Muchas cosas pasaron en 12 días y casi todos los recuerdos que Argentina se lleva de Las Vegas son muy gratos. La selección tuvo un comportamiento ejemplar, un juego maravilloso y se quedó con el boleto a Beijing que vino a buscar.
Los residentes argentinos que por la única y habitual razón del dinero se quedaron a vivir en Las Vegas nos fueron contando las delicias y misierias de vivir por aquí. Nunca se pierde de vista el terruño original y nuestras costumbres. Asi es como convirtieron el helado y gigante estadio en una dulce y cálida muestra de cómo siente un Argentino el deporte y su selección.
Generalmente se ubicaban en cuatro o cinco lugares distintos del estadio. El grupo más grande se ponía detrás del banco de suplentes de la Argentina. Cuando llegó el momento de jugar contra Estados Unidos, ocurrió lo mejor, ya que (bien de Argentino) casi todos sacaban la entrada más barata (la bandeja superior) y se iban a la platea. Pero con las butacas de plateas vendidas (hubo 8000 personas en el primer USA-Argentina) los nuestros se fueron detrás de uno de los aros.
Por primera vez se juntaron allí los 300 argentinos, incluso algunos hermanos uruguayos que también se prendieron, y fueron la atracción de un partido caliente. Ya hemos dicho que en la Argentina los barra bravas serían tipos queribles sino fuera por la violencia. No debe existir nada mas lindo en el marco del deporte que la gente gritando con las banderas. Eso fue lo que se vio en el Thomas and Mack.
El estadio tiene dos anillos. El superior mas chico que el de abajo. Pero no tiene separaciones, ni se montan cordones policiales como en el Polideportivo de Mar del Plata cuando juegan Peñarol y Quilmes.
Entonces sonó gracioso cuando los nuestros verdugueaban una y otra vez a los gringos sin que estos entiendan ni una palabra. Pero todos unos al lado del otro. Finalmente con la derrota consumada, una por 15 puntos, la menor de todo el torneo contra el Dream Team, y luego en la final, llegó el festejo fue clásico “Ole, ole, ole, ole ole ole olá, ole ole ole cada día te quiero mas..soooyy argentino, es un sentimiento no puedo paaaarar”. Todos cantaban mientras revoleaban trapos, remeras y banderas.
Naturalmente la gente local no entendía mucho. Solo atinaron a sacar sus celulares y sacar fotos. Luego el show de los argentinos siguió afuera del estadio, en la galeria central primero y en el estacionamiento después. Allí los gringos continuaron retratando el momento mientras comentaban: “menos mal que perdieron, lo que hubiersa sido si ganaban”. Nadie les explicaba que los sentimientos no saben de derrotas.
También se vivió intesamente en el mundo del periodismo el acontecimiento tanto para los triunfos con Brasil como las derrotas contra USA. El periodista que sigue a la selección se da la oportunidad de vivir con pasión y en primera persona cada partido, por lo tanto no fue extraño escuchar gritos desde el palco de prensa de los periodistas argentinos contra los árbitros o apoyando a los jugadores en determinadas jugadas.
El que se llevó el premio al periodista más hincha de la selección fue Leo Verseci. El comentarista de “tirando al aro” que realizó las tranmisiones por Radio Provincia de Buenos Aires y Radio Nacional, posee un privilegiado vozarrón que encendia ya desde el himno, cada vez que finalizaba al grito de “vamooossss argentinaaaaa”. Luego ya se convirtió en una cábala y durante los partidos hizo las delicias de todos cuando cerraba su micrófono y gritaba todo lo que le parecía el partido. Asi lo vivió también todo el periodismo. Una comunión que siempre se da lejos de casa. También fue importante el aliento del grupo de periodistas que se ponían al costado de la cancha, liderados por Juan Cisneros y Pepe Grandinetti.
Con las mochilas repletas de chucherias, inservibles todas ellas, la alegría a flor de piel de haber estado en unos de los grandes momentos del básquetbol argentino y con el cansancio a cuesta de dormir poco, nos vamos de Las Vegas.
Una ciudad que a fuerza de calor no permite que vivan ni los mosquitos, que tiene árboles por riego artificial y sino directamente desierto, que se expandió el 200% en los ultimos 10 años y que representa la opulencia del dinero en un mundo empobrecido. Una ciudad donde Argentina dejo escrito su nombre gabrado a fuego.
Foto: Gentileza www.fibaamericas.com
Pablo Tosal - Enviado especial
www.pickandroll.com.ar
Muy buenas las notas desde Las Vegas, ahora a practicar chino he !!!
Respondersisi, porque son “LA PICK” les guste o no es asi como la llamamos los hinchas de este hermosos deporte. Les escribe JORGE del Sur del pais (de Neuquen p ser exactos) y solo les robo dos minutos para decirles que fué muy buena la cobertura en USA, sobre todo con notas como ésta teñidas de emoción y puro amor por la albiceleste.....mas que periodistas son un hincha mas que nos representa al igual que este equipazo de valores humildes con gran hidalguía!!!!<BR/>Sigamos adelanta LA PICK, muy buen torneo otra vez, y a esperar estar en JAPANese (asi se dice???)
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RAD23 04/09/2007
Hay cosas que el dinero no puede comprar. <BR/>Amor a los colores, pasión, vehemencia, orgullo...<BR/>(y la cosa funciona porque de la cancha responden igual)<BR/><BR/>NOTA:<BR/>Se logró que lo amargos de los yanquis cantaran, si, si en un momento abajo por un montón en los ataques argentinos se escuchaba el “argentina, argentina...”, a lo que los amargos contestaron “usa, usa...”
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