La final de la Liga ACB arrancó con todo y el primer partido fue emocionante. Barcelona sacó adelante un encuentro difícil y áspero y se robó la ventaja de localía. En el estadio Fernando Buesa Arena, los catalanes triunfaron por 82-80 y le provocaron a TAU Cerámica la primera derrota de la temporada ante su público.
Los baskonistas tuvieron un verdugo. El hombre que aniquiló las esperanzas y el invicto de los dirigidos por Dusko Ivanovic se llama Gianluca Basile. El italiano, con un triple desde ocho metros, a falta de dos segundos, le otorgó el éxito al Barça que se adelantó por 1-0 en la serie por el título.
Lo de Basile fue increíble. Venía sin puntos y había fallado su único lanzamiento de tres, pero en el momento clave no le tembló la mano.
El Barcelona perdía por 80-79. Andersen se la jugó con un tiro de tres, la pelota no entró y el rebote largo, ganado por Ilyasova, mandó el balón a las manos de Basile que, ni bien recibió, lanzó y no permitió que Rakocevic y Prigioni llegaran a marcar. La naranja voló limpia por el aire e ingresó para que los visitantes cantaran victoria en un choque dramático.
El juego para los representantes de la legión argentina no fue bueno. Pablo Prigioni, titular, no tuvo un buen partido con apenas 2 unidades (0/3 en dobles, 0/3 en triples y 2/2 en libres), 2 rebotes ofensivos, 2 asistencias, 1 recupero y 3 pérdidas en 27 minutos para una valoración de -3; mientras que Víctor Baldo no vio acción.
El Barça se apoyó en los 21 puntos de David Andersen y en el prolijo partido de Juan Carlos Navarro (11 y 8 pases gol). Otra de las claves fue que la visita lanzó para un 69% en dobles (22/32). El TAU ahora tiene toda la presión y deberá salir a flote el próximo sábado, nuevamente en el Buesa Arena.
Foto: Gentileza www.acb.com
Juan Manuel Rodríguez
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