En las partidas de ajedrez comúnmente prevalece el más astuto e inteligente a la hora de llevar a cabo una jugada, que fue premeditada y efectuada sin dejar detalle alguno librado al azar. El primer encuentro de las finales entre Boston y Los Angeles tuvo mucho de “pulso ajedrecista”, aunque el básquet es un deporte en el que también se combinan la suerte y las destrezas físicas de los protagonistas. Y en eso sacó provecho Doc Rivers: Sus dirigidos cumplieron a la perfección lo planeado y así fue que ganaron el partido 98-88 y se adelantaron 1-0.
En la semana previa al encuentro que anoche abrió la serie final en el TD Banknorth Garden, la prensa norteamericana se dedicó a hablar de dos cuestiones. Primero, lo que acaparó la mayoría de las páginas dedicadas a este rubro, fue la historia entre ambos conjuntos; Sus batallas previas y los momentos sublimes en cada una de ellas. La otra fue la defensa. Por al lado de los Lakers la duda estaba en cuál serían las asignaciones, quién iría con Paul Pierce y quién con Kevin Garnett. En el bunker Celta, el tema era uno solo: Cómo frenar a Kobe Bryant.
Al menos por los visto en estos primeros 48 minutos de acción, los jugadores han entendido la estrategia de Rivers. El Dt del equipo verde logró que presionaran al MVP de la temporada regular, negándole la línea de pase y tratando de que el defensor fuese su sombra en cada pick; Dicha tarea no estuvo delegada a un solo jugador. Así fue que, entre Ray Allen y Pierce, lograron que la estrella angelina finalizara el partido con 24 puntos, y 9 de 24 en tiros de campo. El tirador de Boston desarrolló una gran actuación, ya que también tuvo incidencia en varios aspectos del juego al terminar con 19 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias en 44 minutos.
El “trébol” bostoniano cumplió un gran papel en la noche de ayer. Garnett falló bastante (9/22) pero terminó como el goleador de su equipo con 24 tantos, a los que les sumó 13 rebotes. El capitán y niño mimado de la franquicia, Pierce, les dio un gran susto a todos cuando a falta de 6:49 par el cierre del tercer cuarto chocó con Kendrick Perkins y debió abandonar la cancha con un fuerte dolor en su rodilla derecha. “Pensé en lo peor”, contó Rivers.
Sin embargo, luego de ser trasladado a la zona de vestuarios en una silla de ruedas, “The Truth” volvió para sacar el partido adelante, y lo logró. Finalizó el cuarto con 15 puntos (5/5 de cancha y 2/3 desde la línea) y le dio a su equipo una ventaja de 77 a 73, luego de haber perdido la primera mitad por 5 (51-46). El alero de los Celtics cerró su planilla con 22 tantos (4/6 en dobles, 3/4 en triples y 5/7 en libres), 4 rebotes y 2 asistencias. Todavía, su participación en el segundo encuentro (domingo, 22 hs) está en duda.
Los de Phil Jackson se vieron metidos en un embudo sin claridad en ofensiva y con un Kobe errático, quien hace las veces de “salvador” cuando as cosas no funcionan a la perfección. Derek Fisher fue autor de 15 puntos, al igual que Pau Gasol. El base también agregó 6 asistencias. El español, que tiró 6/11 de cancha, tomó 8 rebotes y repartió 4 pases gol. Mientras tanto, Lamar Odom hizo 14 (6/11) y capturó 6 rebotes. “Jugaron mucho más físico que nosotros”, reconoció Bryant, quien calificó lo ocurrido como “una buena experiencia” con vistas a los siguientes encuentros.
Durante todo el año, Boston basó el éxito principalmente en su consistencia defensiva, mientras que se armó con tres grandes jugadores con hambre, que buscaban adornar su talento con un anillo. Hasta aquí salió todo impecable, pero esta historia recién ha comenzado.
Sebastián Ciano
www.pickandroll.com.ar
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