Dicen que la unión hace la fuerza, quizás esta frase sea más feliz que la del título. Lo cierto es que los Nuggets, con una fortaleza de equipo bien sólida logró que la opaca noche de su máximo goleador pasara desapercibida.
Entre la mala puntería (3/16) y un problema en uno de sus tobillos, Carmelo Anthony no logró ser tan influyente como lo venía siendo desde el arranque de la postemporada, sin embargo esto no fue motivo para que Denver se cayera. Los Nuggets hicieron un gran trabajo defensivo y se llevaron el cuarto punto por un contundente 120 a 101 que niveló la serie a dos victorias por equipo.
Todos tiraron para el mismo lado, el esfuerzo mancomunado dio buenos resultados una vez más para los Nuggets: Dejaron en un 41,5 % de cancha a los Lakers. La clave del partido pasó por su unidad, el atacar siempre el aro y, sobre todo, por la lucha de los rebotes que ganaron 58 a 40, con 20 en ofensiva. Los números resaltan aún más teniendo en cuenta que L.A posee uno de los juegos interiores más reconocidos en toda la liga, con Pau Gasol (2,13), Andrew Bynum (2,13) y Lamar Odom (2,08) como máximos exponentes.
Chauncey Billups y J.R Smith encabezaron a 7 Nuggets que terminaron en doble dígito con 24 puntos cada uno. La aparición del escolta desde el banco era lo que venía necesitando el equipo de George Karl, que siempre contó con su explosión ofensiva a lo largo de la temporada. Tanto él como Chris Andersen fueron claves durante todo el encuentro, pero sobre todo en el segundo cuarto, cuando mantuvieron al equipo.
Durante el primer tiempo Denver fue superior en el juego, aunque no pudo sacar grandes diferencias en el marcador. Detuvo la ofensiva de Bryant en los primeros 10 minutos y medio, lapso en el que el escolta angelino no había podido convertir un gol de campo. Sin embargo, Kobe cerró el período con 6 puntos consecutivos para que los Lakers se fueran al primer descanso a solo 3 de Denver (19-22).
El local sacó mucha ventaja en los tableros (31-19), sobre todo al haber tomado 11 en el aro rival. Desde este aspecto tuvieron las riendas del juego. En el segundo cuarto, de la mano de los suplentes los Nuggets comenzaron a despegarse: Andersen se impuso en la pintura y Smith guió a su equipo en ofensiva para que, mediante un parcial de 15-4, Denver tomara la ventaja máxima de 13 puntos (35-22) a falta de 8 minutos para el cierre de la primera mitad.
Smith (10 pts en el cuarto) rompió fácilmente la primera línea defensiva y asistió de gran manera tanto a Andersen como a Nene, quienes no encontraban oposición en la llave. Pero Los Angeles volvió a tener un buen cierre del período: Metió una ráfaga de 13-2 y se puso a solo 4 (42-46). Finalmente, el primer tiempo se fue 52-45 a favor de los locales, seguramente preocupados por la lesión de Anthony.
El brasileño fue uno de los dos Nuggets que cerraron su planilla con un doble doble en puntos y rebotes, con un total de 14 y 13. Kenyon Martin jugó su mejor partido
de la serie, y lo siguió con 13 y 15 tableros, al tiempo que el “Pájaro” Andersen anotó 6 tantos pero terminó con 14 rebotes.
En el tercer período Denver no abandonó lo que había logrado en los dos primeros. Continuó marcando celosamente a Kobe, que solo había ejecutados tres lanzamientos (2 pts) en 9 minuto de acción. Claro que Bryant no se quedaría callado: Sin entrar el juego de fricción propuesto por la visita, el escolta angelino se las arregló para terminar como goleador de los Lakers con 34 puntos (10/26), a los que les sumó 7 rebotes y 5 asisitencias. En el último cuarto sumó 13 tantos.
Martin lideró la lucha con 7 rebotes, al tiempo que Dahntay Jones logró frenar a Kobe. Denver pudo sacar una máxima de 14 (77-63) a falta de 1:06 para el cierre del cuarto mediante un triple de Smith, que finalizó con 4/9 de larga distancia.
El último cuarto fue un festival ofensivo: Terminó 43-35 para Denver. Cuando parecía que los de Phil Jackson finalmente se meterían en juego, con 4 puntos seguidos sin respuesta en el inicio, Billups apareció con 5 tantos al hilo – de los 11 que anotó en el período - para apalear los ánimos visitantes y encabezar un parcia de 8-1 con el que Denver sacó una ventaja de 85-71.
Kobe estaba “seco”, pero apareció con 7 puntos consecutivos que hicieron ilusionar a todo Los Angeles, sin embargo ese sería el último aliento de los Lakers , quienes nunca más lograron preocupar a su rival, que llegó a sacar una máxima de 21 (120-99).
En Los Angeles no alcanzaron los 21 puntos y 10 rebotes de Pau Gasol, a quien le cuesta mucho ante la ardua defensa de Nené, Martin y Andersen. Bynum fue autor de 13 tatos, al tiempo que Jordan Farmar, desde el banco, metió 10.
Esta vez el equipo fue superior al talento de una sola estrella para Denver, que mañana buscará otro batacazo en el Staples Center angelino. Allí necesitarán muchos más de “Melo”, aunque puede quedarse tranquilo porque no estará solo.
Foto: Gentileza ESPN.com
Sebastián Ciano
www.pickandroll.com.ar
DEJA UN COMENTARIO