Otra vez, Once Unidos se vestirá de fiesta para recibir un partido caliente de Play Off, y el público cervecero confía en la localía para comenzar a desandar un camino difícil ante el lobo platense. Por una decisión del Comité de Seguridad Deportiva de la Provincia, los partidos entre Quilmes y Gimnasia fueron considerados de mediano riesgo y, en consecuencia, no se venderán entradas para hinchas triperos en Mar del Plata ni para cerveceros en La Plata.
En lo deportivo, los dos presentan equipos parecidos, donde el sustento es el perímetro con jugadores hábiles, rápidos y con poder de gol. Y entre los internos una americano para cada uno (Boozer - Fisher) y ninguno es desequilibrante, aunque aporta más el moreno de Quilmes, mientras que en la dupla Oscar Arce - Roberto López, el de Gimnasia rindió mucho cuando la liga se quedó sin extranjeros y le da soluciones al equipo de Gonzalo García.
En el duelo de bases, Matías Ibarra es más rápido y tiene más uno contra uno que Gustavo Roque Fernández, pero el de Gimnasia tiene más experiencia (un campeonato con Atenas) y ha regresado de una lesión en excelente nivel físico y de juego. Los escoltas son los estandartes de los dos equipos: Daniel Farabello es hoy el mejor jugador Nacional y cuando “Chiche” no aparece Quilmes tampoco, esto condiciona a su equipo a que el entrerriano rinda por lo menos en un 80 por ciento para tener chances mientras que Nicolás Gianella, que prácticamente se perdió las primeras 17 fechas de la segunda fase por lesión, lentamente fue encontrando su mejor forma física y a través de ello, su explosión en el juego. En los últimos 11 partidos (incluídos las serie contra Peñarol) promedió 20 puntos por juego.
Los aleros titulares son jóvenes y están equilibrados. Diego Cavaco posee un gran tiro perimetral (83/214 38,8% en lo que va de la Liga) y es una gran defensor y puede defender a un ala pivote, mientras que Javier Bulfoni no le costó adaptarse al cambio de categoría y asumió mucho protagonismo ofensivo desde que se fueron los extranjeros (22 puntos de promedio en los últimas 15 fechas y 19 puntos en la segunda fase), tiene un gran uno contra uno y está acostumbrado a tomar muchos tiros de riesgo.
En el banco de suplentes, Quilmes tiene un as de basto, Pablo Gil considerado por la prensa nacional como el mejor sexto hombre del país. Con su ingreso puede reemplazar a Diego Cavaco como alero, o a Ibarra, y jugar de escolta con “Chiche” de base y siempre aportando gol y marca, es casi un revulsivo todos los juegos. Más lo que puede aportar Fabián Horvath que a través de su experiencia en Liga puede dar momentos de serenidad cuando todos pierden al cabeza, especialmente en los play off. Por su parte en Gimnasia, Leandro Lauro es el suplente natural de Roque Fernández, es joven, tiene un buen uno contra uno, es explosivo y va siempre para el aro, más el relevo del “Ruso” Moravansky, un todo terreno que defiende a un interno y ataca como tres o posteado si lo defiende un ala pivote chico. Tiene buena puntería desde los 6.25 (64/165 38.5 %) aunque necesita espacios para armar el tiro.
En lo táctico la mayor diferencia es que Quilmes juega con más vértigo, arriesga más, pierde más pelotas y defiende con más intensidad, el juego del Lobo es más ordenado, de posesiones largas y agresivo en defensa de la mitad de la cancha hacia atrás, se recuesta más en zona (debe proteger su canasto ante la carencia de hombre altos) y corre muy bien el contraataque.
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