Quilmes viene bien, tiene síntomas muy positivos de un equipo en formación, pero no deja de ser justamente eso: un equipo en formación y sus irregularidades conspiran contra sus chances. Anoche Obras no jugó bien, lanzó mal (1/12 en triples) y aun así mantuvo en jaque a un Quilmes que podría haberlo liquidado mucho antes.
De acuerdo al potencial de los planteles Quilmes y Obras son equipos similares, aunque el relevo del conjunto porteño es más acotado que el de Quilmes. Ambos venían de ganar en las primeras dos fechas y de acuerdo a estos dato se esperaba un partido parejo. Los escépticos podrían decir: “es lo que salió”.
La resolución final dice: Visto y considerando el desarrollo del partido, el muy buen nivel de juego que mostró Quilmes por momentos, la poca eficacia que anoche tuvo Obras, Quilmes debió resolverlo mucho antes. Y no supo o no pudo. La garra de Obras, sin rendirse le complicó la vida.
Cronología. En el primer cuarto salieron a los tumbos. Partido de vaivén. Un rato Obras (2-7), un rato Quilmes (14-11), otra vez Obras (14-17) de nuevo Quilmes (20-17). El partido no se armaba nunca.
Borrel lastimada de 5 metros o bandejas voladas por arriba de la cabeza de todos, con tablero. No se puede decir que los puntos de Borrel eran los puntos del juego interior de Obras. Sólo Tyler Field dañó la pintura quilmeña. El local contestó con Dentis y Reynolds y dos triples. Nadie corría y no había rebotes ofensivos.
Un ejemplo que Quilmes esta en formación la dio su técnico, quien ayer llevó como objetivo primario a Once Unidos ganar el partido y como objetivo secundario utilizar el mayor tiempo a Villares para darle continuidad.
Así se vio una desconocida rotación (al menos para el Huevo) de 9 hombres en un cuarto. Hasta el técnico deberá acostumbrarse al material que tiene. Primero la base fue Salles, después Aguirre y después los dos juntos. Lo curioso es que ninguno de los dos tiene marcha lenta. Ambos juegan de tercera para arriba.
Luego en la posición del dos rotaron: Maciel, Villares y Aguirre, en ese orden, siendo Maciel y Karcher la rotación del alero (incluso Maciel de 4). Con toda esta ensalada de nombres, a toda velocidad (como se presentó el partido) es muy difícil medir la continuidad de un quinteto en cancha.
Vale agregar que Obras Sanitarias jugó espejo a esta situación. Cortes y Titarelli en la base, Cocha y Chaher de escoltas, Rockett y Ravina de aleros y la combinación que uds imaginen (Incluso con Cocha de escolta y Chaher de alero). Nunca un quinteto tuvo más de 5 minutos de continuidad en la cancha. Prueban, todos prueban.
Cierto es que, salvo Villares, en Quilmes no parece haber titulares y suplentes. Todos pueden entrar y salir. Incluso no hay goleadores. Por eso es un tiro para cada uno en las ofensivas. Distinto de Obras que anulado Borrel tuvo que subir una montaña para encontrar gol.
Y con tanta rotación Quilmes finalmente encontró mejores variantes en el segundo cuarto para sacar una distancia que se hizo de 13 (42-29) promediando el cuarto y que cerró a solo 6 cuando llegó el entretiempo (46-40).
En el tercer cuarto otra vez el cervecero arrancó mejor y tomó distancia de 12 (56-44) pero se ahogó en la defensa “tachera” y quiso resolver por situaciones individuales. Tantos cambios le hizo perder el norte y ya no tuvo dinámica de pases, se apuró y en las resoluciones personales de sus jugadores no encontró porcentajes (2/7 en triples).
Obras leyó el cartel de “Bienvenido al juego” que le proponía Quilmes y entró. Estaba perdido y sin embargo no dejó de luchar achicando la diferencia punto por punto. Si no tuvo mayor suerte es porque lanzó 0/6 en triples en el segundo tiempo y no tuvo ningún jugador que liderada el goleo.
Cuando Quilmes tenía el agua al cuello en el último cuarto pudo liquidarlo desde la línea de libres con 7/8. La gente en las tribunas clamaba por el clásico del domingo y los jugadores estaban apurados en cerrar el juego con Obras teniendo la cabeza ya en Peñarol.
La mejor noticia para Quilmes fue que un partido difícil dependió de si mismo, para bien y para mal. Lo de Obras fue una mala noche, por gracia del rival y por defectos propios. Falta mucho y esto recién empieza.
Síntesis
Quilmes (84): Hernando Salles 11, Mark Karcher 13, Maximiliano Maciel 9, Antonio Reynolds 14 y Ezequiel Dentis 13 (FI); Diego Romero 4, Sebastián Porta 0, Nicolás Aguirre 13 y Eduardo Villares 7. DT: Oscar Sánchez.
Obras Sanitarias (77): Fernando Titarelli 6, Gabriel Cocha 10, Jushay Rockett 8, Lázaro Borrell 13 y Tyler Field 17 (FI); Daniel Chaher 6, Fernando Calvi 10, Sergio Ravina 4, Cristian Cortés 3 y Emilio Olsson 0. DT: Bernardo Murphy.
Parciales: 24-24, 46-40 y 67-58.
Progresión: 24-24, 46-40, 67-58, 84-77.
Árbitros: Alejandro Ramallo-Raúl Imosi.
Estadio: Once Unidos (1400 espectadores)
Foto: Majo Gil (mjgil@pckandroll.com.ar)
Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar
DEJA UN COMENTARIO