Al margen de las 27 unidades de diferencia que existieron en el primer cotejo (perdió 93 a 66), la ilusión del equipo bahiense se mantiene intacta, ya que durante el primer tiempo se demostró a sí mismo que podía (perdía 45 a 37).
Los griegos marcaron la diferencia en el inicio del tercer período, con un parcial de 25-11. No obstante, previamente sorprendió Fernando Varas, aportando ofensivamente (1-1 en t1 y 6-7 en t2) y controlando a Stanley Easterling y a Leonardo Gutiérrez, lo cual permite creer que el albo puede, de alguna manera, reducir la gran diferencia que existe entre los internos de un equipo y otro.
Pese a que Estudiantes en la zona pintada se las ingenió para contrarrestar el peso interior, los griegos aparecieron desde afuera con la mano caliente que mostró Bruno Lábaque, con seis de nueve en tiros de tres y el global del equipo fue de 13-29 (44,8%) detrás de los 6m25.
La lucha aérea también la ganó Atenas, que tomó 39 rebotes contra 36 del albo; en asistencias el local logró anotar 17 contra nueve de Estudiantes, mientras que los 11 recuperos de los griegos contra cuatro del albo también marcaron una diferencia importante.
En “contra” sigue jugando la historia: Atenas nunca perdió con el albo en playoffs , aunque siempre hay una primera vez y por qué no soñar con que esta noche justamente sea el día.
fuente diario “La Nueva Provincia”
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