El nuevo formato que adoptan las finales (2-3-2) es algo que ayuda a aquellos que no gozan de la ventaja de cancha, como en esta caso los Orlando Magic. Tras ser anulados literalmente en el primer partido, y luego haber estado a centímetros de la victoria en el segundo (el tiro de Lee entra si volvieran a repetir la jugada), los dirigidos por Stan Van Gundy tuvieron una actuación sin fisuras en el aspecto ofensivo el pasado martes para llevarse la primera victoria de la franquicia en finales. De esta manera, con otro triunfo esta noche volverían a estar empatados.
Claro que siempre es más fácil decir que hacer, y en esto se encuentran los Magic. En la victoria por 108 a 104 los dueños de casa tiraron para un 62.5 % de cancha (75 % en el primer tiempo), el porcentaje más alto en la historia de las finales, luego de que en los primeros dos encuentros habían convertido solo el 30 % y el 42 %, respectivamente. Si bien los Magic por primera vez en la serie fueron dominadores del juego, en ningún momento tuvieron tiempo para relajarse, y hasta necesitaron del último robo de balón a Kobe entre Pietrus y Howard para ganar.
La apuesta al tiro de media y larga distancia por parte de Orlando es muy buena siempre y cuando los porcentajes acompañen (que se repitan los del martes será más que complicado), pero el campeón del Este no debería perder de vista el alimentar a Dwight Howard en el poste bajo. El pívot de la selección estadounidense fue uno de los goleadores de su equipo en el tercer juego - junto a Rashard Lewis - con 21 puntos, aunque con solo 6 intentos al aro, de los cuales metió 5 (terminó 11/16 desde la línea).
Howard hizo daño cada vez que le dieron la pelota, y encima Andrew Bynum no logra controlar sus problemas de faltas. El hecho de contraer la defensa Laker es el pan de cada día para los muchachos de Van Gundy en las finales, pero para ese fin es más seguro que el esférico pase por el interno, si bien las penetraciones de Rafer Alston fueron claves.
Los Lakers ganan en cada rubro estadístico: Puntos, rebotes asistencias, porcentaje de cancha y porcentaje de libres; Solo en la puntería de tres puntos los Magic logran imponerse con un 38.1 %, ante el 36.1 que lanza Los Angeles. Esto habla de la integridad del conjunto californiano aún en la derrota, en la que encestaron 40 de 78 tiros (51.3 %).
La clave pasa por Bryant, para bien o para mal. Un día está en el olimpo, y al otro es denominado el villano de la película. El martes, Kobe no pudo desnivelar en el segundo tiempo luego de haber hecho una primera parte espectacular (21 pts): Solo convirtió 3 goles de campo y 10 puntos. Muchos ponen la presión sobre sus hombros por no haber ganado, hasta el momento, un anillo sin Shaquille O’Neal a su lado. El año pasado fue frustrado por Boston, un equipo que supuestamente era mejor que este de los Magic. Ahora que son los claros favoritos, todos le remarcarán el hecho si no alcanza el objetivo.
A Phil Jackson no le gusta el individualismo de su estrella, aunque éste lo lleve a la victoria. En más de una ocasión, el 9 veces campeón de la NBA declaró públicamente que la dependencia de Bryant no es el camino que busca para sus Lakers, sobre todo por el conocido poderío que éstos poseen en su plantel y lo bien que el escolta juega cuando decide pasar el balón y encontrar la mejor opción en ataque (preguntar en Denver).
Sin embargo, esta noche Kobe volverá a ser el punto principal en cada ataque, como siempre, y él será quien tenga la última decisión cuando la pelota “queme”. Orlando sabe que así se darán las cosas, y tendrá que luchar contra eso.
Foto: Gentileza ESPN.com
Sebastián Ciano
www.pickandroll.com.ar
JSN 11/06/2009
31 ptos son pocos? si bien no la metió como siempre , es el único que la tira cuando las papas queman, entonces es mas facil marcarlo porque es el que la tira. Esta final la ganan los lakers. Aguante kobe!!!!
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