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Denver no se rompe ni se dobla

Que nadie crea que por rescatar la fortaleza y solidez de los Nuggets se los está descalificando basquetbolísticamente. Para nada, se cae de maduro que si este equipo llegó donde llegó, e hizo historia (no accedía a una final de conferencia desde 1986) es porque tiene un enorme talento. Talento que está encabezado por una dupla de grandes jugadores, que a su vez se encuentra muy bien rodeada de aquellos componentes que no deben faltar en un plantel que se jacte de candidato.

Hasta el momento, en los primeros dos partidos de las finales del Oeste, los dirigidos por George Karl han demostrado el carácter necesario para jugar en un estadio como el Staples Center y, además, una solidez mental envidiable. Los Lakers saben que no les han ganado hasta que escuchan sonar la chicharra del final. En cada ráfaga en la que lograron sacar 10 o más puntos de diferencia, nunca pudieron pegar la estocada final. Denver siempre remontó la desventaja y mantuvo el juego a 4 o 5 puntos hasta el final; Incluso desperdició 7 tantos a favor en el último cuarto del juego 1. Ésta quizás sea la mayor virtud del equipo. Por su puesto que no son las únicas.

Carmelo Anthony está jugando como nunca. Porque no solo se trata de ser el estandarte ofensivo de su equipo, sino también el haberse puesto sobre sus hombros en los playoff el destino de Denver. Desde el inicio de la postemporada, “Melo” ha elevado su nivel hasta lo más alto, dejando en claro que quiere consolidarse como una megaestrella en la NBA.

Sus números subieron con el arribo de la postemporada: Mientras que en la fase regular promedió 22.8 puntos por encuentro, Anthony ahora es el goleador de Denver con una media de 28.6. Si tomamos individualmente cada serie que jugó hasta el momento, nos damos cuenta que fue el factor decisivo de los Nuggets en cada una de ellas: En primera ronda - ante New Orleans - tuvo un promedio de 24 puntos por encuentro. Ya en segunda, frente a los Mavericks, su media fue de 30 tantos por noche, mientras que en los últimos dos encuentros frente a los Lakers subió a 36.5 ppp.

Chauncey Billups fue noticia en Denver desde que se calzó por primera vez la camiseta de los Nuggets, allá por el mes de Noviembre. Su talento a esta altura es indiscutible y su capacidad de liderazgo incalculable. Él siempre está cuando su equipo más lo necesita. Ayudó desde un principio a que los Nuggets dejaran de ser un conjunto fuerte para pasar a ser un candidato. Las pruebas están a la vista. Las estadísticas no mienten: El ex Detroit promedia 22.5 puntos (47% de cancha) y 7.1 en estos playoff.

Hasta el momento, Karl no tuvo mucho aporte de su banco de suplentes, esto se debe en su gran mayoría a que JR Smith puede estar disminuido por una lesión. El escolta es fundamental desde el banco con su capacidad anotadora, aunque hasta el momento no logró imponerse: Está tomando menos tiros (6.5 tpp, ante los 11 tpp de la fase regular), la pelota pasa menos por sus manos y esto no le permite gravitar en el juego con lo que mejor sabe hacer: Puntos.

Chris Andersen en pura labor y su rendimiento ha sido satisfactoria hasta aquí, mientras que Kleiza despertó en el segundo punto (16 pts) y Anthony Carter está para darle respiro a Billups y minutos de la mejor calidad posible a su entrenador.

Esta noche (ESPN desde las 21.30) los anfitriones serán los Nuggets, que esperan a unos Lakers que están obligados a sacar al menos un partido del Pepsi Center. Claro que no les resultará fácil, porque para asegurarse que Denver está muerto hay que matarlo dos veces.

Sebastián Ciano
www.pickandroll.com.ar

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