Manu, la última semana no pudiste alzarte con el trofeo de mejor jugador de Copa de la Liga italiana, aunque ahora ya tienes tu Grand Slam personal, ¿no?
Sí, lo tengo. Soy muy afortunado al jugar en un equipo netamente ganador. Si hubiese jugado en un equipo perdedor, ese trofeo todavía hubiese sido más difícil de conseguir.
Cuando llegaste a Bolonia, la Virtus negoció hasta el final con Andrea Meneghin. ¿Supiste que eras la segunda opción?
Siempre lo he sabido, pero nunca me ha supuesto un problema. Sabía que Meneghin era la primera opción de ellos, lo que significa que él quería fichar. Él era y es uno de los mejores de Europa, y venía de hacer una temporada increíble en Varese y en la Selección de Italia. Mi fichaje fue una apuesta, pero estuve tranquilo porque sentía que podía hacer grandes cosas aquí. Y he logrado todo aquello que me propuse al principio.
Danilovic se retiró cuando sólo había entrenado contigo. ¿Qué pensaste cuando se hizo pública su retirada?
Pensé que un espacio mayor se abría delante de mi. “Una nueva habitación se abre para mi”, eso es lo que se me pasó por la cabeza. No obstante, también consideré que hubiese sido muy productivo para mi aprendizaje como jugador que continuase en el equipo. Jugaba con balón, sin él y leía el partido perfectamente. Él era enorme, y tengo que reconocer que, si él hubiera seguido, yo jamás hubiese tenido una fenomenal temporada como la pasada.
¿Qué atención merecen los dos éxitos, el personal y el de equipo, en tu País, Argentina?
Pienso que la situación ha mejorado recientemente. En los dos últimos años, nuestros resultados han tenido más atención mediática que en el pasado. Además, una gran cantidad de gente está muy ilusionada con el papel de la selección en el próximo Mundial. Me acuerdo de cuando la Kinder lo ganada todo hace cuatro años, con mi amigo Hugo Sconochini, y no se podía leer ni una línea en mi país, no le hacían ni caso. Ahora las cosas han cambiado.
Los jugadores argentinos recuerdan a los yugoslavos. Se comenta que los italianos se muestran muy relajados y confortables con lo que tienen, mientras que los yugoslavos siempre quieren mejorar y ganar, por culpa del contexto socio-económico, igual que los argentinos. ¿Es cierta esta afirmación?
Puede ser verdad. Por supuesto, depende del jugador. Hace cinco años, en Argentina, si tú le decías a tus padres que dejabas los estudios para jugar a baloncesto, ellos no lo aprobaban. Ahora, si tienes talento puedes escoger, porque ser un abogado ya no te garantiza el futuro. Siempre hemos tenido jugadores con talento en Argentina, tenemos cantidad y calidad, pero pienso que la Ley Bosman ha facilitado nuestra integración en el mercado del baloncesto. Nadie creía en los jugadores Argentinos, pero ahora todos vienen a mirar por aquí.
¿Crees que Argentina aspira a medalla en los próximos Campeonatos del Mundo?
Una medalla quizá es demasiado a esperar. Un octavo puesto ha sido nuestro mejor resultado de siempre, si no recuerdo mal. No estamos al mismo nivel que Yugoslavia, aunque podemos ganar a cualquiera en un partido a vida o muerte. El podio va a estar muy difícil, por lo que deberemos mantener una gran actitud en la cancha y tener los pies en el suelo en todo momento.
¿No es frustrante para ti que, pese a hacer grandes cosas, no disfrutes, ni de lejos, del reconocimiento que se tributa a Maradona en Argentina?
Lo sé. Y realmente me molesta. Pero así son las cosas y yo no puedo cambiarlas. Hombre, si la final de la Copa de la Liga italiana se hubiese cubierto televisivamente en Argentina, quizá las cosas me hubiesen ido mejor a mi y al deporte de la canasta. Sé que el fútbol copa las portadas de diarios y revistas, pero desgraciadamente eso es normal. Tenemos que adaptarnos a eso, y dar nuestros aficionados lo que necesitan.
¿Hacia dónde va el baloncesto, en tu opinión? ¿No crees que se abusa del bloqueo y continuación?
Definitivamente sí. Se abusa de ese movimiento. Antes se usaba en abundancia en la NBA, pero ahora se ha extendido por todas partes. Obviamente, el baloncesto evoluciona así, con hombres altos que tiran de lejos, con amplios espacios para el tiro exterior, especialmente en un equipo como la Kinder, que tiene jugadores com Jaric o yo, que somos capaces de abrir la cancha.
Te han escogido en segunda ronde del Draft NBA. ¿Crees que es una ventaja para tu carrera?
Bueno, nunca esperé ser escogido. El día que me enteré de que me habían escogido me sorprendí mucho. Pero eso puso mi nombre en el mapa del baloncesto. No importa que sea en primera o segunda ronda. Si me escogiesen ahora, la situación no sería la misma.
Un antiguo jugador de la Lega, Charles Smith, anotó 32 puntos contra Sacramento. Si él ha podido hacer eso, ¿Te sientes capacitado para hacer cosas en la NBA? ¿Estás preparado ara otro mundo del baloncesto?
Creo que un jugador debe aterrizar allí si se siente preparado y maduro para hacerlo, porque cuanto más tardes más difícil se hace asimilar el cambio de juego y de estilo de vida. Me siento más preparado que hace dos años, pero por descontado no sé qué pasará. Quiero intentarlo, para ver qué pasa. Quizá, lo que más echaré de menos será la electricidad que se vive aquí tras un partido clave, la presión del resultado, la atmósfera. La NBA parece más un espectáculo, un negocio. Aún y así, quiero descubrirlo yo mismo.
7 mar 2002 (Bolonia)-
Daniele Baiesi
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