El estadio inaugurado para estos Juegos Olímpicos es un placer de la tecnología. Como el estadio fue construido mitad por arriba de la línea del suelo y mitad para abajo se puede ver desde la entrada de puertas de vidrio de prensa una de las caras del enorme tablero que cuelga del techo e impacta de movida. Uno ni siquiera entró y ya puede ver el partido.
Dicha pantalla gigante como es natural pasa el partido con la señal de la televisión internacional y corta las repeticiones para que la gente no se ensañe con los árbitros ante un mal fallo. En su reemplazo cuando llegan los minutos pasan imágenes del público que levantan sus banderas y salta por 10 segundos de fama. En los pupitres de prensa hay una pantalla plasma cada dos puestos de trabajo que si pasa las repeticiones del partido. Todo muy prolijo.
Antes del partido de China lo mejor fue la banda loca que sigue a Grecia. Unos cincuenta hinchas entraron con dos bombos como en las canchas argentinas de fútbol y al grito de Hellas! Hellas! hicieron levantar al estadio, caso muy contrario a los aburridos españoles y su España ale alé!.
Los griegos, pasionales como pocos, hicieron el mismo aguante que se conoce de las hinchadas argentinas. Perdían por 20 y cantaban y aplaudían sin parar. Y digamos que no eran personas que entraron con un tetrabrick en la mano, todo lo contrario, gente de nivel medio alto, pero son así y así viven el básquet.
Cuando llegó el turno de nuestra selección se ve que los muchachos estaban apurados por entrar y rompieron todos los protocolos desacomodando a los organizadores que no sabían que hacer.
El protocolo es el siguiente: los anunciadores presentan a los oficiales de mesa como si fueran estrellas!. Los que manejan la mesa de control entran uniformados y en fila india aplaudidos por el estadio.
Luego se pone música especial al país que se presenta y se anuncia el ingreso muy festivo del equipo en cuestión. Las pantallas gigantes muestran la bandera nacional del equipo que ingresa y el anillo de leds que ilumina por arriba de los palcos VIP también muestra la bandera del equipo. Digamos el estadio toma el color de la nación que hace su ingreso.
Los muchachos argentinos no deben haber sido avisados de este protocolo porque fue la única selección de las 12 que lo rompió. Ingresaron todos corriendo antes que los oficiales de mesa incluso. Era muy divertido ver a los de la organización corriendo sin saber para que lado salir.
Mientras transcurren los 20 minutos que hay entre la salida de los equipos y la presentación oficial, la entrada en calor se realiza con dos canciones (enteras) de cada país. Por argentina sonaron “Gitana” de los Fabulosos Cadillacs (la que dice: vamos a bailar toda la noche, al ritmo de la banda) y “Veni Raquel” de los Auténticos Decadentes. Les debo el repertorio lituano porque no lo conozco, pero los hinchas lo bailaron como locos.
Hablando de Raquel, la madre de Manu se hizo presente en el estadio acompañada de su esposo, Yuyo, junto con Leandro, (el mayor de los hermanos), Marianela (la esposa de Manu) y la mamá de Marianela. Se ubicaron al medio detrás de los bancos. También hubo presencias de hinchas argentinos pero contrario a los lituanos estaba dispersos por todos los sectores.
El público local se volcó en su favoritismo claramente hacia la Argentina. Eramos locales jugando como en Rosario, Mar del Plata o el Luna Park. Los más de 10 mil chinos que miraron el partido ovacionaron a Scola y Manu cada vez que podían, Carlitos Delfino por sus plásticas acciones se ganó el cariño de la gente. Incluso abucheaban o silbaban los tiros libres lituanos.
En la conferencia de prensa un periodista chino preguntó (en castellano) a Sergio Hernández por este tema. Y sin dudas fue muy singular. En ningún otro partido la gente tomó tanta participación por un protagonista que no sea China, obvio. Habría que enseñarles a cantar el “Vamos, vamos Argentina”.
La organización dispuso que la venta de entras no sea por jornada sino para dos partidos. Esto da posibilidad que las entradas sean baratas, que los hinchas de cada país vean el que le interesa y que el público se renueve tres veces por día. Es decir al concluir la jornada, por el estadio de Básquetbol pasaron más de 40 mil personas por día. Un verdadero ejercito de más de 400 personas limpia en menos de una hora al gigante después de cada dos partidos.
La fiesta del final fue increíble. En Beijing desde que se supo el fixture del báquet el partido entre USA - China fue lo más esperado de los Juegos Olímpicos junto con las ceremonias de apertura y clausura. Acá hay furor por el básquet desde la participación de Yao Ming en la NBA.
Para el partido, el más visto en la historia deportiva de China, se hizo presente el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush. Era natural que haya estado y casi como una campaña para las elecciones no podía perderse de una audiencia nacional de 1300 millones de espectadores. Para mi mala suerte se ubicó a unos 20 metros a mi izquierda. Yo le fui indiferente (le corté el rostro) pero creería que no se dio cuenta (él también me fue indiferente).
Y aunque cueste creerlo se desbordó la organización. Había fiebre de básquetbol por la noche. Ni la lluvia de más de 8 horas frenó a la gente. Como en los Panamericanos de Mar del Plata, se ubicaron todos en las escaleras, bocas de acceso y la capacidad se vio superada largamente. Es fácil entender que pase en la Argentina pero cuesta entender que haya pasado aquí con la cantidad inimaginable de controles que hay. Y de paso vale aclarar, los jugadores de NBA tienen una serie de “Patovicas” privados que lo siguen por todos lados. No te acercas ni siendo el árbitro del partido. Para el juego hicieron un perímetro especial para ellos.
Y para la prensa fue lo mismo llegaron de repente cientos de fotógrafos que no tenían lugar, se peleaban por la foto de Bush y cia. y debieron improvisarle lugares para trabajar. Los pupitres de prensa también fueron desbordados.
Por último vale aclarar por más buena onda que le pongan los voluntarios y gente de la organización, nada supera al enojo de un periodista con hambre. Si ves la jornada completa de básquet entras a las 9 de la mañana y te vas a las 12 y media de la noche con suerte. Y no hay comida!. La organización te da agua o café y macitas secas. Los puestos de venta solo tienen galletitas, cositas de Snack y botellas de gaseosas y jugos. Así que para el martes llevaré la vianda.
Desde Beijing - Pablo Tosal
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Estimado lector Bush.<BR/>He leído y escrito muchas pavadas, pero como la tuya ninguna.<BR/>Sos un claro referente de ese pensamiento que dice:<BR/>LA INTELIGENCIA HUMANA ES LIMITADA, LA ESTUPIDEZ NO TIENE LIMITES
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Argentinos somos 11/08/2008
Los muchachos argentinos no deben haber sido avisados de este protocolo porque fue la única selección de las 12 que lo rompió. Ingresaron todos corriendo antes que los oficiales de mesa incluso. Era muy divertido ver a los de la organización corriendo sin saber para que lado salir.<BR/><BR/>Por que no me sorprende ni un poquito?
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