• 23-11-2024
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Reconocimiento a Flor Meléndez

Sin lugar a dudas, todos los amantes del básquet argentino tienen bien fresco en sus cabezas el nombre de Flor Meléndez. El puertorriqueño fue pieza clave de los años en los que la Liga Nacional daba sus primeros pasos, llegó a dirigir a la Selección Argentina, a la de Puerto Rico y al Corinthians de Brasil.

Pero este hombre colocó a Obras en el máximo escalón mundial, ni más ni menos que ganando la Copa William Jones en el año 1983, dándole a la institución porteña el logro más importante de su historia.

Es por esto que la dirigencia que preside Fabián Borro decidió homenajearlo entregándole una plaqueta al boricua, uno de los mejores técnicos de todos los tiempos del básquet argentino.

¿Contento por el reconocimiento de Obras?

Sí, la verdad que son cosas que uno no las espera y por eso lo sorprenden, así que le estoy muy agradecido a los directivos de Obras, porque es un club que uno quiere mucho. Fue el primer club que a uno le dio la oportunidad de dirigir a nivel internacional y verdaderamente que me siento aquí como en mi casa.

¿Qué recuerdos tiene de aquel Obras campeón?

El recuerdo máximo es el de haber dirigido, como siempre he dicho, al mejor equipo que tuve. La mayoría eran jugadores de la selección, más dos grandes jugadores panameños como Rolando Frazer y Mario Butler. Y lo importante de aquél equipo no era solo el jugar, a aquél equipo le gustaba ganar. Eso y el orgullo que tenían era lo más importante.

¿El partido final de la William Jones como fue?

Recuerdo que fue contra un equipo italiano. No sé si era el Cantú o cual era. Acá la gente estaba trepada por todos lados, la gente no cabía, se quedó mucha gente afuera. Y después, creo que el duelo de Dino Meneghin contra Mario Butler debajo de los canastos fue una de las cosas más espectaculares que yo he visto. Y la personalidad, porque nosotros teníamos algunos jugadores muy importantes como eran Cadillac, Romano o Raffaelli, de gran trayectoria y que se hicieron sentir como locales. Nosotros jugamos muy bien ese torneo, con mucha mentalidad, le ganamos a la universidad de Oregon State el primer juego. Y luego, claro, la fiesta, porque estuvimos como una semana en el club celebrando la obtención de ese torneo, creo que esas son cosas que uno nunca se podrá olvidar.

Y luego de ganar la William Jones llegó al Seleccionado Nacional

A mí me nombraron técnico de la Selección para el mundial de 1986 y el Sudamericano de 1987 en Indianápolis. También allí, traté de dejarle lo más que pude al seleccionado nacional, tratando de dejar algunas cosas que vemos que se siguieron haciendo, como los programas de altura para los jóvenes jugadores. Y lo bonito es que uno pueda estar de nuevo visitando y que la gente me reciba como me recibieron aquí en Obras.

A nivel individual tuvo el placer de dirigir a jugadores muy importantes que le dieron mucho al básquet.

Yo he dirigido a grandes jugadores, como fue el caso de dirigir a Oscar en Corinthians, también en la selección nacional como fue el caso de Cortijo o Montenegro. Ir a España y dirigir a George Gervin el “Iceman” que ganó como siete títulos de goleador de la NBA. Dirigir a Piculín Ortiz en Puerto Rico, creo que he sido un técnico que he tenido mucha suerte de tener a esos grandes jugadores en mis manos.

Punto final para la charla con uno de esos hombres que respira básquet y se le nota cuando habla. El puertorriqueño que llevó a Obras a lo más alto del mundo estaba feliz por el reconocimiento. Y toda la gente del club estaba más que contenta de tenerlo aunque sea por unos minutos entre ellos, rememorando la noche que se coronó como campeón.


Nota: Leonardo Chianese –Prensa Obras

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