Los Lakers continúan siendo los claros favoritos para llevarse su serie ante los Rockets, pero para hacerlo deberán demostrar en la cancha que lo que realmente son en los papeles. Houston aplastó a Los Angeles en el Toyota Center por 99 a 87 (llegó a ganar por 29 de diferencia) e inesperadamente niveló la serie a dos juegos por equipo.
Nadie pensaba que los texanos podían llegar a recuperarse luego del mazazo que significó la lesión de Yao Ming, que lo marginó por lo que resto de la postemporada, que ahora es mas de lo imaginado.
Los dirigidos por Rick Adelman por momentos le dieron una clase de básquetbol a los Lakers, con buenos porcentajes de cancha y con una gran defensa sobre Kobe Bryant, quien luego de meter 35 puntos de promedio en los primeros tres encuentros, solo sumó 15 en la tarde de Houston. Esta es la manera de superar a los Lakers, bajándole el goleado a Kobe. Si bien suena difícil, Battier y los Rockets demostraron que pueden. Claro que no será lo mismo en el Staples Center, a donde se trasladará la serie el martes para disputar el quinto punto.
Luis Scola recolectó su segunda doble decena - consecutiva - de la serie tras cerrar su planilla con 11 puntos (4/11 en dobles y 3/6 en libres) y 14 rebotes en 32 minutos de acción. La figura de los Rockets y de la cancha fue Aaron Brooks, autor de 34 puntos, récord personal en su carrera. “Queríamos ser más agresivos como equipo”, contó el base, y lo lograron al menos en este encuentro, dejando a una estrella como Kobe en 7 de 17 de campo y ganando la lucha por los rebotes 43-37 sin Yao.
En el equipo de Phil Jackson, Pau Gasol se hizo fuerte en la pintura para ser el goleador con 30 puntos (11/17), a los que les sumó 9 rebotes en 39 minutos de juego. La visita sufrió y pagó muy caro un arranque por demás flojo, en el que se vieron abajo 26-9 a falta de 3:35 para el cierre del primer cuarto.
Si bien la euforia de Houston está por las nubes en estos momentos, no hay que perder de vista las tremendas dificultades que se le continuarán presentando. Adelman escogió salir desde el comienzo con Chuck Hayes, quien pese a su corta estatura para el puesto (1,98 mt) suele defender a los internos rivales. Sin embargo, una batalla de 48 minutos parece mucho para soportar la carga de Gasol, Bynum, y compañía.
El análisis de esta y otras situaciones quedarán para mañana en la cabeza de los Rockets, por ahora a disfrutar que todavía están con vida.
Foto: Gentileza ESPN.com
Sebastián Ciano
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