados Unidos, a partir de las 19:45.
Síntesis
Argentina (79): Laura Nicolini 8, Marcela Paoletta 16, Paula Gatti 9, Alejandra Chesta 17 y Constanza Landra 5 (inicial); Mariana Cava 0, Celeste Cabañez 0, Sandra Pavón 6, Alejandra Fernández 0, Florencia Fernández 10 y Anastasia Saez 8. DT: Eduardo Pinto.
Cuba (81): Yakelyn Plutin 9, Oyanaisy Gelis 11, Yamara Amargo 2, Yaima Boulet 14 y Suchitel Avila 23 (inicial); Arlenys Romero 5, Yolyseny Soria 13, Cariola Echevarria 0, Leidys Oquendo 0 y Clenia Noblet 4. DT: Alberto Zabala.
Parciales: 19 - 20 / 25 - 40 / 48 - 54 / 66 - 66.
Árbitros: Daniel Delgado (VEN) - Gabriela Shaer (CRC) - Karem Lasuik (CAN).
Estadio: Arena Multiuso.
Emanuel Niel
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