El campeón parece haber perdido solidez y seguridad. “No jugamos con la
convicción de antes. Ahora pensamos más todo y de pronto surge el miedo a
perder que nos paraliza” , señaló ayer el técnico del conjunto de
Olavarría, Sergio Hernández.
Sobre el cuarto partido que ganó a tres segundos del final con dos tiros
libres de Diego Logrippo, Hernández comentó: “El triunfo era de ellos, pero
cerraron mal el partido por ansiedad y nosotros lo dimos vuelta con mucho
coraje”.
Respecto del crucial encuentro de mañana, que se jugará a las 21.30 en el
estadio del Parque Guerrero, el entrenador dijo que “será una final más y
espero que el estadio explote de público. Me gustaría verlo de bote a bote”.
Los dirigentes de Estudiantes intentarán recuperar al norteamericano
Dewayne McCray, que se fue hace dos meses porque no podían seguir pagándole
en dólares. El ganador del cotejo de mañana se medirá con Quilmes, de Mar
del Plata, en una de las semifinales. El otro cruce será Atenas, de
Córdoba, con Libertad, de Sunchales.
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