En búsqueda del nuevo equipo sigue la vida de Peñarol. A la hora del análisis frío, la llegada al equipo de Roberto Canutti no deja de ser un soplo de esperanza. El puntaltense regaló 8 asistencias y demostró que si logra equilibrar su vértigo y explosividad con un poco más de sobriedad en el traslado será un pieza importante en el equipo.
La llegada de un base era necesaria, porque la distribución del balón en ofensiva siempre fue un Karma, situación que Canutti resolvió casi siempre bien. Pero el principal defecto de Peñarol fue la salida contra presión, algo que el pibe todavía debe demostrar. Cada vez que Gimnasia presionó 3/4 de cancha tuvo problemas. De cualquier manera un solo partido, justo el debut, los nervios, son condicionantes como para no poder abrir un juicio de valor contundente. Y esta noche tendrá un durísimo examen ya que la media cancha de Estudiantes es una de las más fuerte de la Liga, por talento y experiencia.
A Peñarol, en la temporada los equipos con buena media cancha lo complicaron siempre, y la clave del juego estará en que Canutti (ante la ausencia por lesión de Liguori, la responsabilidad se incrementa) y Pablo Ortega (de buen rendimiento el viernes) puedan abastecer a los internos que en la teoría sacan ventajas por sobre la visita. Luego de la ida del Front Court albo, Alexander y Williams, sólo Manuel Muguruza y Fernando Varas quedaron como internos reales, ya que Claudio Farabello y Diego Prego se disfrazan de Ala pivot para defender.
Además de la esperada segunda presentación del nuevo base peñarolense, la gente querrá ver qué puede dar el alero uruguayo Jesús Rostán, que seguramente será más que lo poco que mostró el viernes, aunque habrá que ver cuánto más. Y si es posible el debut de Pablo Viera que calentó el banco de los suplentes en el último partido.
Pablo Tosal
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