Fue la revancha esperada. Muy dolido terminó Regatas tras la caída en Gualeguaychú (85-81 el viernes pasado). Y sin dudas que la procesión iba por dentro. Pero anoche se exteriorizó y esa bronca contenida le sirvió al equipo del parque Mitre para propinarle una verdadera paliza -deportivamente hablando- a Central Entrerriano, que llegaba con el aval de haber ganado sus últimos cinco partidos.
Fue un triunfo inapelable, por 79-56, que dejó sin argumentos a los dirigidos por Martín Guastavino. Porque Central jamás le encontraron la vuelta a una impecable defensa regatense, al punto que terminó con ¡20 pérdidas!, propiciadas justamente por la presión y solidaridad defensiva de Regatas.
A priori se proyectaba un duelo parejo, como fueron todos los partidos entre Regatas y Central durante esta temporada. Pero apenas si existió paridad en pasajes del primer tiempo; ya en el tercer cuarto el dueño de casa impuso definitivamente condiciones. Por eso el segmento final estuvo de más; porque esta vez sí Central había tirado la toalla de antemano.
Como si fuera el round inicial de una pelea de boxeo, ambos empezaron intercambiando golpe por golpe, aunque sin dañarse nocivamente. Lo mejor del elenco de Santander se veía cuando aceleraba en ofensiva y evitaba que se reagrupe en defensa Central. Los “rojinegros” respondían con los posteos de Martina (7 puntos en el primer cuarto) en la llave o alguna aparición de Cangelosi desde el perímetro. Aunque Cavaco lucía infalible con los tiros a distancia (dos triples) y encontraba en Robinson (seis) a su mejor aliado para que Regatas liderara el score 20-16 al cabo de los primeros diez minutos.
Fue la antesala de un pasaje excelente, brillante de Regatas, que asfixió a Central en el inicio de segundo cuarto, con su defensa en la primera línea. Seis pelotas consiguió robar Regatas por la presión ejercida y supo traducirla en ataques rápidos. Robinson y Rivero fueron los que mejor interpretaron la sintonía vertiginosa y, anotando 15 tantos entre ambos en el parcial, Regatas escapó 41-25. Sin embargo, ese arranque infernal (racha de 13-2 en menos de tres minutos) de a poco se fue diluyendo y Central se acercó sigilosamente a nueve (43-34).
Sin embargo, Regatas terminó de quebrar a su rival en la segunda etapa. Siempre con la defensa como rasgo distintivo, el equipo del parque Mitre fue lentamente desmoralizando a su rival, que era una máquina de perder balones. Claro que esto era mérito compartido. Por un lado, la defensa presionante del local; por el otro, la impericia propia y el desconcierto de no saber cómo hacer para birlar lo que por momentos parecía una muralla infranqueable.
El partido se fue desdibujando, perdiendo lucidez. Aunque la sensación era que el amo y señor de las acciones era un Regatas muy sólido en defensa, que cuando se lo proponía estiraba la diferencia en ataque (la máxima fue 75-50).
El último cuarto le sobró al encuentro. Central ya estaba fastidiado con Dios y medio mundo. Regatas lo había sacado de quicio con su tremenda defensa. Sin dudas que a medida que transcurren las fechas, el equipo del parque Mitre se va topando con su identidad. Sino que lo diga Central...
Síntesis
Regatas Corrientes (79): Javier Martínez 4, Diego Cavaco 13, Ramzee Stanton 13, Clarence Robinson 16, Damián Tintorelli 3 (FI), Agustín Carabajal 11, Roberto López 6, Juan Manuel Rivero 13, Milton Temute 0, Marcos Rinas 0. DT: Silvio Santander.
Central Entrerriano (56): Rafael Costa 6, Juan Cangelosi 5, Kwan Johnson 6, Robert Brown 6, Fernando Martina 10 (FI), Sebastián Cabello 8, Maximiliano Riolfo 0, Gastón Torre 2, José Luis Melchiori 6, Sebastián Vega 7. DT: Martín Guastavino.
Parciales: 20-16, 45-34 y 56-43.
Jueces: Pablo Estévez y Mario Aluz.
Estadio: José Jorge Contte.
Foto: Gentileza Prensa Regatas Corrientes
Nota: Gentileza Carlos Zeniquel (h) – Diario Época
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