Hoy en día, hablar de mística dentro del deporte es moneda corriente. Se hace con mucha liviandad y, quizás, sin tomar una real dimensión en lo que eso significa. Sin embargo aquí se puede encontrar un claro ejemplo de la que sí poseen los Pistons, y que se ha formado en base a varios años de rodaje.
Aquella mística de los Bad Boys, nacida a finales de la década del 80 precisamente en una final de conferencia ante Boston, dijo presente anoche en el TD Banknorth Garden, un Garden que nada tiene que ver con el viejo escenario que tantas batallas albergó.
Ayer, los Pistons se robaron el segundo juego de la final del Este al derrotar a los Celtics por 103 a 97. De esta manera, Detroit es el primer equipo que gana en Boston en lo que se lleva disputado de los playoff (estaban 9-0), y ahora la serie se trasladará a Detroit con el tercer partido, que será mañana.
Los dirigidos por Flip Saunders defendieron bien durante el juego y contaron con buenos aciertos en el cierre, siempre actuando con mucha intensidad, tanto en la defensa como en ataque. Richard Hamilton fue el goleador de la visita con 25 puntos, producto de 6/14 en dobles, 1/2 en triples y 10/12 desde la línea. El escolta también sumó 3 rebotes, 4 asistencias y 2 robos. “Rip” igualó la cantidad de partidos jugados en postemporada (112) que tiene Joe Dumars, ahora presidente de la franquicia, mientras que el sábado alcanzará al ex pivot campeón Bill Lambeer.
Sobre el final prevaleció el que menos se equivocó, y ese fue Detroit. Kevin Garnett había dejado a sus Celtics a dos puntos (90-92) luego que los Pistons sacaran 11 de ventaja. En el siguiente ataque, Tayshaun Prince tomó un rebote importantísimo para luego conectar un tiro que dejó el marcador 94-90.
Ray Allen, quien finalizó el encuentro con 25 puntos, fue tapado por Hamilton y Detroit pasó al frente por 6 luego de una estupenda jugada: “Rip” fue liberado sobre el costado izquierdo, éste amagó el tiro y le pasó el balón a Rasheed Wallace, quien quedó abierto tras haberle hecho la cortina a su asistidor. “Sheed” no falló, y los Pistons comenzaron a respirar más aliviados.
La diferencia se mantuvo hasta que Allen clavó un triple a falta de 10 segundos, pero a los Pistons no les tembló la mano desde la línea (3/4) y se llevaron un victoria.
Wallace terminó el partido con 10 puntos y 13 rebotes, mientras que Chauncey Billups, que había metido solo 9 en el primer partido, se mostró en mejor forma y totalizó 19 más 7 asistencias. Antonio McDyess aportó 14, Prince fue autor de 15 y Rodney Stuckey, desde el banco, sumó 13 para Detroit.
Por el lado del perdedor, Allen rindió como todos esperaban. El ex tirador de Seattle sumó 25 puntos, mientras que Garnett metió 24 (13 rebotes) y Paul Pierce volvió a ser el goleador con 26.
Con este triunfo, los Detroit Pistons le cortaron a los Celtics una racha de 15 consecutivos frente a su público, por lo que ahora podrán retornar a las finales de la NBA si se llevan todos de los encuentros en el Palacio de Auburn Hills, algo que Boston deberá tener muy en cuenta, ya que todavía no conoce lo que es ganar fuera de casa en la postemporada (0-6).
Sebastián Ciano
www.pickandroll.com.ar
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