Muchos lo consideran el mejor jugador del mundo, y otros el segundo mejor, aunque ya nadie se atrevería a discutir el liderazgo de Kobe Bryant al frente de los Lakers. Cuesta encontrar un partido ganado por Los Angeles en el que él no haya sido determinante o protagonista.
Ese temperamento y coraje que toda estrella trae consigo, a veces lo lleva en dirección a un individualismo que en ciertas circunstancias es contraproducente para su propio equipo, como por ejemplo en el último cuarto del tercer partido de las finales, en lo que fue hasta el momento la única victoria de los Magic.
Luego de aquel encuentro, en el que fue el estandarte de los Lakes durante el primer tiempo (21 pts) pero terminó con 3/10 de campo (10 pts) en el segundo y se vio absorbido por la defensa de Mikael Pietrus, se puso en duda - nuevamente - su capacidad para llevar a un equipo al campeonato por sí solo. El triunfo fue 108-104 para Orlando, que ponía la serie 1-2 con dos partidos en casa por delante.
El jueves Kobe volvió a tener una noche complicada. Se lo vio incómodo, fastidioso, protestando supuestas faltas que los árbitros no veían. Sin embargo, de su planilla se desprenden números decisivos: En 49 minutos Bryant terminó con 32 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias. Aunque él mismo sabía que no estaba en su mejor noche (tiró 11 de 31 de cancha) continuó asumiendo las responsabilidades. ¿Cuál fue la diferencia entonces? El resultado final. A pesar de haber tenido menor porcentaje de cancha (en el tercer encuentro lanzó 11/25) y de luchar más el partido que jugarlo, fue considerado la figura para la transmisión de tv.
Kobe Bryant nuevamente es el líder de los Lakers en estas finales. A través de los 4 encuentros disputados marcó una media de 33 puntos (42 % de cancha), 5.5 rebotes, 8 asistencias y 1.25 tapas. Números de un jugador que, sin duda alguna, está preparado para encabezar un equipo campeón.
Los Lakers están cada vez más cerca de un nuevo título en su riquísima historia, el número 15 en 30 finales disputadas. De conseguirlo, es más que probable de que Kobe sea nombrado el MVP de las finales, algo que nunca consiguió ya que en las tres finales que ganó (2000, 2001 y 2002) fue O’Neal quien se llevó el galardón.
Digan lo que digan, Bryant pisará el Amway Arena con solo una idea en su cabeza: Llevar a Los Angles a un nuevo campeonato, el cuarto de su cosecha personal.
Foto: Gentileza Diario “Los Angeles Times”.
Sebastián Ciano
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