• 26-11-2024
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Quilmes - Estudiantes O.

El clima va a estar más calentito. Por que habrá de un lado sed de revancha por el mal juego del martes y por la lesión de Mc Cray a Ibarra, y por el otro porque saben que hoy pueden dejar todo definido y meterse en las finales por tercer año consecutivo. Aunque se espera un poco menos de gente que en ocasión del tercer partido de la serie, la gente también buscará revancha de haberse quedado con el grito en atravesado en la garganta. Además, este cuarto juego a diferencia de los tres anteriores le puso la soga al cuello a uno de los dos equipos y hoy es a todo o nada.

Hasta acá hubo tiempo para que se conocieran, para que tuvieran buenos o malos juegos. A partir de hoy no habrá más tiempos de especulaciones y el que haga las cosas mal se quedará sin final.

Por el lado de Quilmes, la preocupación, más allá de la lesión de Ibarra, es la recuperación anímica del plantel después del cachetazo que les dio Estudiantes y volver a tener el volumen de juego que impone a través de Daniel Farabello, Hombre clave del local. La marca de Paolo Quinteros fue efectiva, es cierto, pero tanto como que el mejor nacional de la temporada, estuvo apresurado, errático y las cortinas para su liberación fueron muy poco efectivas.

La abrumadora superioridad en la lucha por los rebotes será el otro factor a tener en cuenta por Oscar Sánchez, para no sufrir tanto en los dos tableros. Con el rebote en defensa, Estudiantes arma rápidamente el contraataque y el martes también tuvo muchas segundas instancias (13 rebotes ofensivos).

Por último, Matías Ibarra, evolucionó muy bien de su esguince y quizas pueda jugar unos minutos si es necesario su ingreso, pero la idea original es preservarlo para un eventual quinto partido

Mientras tanto, Sergio Hernández inculca a sus dirigidos que la ventaja que tomó en la serie no es determinante y quiere terminar la historia hoy en Mar del Plata. Para ello deberá jugar un partido completo como el martes, donde encontró como respuesta en el ataque estacionado a un inspirado Gaby Díaz, y el terceto en el poste bajo (Osella - Logrippo - Mc Cray) le dio la solidez necesaria en defensa para poder jugar al lo que más les gusta: el contraataque.

Mientras Ruiz Moreno y Federico Marín se repartieron muy bien la tarea de Ginóbili (hoy no lo arriesgaría el técnico preservándolo para un quinto juego), Paolo Quinteros encontró gol desde posiciones diversas, y no dependió sólo del tiro de tres puntos. Aunque es difícil que Estudiantes sea un relojito como el martes, donde todo se potenció a partir de la adversidad, el espíritu de lucha del bicampeón es un valor agregado con que cuenta este equipo que quiere meterse en la final.

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