Luego de perder ajustada e inesperadamente los dos primeros partidos en el gimnasio Etchart (el primero agónicamente por 58-57 y el segundo, en dos larguísimos suplementarios, 102-97), los chicos de Ferro viajaron a La Pampa al borde del descenso.
Sin embargo, con mucho amor propio, un poco de la suerte que se les había negado en Caballito y aprovechando la desesperación de los pampeanos por definirlo de local, se llevaron los dos juegos como visitantes.
En el tercer partido, el equipo de Pablo D´Angelo ganó con un doble de cinco metros del cubano Ruperto Herrera a seis segundos del final, mientras que en el cuarto terminó sufriendo (se impuso por 76-73), tras ir en ventaja por 18 tantos.
Con estos dos triunfos, Ferro mantiene intacta la esperanza de seguir en la Liga, después de ser un protagonista central del básquetbol local durante la década del 80.
Por otro lado, Independiente tiene en claro que si pierde la categoría no podrá regresar, pues la AdC implementó hace un tiempo una regla que da cuenta de que una ciudad con menos de 500 mil habitantes (y General Pico no los tiene) no puede tener a dos clubes en primera división.
Por este motivo, los hinchas de Pico Football Club ya apoyaron a Ferro en los cotejos jugados en el Gigante de la Avenida y hoy prometen acudir al gimnasio Etchart para continuar con el aliento.
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