Parecen muy lejanos los tiempos en los que los Orlando Magic fueron una de las mejores franquicia del Este, la última vez que llegaron a la final fue en la temporada 94/95, cuando los jóvenes Shaquille O’Neal y Penny Hardaway sucumbían ante la maestría de Hakeem Olajuwon y sus Houston Rockets. Pero nuevamente están cerca de aquella sensación, precisamente a solo una victoria de regresar a la máxima cita de la NBA.
Los Magic derrotaron en casa a los Cavaliers por 116 a 114 en tiempo suplementarios y pasaron a ganar la final del Este 3 a 1, por lo que ahora tendrán 3 oportunidades más para eliminar a Cleveland.
Los de Stan Van Gundy son noticia por estas horas, no solo porque le están torciendo el brazo nada menos que al número uno de la conferencia, sino porque en él se encuentra nada menos que LeBron James, MVP de la temporada regular y máximo exponente de la mejor liga del mundo.
Fue un partido de rachas: Cuando alguno de los dos lograba escaparse por 7 u 8 puntos, el otro contestaba con una ráfaga y sacaba la misma diferencia. Reinó la paridad, Cleveland con un juego más en equipo que los partidos anteriores, y orlando a pura bomba: Terminó con 17 de 38 en triples (44,7%), récord de franquicia en playoff, justamente ante el equipo que menos conversiones a larga distancia permitió en toda la temporada (33,3%).
Pesa a que James cerró su planilla con 44 puntos, 12 rebotes, 7 asisitencias y 8 pérdidas, se notó que Cleveland apostó más a un juego de conjunto y no solo a la inspiración de su máxima estrella. Esta vez LeBron contó la ayuda de sus laderos, Mo Williams y Delonte West, sobre todo en la primera mitad.
Comenzó mejor el local porque buscó y encontró a Dwight Howard en la pintura. Cleveland no podía contener al pivot de los Magic y éste encabezó a su equipo con 11 puntos para que tome una ventaja de 19-12. Con su juego de pick and roll, sobre todo entre “superman” y Hedo Turkoglu, los de Stan Van Gundy encontraron los espacios para efectuar ofensivas prolijas y efectivas.
Pero hasta allí llegaría la racha de Orlando. Cleveland comenzó a hacer alarde de ser la mejor defensa de la fase regular y dejó a su rival en 19 durante varios minutos, metió un parcial de 11-0 y pasó al frente por primera vez 23-19 a falta de 2:07. Los Cavs no dependía de LeBron, quien se mostró más solidario y, por supuesto, sus compañeros le brindaron apoyo.
Williams terminaría el primer tiempo con 12 de sus 18 puntos y Delonte West con 9 (17 en total), ambos fueron las principales ayudas de James, quien sumaba una planilla muy completa (17, 4 reb y 4 asist).
En el segundo cuarto aparecieron los triples de Orlando. Sin Howard en cancha, los Magic comenzaron a probar suerte desde afuera y lograron volver a escaparse, sacando una máxima de 8 (43-53) con 4:49 para el cierre de la primera mitad.
Pero nuevamente llegaría la respuesta de Cleveland. West comenzó a hacerse más influyente, metió un doble y falta, luego robó otro balón y encabezó la remontada de la visita, que con un parcial de 15-1 volvió a tomar la delantera 50-44. En total, la visita cerró la primera mitad 23-7 y se fue al entretiempo arriba 58-50.
En la segunda mitad los Magic hundieron 11 triples. Comenzó el tercer cuarto con un parcial de 7-0, todos de su base Rafer Alston, quien anotó 15 de sus 26 puntos en dicho período. De esta manera el local quedaba a uno (57-58). Sin embargo, como si hubiese estado premeditado, Cleveland volvería a sacar 7 de diferencia mediante una ráfaga de 12-3. Mikael Pietrus, gran figura con 17 puntos y 5/11 en triples, hizo un muy buena defensa sobre James, y lo dejó en 7 tantos. Surgieron West y Williams, con 4 y 6 puntos, respectivamente, y los de Brown entraron al último cuarto del tiempo regular ganando 79-78.
Howard fue absorbido en la segunda mitad por Ilgauskas y Varejao: Metió solo 4 puntos. Quien apareció fue Lewis, autor de 13 puntos (17 en total), quien no lo había hecho en todo el encuentro.
LeBron hizo 20 tantos entre el último cuarto y el suplementario. A falta de 1:05 le dio la ventaja a los Cavs 98-97 al meter solo uno de dos tiros libres. Al otro lado, con 4 segundos por jugarse, Los Magic encontraron a Lewis sobre el costado izquierdo y éste, con una media vuelta, clavó un triple que apreció sentenciar la victoria (100-98). Sin embargo, los árbitros inventaron una falta de Pietrus sobre James, quien pareció trastabillarse solo: Dos libres y prórroga.
Ya en el tiempo extra Orlando volvió a las fuentes: Como en el primer cuarto le dio todas bolas a Howard, quien respondió con 10 puntos en cinco minutos. LeBron perdió 3 pelotas seguidas y los Magic se escaparon 111 a 105. Si bien los Cavaliers lucharon hasta último momento (estuvieron 114 a 115 a falta de 4 segundos), a Orlando no le tembló la mano a la hora de ir a la línea. Esta vez, el último triple de James no entró, lo que desató la fiesta en el reino mágico.
Después de 14 años las finales están a la vuelta de la esquina para los Magic. Mañana tendrán la primera gran chance de llegar, cuando vuelvan a verse las caras con los Cavaliers en el quinto juego. El Rey está en jaque.
Foto: Gentileza ESPN.com
Sebastián Ciano
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