En lo que va de la serie se ha visto una paridad muy pronunciada. Los Spurs dependiendo de su tridente Tim Duncan-Manu Ginóbili-Tony Parker y Los Lakers con el mejor jugador del planeta Kobe Bryant y compañía (Lamar Odom-Pau Gasol) en menor medida.
Defensivamente los angelinos tienen muy claros los objetivos defensivos:
A- Reducir espacios a Duncan en el poste bajo.
B- Reducir espacio a Ginóbili en sus penetraciones y recibimientos de doble marca al pick and roll.
Estos dos principios son muy lógicos, debido a que los dos son los únicos generadores de juego del equipo texano. Parker cuando juega bien es por que hace puntos y no por que hace bueno a los demás y Los Lakers aprovecha esa situación.
El mayor problema en el caso de Duncan es que es defendido por un jugador de igual talla y con unos brazos larguísimos como Gasol. El pivot español en forma permanente lo invita a ir por izquierda y además cuenta con un adicional: lo ayudan y lo doblan sus compañeros en el momento que Duncan pone la bola al piso.
Esta situación no solo hace que merme Duncan, si no que también (como anoche) el pivot no saque el balón rápido afuera para luego si hacer rotar a la defensa de Los Ángeles y conseguir un tiro desde el lado opuesto del campo. Esta es una manera de generar juego hacia los demás que se vio frustrada.
La otra (B) es prestarle atención a Ginóbili cuando recibe pick en los lados bajos del campo. Lo empujan al córner, se ve limitado a salir de esa telaraña y más aun cuando Fabricio Oberto no posee tiro largo la defensa del cordobés recupera fácilmente con el grande que dobló. Robert Horry que quizás para estos juegos debería ser más gravitante, no existió.
Esta acción no es nueva para Manu, pero en momentos de merma atlética como al que tiene naturalmente, se le hace difícil poder salir como lo hizo la mayoría de las veces entre las dos defensas. No puede, más aun si se realiza en esa parte del campo, la visión de cancha queda limitada en un ángulo y lo condiciona en forma permanente a hacer malos pases también.
Para males, se vio totalmente presionado en su propio tablero y esto le produjo no correr, para no dejar esa defensa mencionada.
Por el lado de Los Ángeles, Kobe Bryant es demasiado bueno. No necesita la cortina para tirar, es arrítmico como era Michael Jordan, extremadamente peligroso de frente y a pesar de estar siempre custodiado por Bruce Bowen se las arregla tranquilamente para, sin cortina previa, poder desequilibrar. Es muy diferente al resto.
En la zona interior su jugador más inquietante es Odom. En la serie tuvo partidos buenos y malos, pero es muy grande y versátil. No es para nada fácil controlarlo.
Su otro interior es Gasol, que es el apoyo de esa aceitada ofensiva triangular. A partir de él comienza a moverse con numerosos cortes el resto.
Está difícil para los texanos, pero no imposible. Ellos saben que tienen que regresar a San Antonio y que se puede. Los Lakers también saben que no querrán dejar pasar esta oportunidad.
Oscar Sánchez (*) – Exclusivo para www.pickandroll.com.ar
(*) En la temporada 2007/08 entrenó a Quilmes de Mar del Plata. Campeón con Atenas en la temporada 2002/03. Elegido mejor entrenador de la temporada 1991/92. Actualmente se encuentra en Estados Unidos observando las finales de la Conferencia Oeste de la NBA.
Foto: Gentileza ESPN.com
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