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Por parto natural

Todo le cuesta a este Quilmes versión 2007/08. Hasta ahora los triunfos nunca llegaron con diferencias holgadas, tanto es así que está puntero con record de 7-3 y no pudo ganar todavía por más de 8 puntos. El Nacional Monte Hermoso en Once Unidos fue otra muestra más de la paridad de la Liga y la confirmación que cualquiera gana en cualquier cancha.

Fue un partido que en el primer tiempo aburrió a todos. Mal jugado, peleado y con diferencias para El Nacional (36-41) merced a una defensa más sólida y la persistente recarga del rebote ofensivo (11), que primero le permitió corregir sus tiros de cancha pero sobre todo le impidió a Quilmes sacar el contraataque.

Uno de los escasos rebotes defensivos de Quilmes que tomó con claridad, logró la única bandeja de contraataque del primer tiempo (de Salles). Después fue todo tormentoso como la noche para Quilmes.

La estrategia del técnico visitante, Juan García se basó en apurar con Barrios y Amicucci la marca de Reynolds siendo que Dentis tomaba a Kanté. Quilmes con la rotación de Sebastián Porta y Diego Romero no pudo nunca solidificar su tabla. La defensa individual de El Nacional fue más consistente en la primera mitad, negando que Quilmes corra y obligándolo a tomar lanzamientos muy forzados.

Oscar Sánchez rotó rápido el banco y se equivocó. Salles estaba en condiciones de paridad con Castets pero el comienzo helado del pibe Nicolás Aguirre lo perjudicó. El equipo no fue el mismo y el propio “Penka” se hizo cargo pegándole una trompada al acrílico del banco de suplente por impotencia y decepción cuando lo reemplazaron. El partido le daría luego una revancha divina.

El segundo cuarto fue un pozo absoluto de juego. Quilmes no podía alimentar a sus internos y El Nacional sacaba pequeñas ventajas con el gran trabajo de Amicucci. La aparición de Ferrini fue positiva y se despertó un rato Patricio Rodríguez para que El Nacional ganara el primer tiempo.

Hasta allí había un dato que sobresalía y luego sería decisivo: se habían pitado 30 faltas. Quilmes tenía Maciel con 4 y Reynolds con 3 mientras que la visita padecía con las tres faltas de Kanté y Amicucci.

Roberto Settembrini y Leonardo Mendoza, los árbitros del juego decidieron pitar lo que nunca se pita, que generalmente estuvo bien cobrado, pero que no existen dos partidos seguidos que se cobren. De allí la exasperación de la gente. Para el segundo tiempo este dato sería clave.

La otra mitad del juego devolvió largamente el dinero de la entrada. Los partidos malos suelen ponerse buenos solo por condición de paridad, pero en este caso mejoraron las individualidades, las acciones y hasta el desarrollo estratégico. Una joyita de pasión, lucha y juego que valió la pena ver.

Quilmes salió con la idea de darle la pelota a Reynolds, lo logró y el ala pivote metió 3 dobles consecutivos. Esto atrajo muchas doble marca y aparecieron los lugares para Hall. El Nacional se recostó en una zona 2-3 y Quilmes tuvo como virtud no comenzar el festival del triple. Jugó con paciencia, abrió huecos y tuvo un renacer ofensivo importante con 10 puntos de Hall en el cuarto.

EL Nacional utilizó muy bien a Pablo Barrios contra Reynolds en ataque pero tuvo muy poco gol en los perimetrales (6 pts en total). Es que la marca del local mejoró ostensiblemente sobre la media cancha rival. Quilmes gano 23-19 el cuarto y entró solo abajo por uno (59-60) al segmento final.

En el parcial final fue constante la paridad sin que se sacaran ventajas. Los nervios y las faltas (en total fueron 59) hacían estragos en un partido muy cortado. Quilmes venía errando todo desde el perímetro y a falta de cuatro minutos el Huevo Sánchez metió un cambio que dio vuelta el partido. Pensó que no podía ganarlo con un pivote y mando a Hall de ala pivote con doble base (Aguirre – Salles) y Villares de alero junto a Reynolds de ala pivote. Del otro lado El Nacional estaba con Kanté y Barrios en el Frontcourt para cerrar el juego. Fue una apuesta fuerte que le salió bien.

El cambió lo metió cuando Quilmes perdía 68-72 y ese quinteto metió un parcial 13-3 para dar vuelta el juego como una media. Fue el primer gran parcial a favor del cervecero justo en el momento más indicado.

Luego llegaría el asombroso final. Con el marcador 81-75 favorable al cervecero, Mariano Castets fue a la línea de libres a falta de 35 segundos. Metió los dos y cuando ingresó el segundo, el árbitro Mendoza sancionó falta de Reynolds (la quinta) en la lucha de la posición. Estalló el banco de Quilmes y toda la gente. Lo cierto es que fue kanté a la línea, metió el primero (81-78), falló el segundo, rebote ofensivo de Sanders y doble (81-80).

El nacional cortó con falta a Villares que fue a falta de 15 segundos a la línea y convirtió solo uno de los dos (82-80). En la acción final la pelota le quedó a Federico Ferrini que desde 4 metros metió el doble del empate (82-82) ante el asombro de todos. Quilmes tenía a Maciel, Reynolds y Hall afuera por faltas. El Nacional estaba más entero.

En el suplementario surgió inmensa la figura de Aguirre. El técnico de Quilmes insistió (esta vez por necesidad) con la doble base y le dio resultados en el goleo Aguirre (12 puntos con 2/2 en triples y 6/7 en libres). El Nacional no pudo ingresar y dañar más en la pintura y le apostó todo al triples (3/6) pero se quedó corto.

La victoria fue tan festejada como duro fue el partido. Para Quilmes significa llegar a la punta de la zona sur con la ratificación que a este equipo le sobra condiciones de lucha y puede disimular carencias en su inquebrantable fe. Delante suyo tuvo un equipo parecido que basa en su amor propio la idea de nunca rendirse. El espectáculo agradecido.

Síntesis
Quilmes (82) (98): Hernando Salles 11, Eduardo Villares 18, Antwon Hall 21 (x), Antonio Reynolds 10 (x), Ezequiel Dentis 0 (FI); Maximiliano Maciel (x) 8, Nicolás Aguirre 17, Diego Romero 7, Sebastián Porta 6 y Selem Safar. DT: Oscar Sánchez.

El Nacional (82) (93): Mariano Castets 11, Patricio Rodríguez 10 (x), William Sanders 15, Djibril Kanté 9, Pablo Barrios 14 (x) (FI); Federico Ferrini 14 (x), Cristian Amicucci 9, Sebastián Farías 5, Fabián Sahdi 6, Alexis Elsener 0 y Fabrizio Montironi 0. DT: Juan García.

Parciales: 15-19, 36-41, 59-60

Árbitros: Roberto Settembrini y Javier Mendoza.

Estadio: Once Unidos (1000 espectadores)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

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