• 07-02-2025
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Reconstruyendo un sueño

Se sabía que las secuelas de las derrotas duras en un clásico siempre provocan vaivenes en un equipo, que pueden durar un partidos, varios o (como en el caso de Quilmes anoche) apenas un cuarto.

El cervecero ingresó al juego recién en el segundo cuarto, antes fue un dibujo, o en realidad, vivió mentalmente la continuidad del partido con Peñarol. Independiente tuvo muchos méritos en el segmento inicial, pero fueron apoyados por extraordinarios porcentajes y sobre todo por la endeble defensa de Quilmes. Desde el segundo cuarto en adelante Quilmes ganó todos los parciales y los 30 minutos 63-44. Con situaciones que valen la pena contar.

El rojo neuquino tuvo su show time en el inicio del partido, pases punzantes al corazón de la defensa de Quilmes con apariciones fantasmales de Byron Johnson que terminaron en volcadas, triples de Juan Pablo Sánchez con la marca encima, juego de pases y definición de altos porcentajes. Quilmes iba y venia viendo como Independiente era dueño y señor del partido.

En tanto el cervecero sólo imponía la jerarquía de Antonio Reynolds en la pintura, siendo muy poco abastecido. Quilmes jugaba perimetral y mal (0/6 en triples). La defensa zonal de Independiente parecía el Himalaya para Quilmes.

La historia cambió en el segundo cuarto por dos situaciones claves: La rotación de los equipos y la defensa combinada del cervecero.

Por un lado el técnico Sánchez mandó a Maciel y Salles sobre los tiradores de Independiente, puso a los otros tres en zona triángulo: Villares en la punta de eje y Reynolds y Dentis atrás. Esta zona contuvo en parte los movimientos de Byron Jonson y a su vez no le dio espacios a J.P. Sánchez, La Bella o López para tirar.

La segunda situación fue la rotación poco efectiva de Independiente. Cuando Santángelo sentó a descansar Byron Johnson y Juan Pablo Sánchez no encontró ningún jugador del banco que supliera el gol que tenían estos dos jugadores. Se ahogo en la defensa del cervecero pero también se ahogó en si mismo. Con un fulgurante parcial 23-9 Quilmes levantó los 13 puntos en contra (20-33) y pasó al frente por primera vez (43-42).

Desde allí el partido se hizo parejo con algunas sensaciones claras. En el segundo cuarto Quilmes no fue tan extraordinario ni superior como para remontar la diferencia, pero puso el tanteador de su lado. Bastó el reingreso de Byron Johnson para que Independiente tomara otra vez la delantera.

En cambio en el tercer cuarto fue el mejor juego de Quilmes y no pudo despegarse de su rival. Es decir, cuando dominó el juego (el desarrollo) le faltó gol, en cambio cuando estaba igualado o perdido encontró respuestas con el aro.

El tercer segmento fue un duelo de defensa y de errores por partes iguales. La presión al traslado provocó que Lauro cometiera tres pérdidas seguidas. Su relevo Leandro La Bella, no tuvo acciones positivas en su reemplazo e Independiente quedó partido. Otra vez, como sucede habitualmente en este torneo el equipo se volvió byrondependiente. Era Johnson contra el mundo. En tanto Quilmes erró todo (5/11 en dobles y 1/7 en triples) de todos lados.

Para el cuarto final Quilmes abandonó el triángulo y dos y volvió a la defensa individual al igual que Independiente que se jugó la definición en hombre a hombre. El partido ganó en emoción y se hizo muy intenso.

El rojo merced a un pasaje positivo de La Bella y López sacó 6 (64-70) a falta de 5.30, pero Quilmes se vino encima con un enorme Hernando Salles y Reynolds que se cargaron el equipo al hombro. A ellos se le unió Villares formando el tridente que el tricolor necesitaba para ganar.

Cuando salió a buscar el partido en terreno de paridad, Independiente se vio perjudicado por sus pésimos porcentajes en triples (0/8 en el cuarto final) mientras Quilmes hizo lo que debía: Puso la pelota muy cerca del canasto (7/10 en dobles) para lastimar donde debía sacar diferencias.

La defensa de Quilmes tuvo una gran reacción para corregir un juego que venía torcido, mal parido y que podría haber sido un dolor de cabeza si no reaccionaba, Salles tuvo su noche de inspiración ofensiva y lideró a su equipo (en todo sentido). Independiente se queda muy corto con un solo extranjero, necesita como el agua alguien que acompañe en el goleo a Byron Johnson, porque luchar… luchan todos, pero no le alcanza.

Síntesis
Quilmes (83): Hernando Salles 24, Eduardo Villares 19, Mark Karcher 3, Antonio Reynolds 17 y Ezequiel Dentis 11 (x) (FI), Nicolás Aguirre 1, Maximiliano Maciel 5, Cristian Romero 3 y Sebastián Porta 0. DT: Oscar Sánchez

Independiente (79): Leandro Lauro 5, Juan Pablo Sánchez 11, Esteban De la Fuente 7, Nicolás Romano 8 y Byron Johnson 29 (FI) Claudio Chiappero 6, Leonardo La Bella 5, Martín Melo 0 y Esteban López 8. DT: Mauricio Santángelo

Parciales: 20-31, 23-14, 15-12, 25-22
Progresión: 20-31, 43-45, 58-57, 83-79
Árbitros: Roberto Settembrini y Jorge Chavez
Estadio: Once Unidos (1200 espectadores)

Foto Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

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