Terminó 100-70 tras un parcial también para el local de 51-38. Hacía mucho
tiempo que La Unión no ofrecía un espectáculo de este nivel.
Las razones del triunfo habrá que buscarlas por varios lados.
Fundamentalmente en una cuestión de filosofía, de siempre ir al frente y
aprovechar cada una de las ocasiones a partir de una alta efectividad en
todos sus movimientos. De contar con actitud y confianza para tirar y
embocar. Además aprovecharse de una magra noche de Argentino, lejos del que
temíamos podía aparecer pero no lo hizo.
La rápida ventaja de 9-0 tomada a los 2´ hizo presagiar mucho más.
Argentino nunca se repuso. Riolfo (8 rebotes) fue insostenible para Beigier
y Harry Hart (7/7 de 2; 8/9 de 1; 6 rebotes) se comió crudos a quienes
intentaron presionarlo, llámese Dubois (el único que contagió a sus
compañeros), Cangelosi o Méndez.
La Unión impuso autoridad desde el principio y su rival jamás logró
quebrantarla. Quizás no se animó pero tampoco tuvo la forma de hacerlo
(2/14 de 3).
Piccato hasta se dio el lujo de utilizar todo el plantel. Ingresaron Pizzo,
Jacquet (seis puntos en el tercer cuarto tomando algunos rebotes
inclusive), Cantero, Núñez (sabe que puede), Cabello y hasta el juvenil
Díaz en los últimos segundos.
Claro que antes tuvo a Morel, Romay y Villares que desde el perímetro
rompieron cualquier esquema. Llamativamente, la visita entregó mucha
soledad a un tridente que cuando empieza a embocar difícilmente el equipo
pierda.
Ganó La Unión y eso fue bueno. El intento por ingresar a los cuartos de
final directamente no está muerto.
Síntesis del partido:
La Unión 100
Maximiliano Morel (15); Mario Romay (23); Eduardo Villares (14); Harry Hart
(22); Maximiliano Riolfo (8); (F.I); Eduardo Núñez (3); Sebastián Cabello;
Mariano Pizzo (4); Gonzalo Jacquet (6); Juan Cantero (5); Mariano Ortega;
Brian Díaz.
DT: Gabriel Piccato.
Argentino de Junin 70
Raúl Malchiodi (4); José L. Gil (7); Federico Pollio (11); Horacio Beigier
(15); Fernando Méndez (2); (F.I); Oscar Neme (5); Santiago Dubois (6); Juan
Cangelosi (9); Juan Abdala (6); Matías Huarte (2); Di Biagio (3); Pablo
Martínez.
DT: Cristian Márquez.
Jugado en el Estadio “Carlos Delasoie” del Club La Unión
Arbitros: Smith y Comelli
Parciales por cuartos:34-18; 51-38; 79-53
Las oportunidades hay que aprovecharlas y eso hizo Deportivo Roca, que
superó a Central Entrerriano por 106 a 93 (57-39) en una nueva jornada del
Torneo Nacional de Ascenso, con lo que se afirmó en el tercer lugar del
TNA-1.
La conquista, a todas luces merecida, mostró a un ganador con un
funcionamiento consistente y eso satisfizo mucho al público, que en relativo
número fue anoche al Polideportivo municipal.
Con el hándicap por la ausencia del jugador extranjero del rival -todo
parece indicar que el futuro de J. Scales en el equipo entrerriano es muy
incierto-, al “Depo” se le facilitaron las cosas una enormidad. Es que
al no encontrar a una “torre” de envergadura con quien lidiar en el juego
interno, la actividad de Jones -gran figura- y Johnson fue virtualmente
desequilibrante. Y en ellos se fue apoyando la tarea ofensiva naranja, que
de a poco comenzó a tomar distancias importantes y a dos minutos del
cierre del primer cuarto ya estaban en los dieciocho puntos (25-8), no sólo
aportados por los dos morenos, sino ayudados con un par de triples del
sanantoniense Álvarez.
A Central se le hizo pronto la “noche”. Es que con Brizuela y Segura era
insuficiente para dominar bajo el cesto.
Pareció algo aletargado Roca en los primeros tramos del segundo segmento,
lo que le permitió a su oponente hacer una ligera aproximación. Pero eso
duró poco. Pronto se dio cuenta el local que el negocio no era aflojar,
sino por el contrario, mostrarse consistente bajo los vidrios. En
esa gestión, la experiencia de Aguilar favoreció mucho, porque se encargó
varias veces de asistir a Jones y Johnson, quienes hacían estragos en los
tiros cortos, mientras que el cañoneo exterior estuvo en ese lapso en tres
triples consecutivos de Sepúlveda. También la entrada de Barrera había
permitido “oxigenar” a los grandotes del conjunto roquense, que al cabo del
primer tiempo ya ganaba por dieciocho (57-39).
El complemento arrancó a toda orquesta. La fórmula de la “Doble J” (por
Jones y Johnson) volvió a adquirir una preponderancia tal que en un
santiamén el equipo tomó decididamente la ventaja de veinte (70-50).
Era para el floreo. Por ahí el coro de “volveremos... ”, como es la
esperanza de los hinchas por tener al equipo en la división superior.
De nuevo, la ventaja, “adormeció” al local y Central descontó hasta la
docena, merced al trabajo vigoroso de García, con la ayuda de Faletto y
Brizuela. Pero bastó que Spada aprovechara el minuto para poner las cosas
en orden y así encarar el capítulo de cierre con la victoria ya asegurada y
la oportunidad de usar a toda la gente del banco para no gastar en
demasía a los titulares.
En fin, una victoria incuestionable y que invita a los roquenses a soñar un
poco más.
Fuentes :
Diario “El observador regional”, Colón, Entre Ríos.
Diario “Río Negro”
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