Hablar en primera persona equivale a desnudar sus pensamientos pero es inevitable no hacerlo cuando une recibe estímulos, sensaciones en forma permanente. Por eso la nota es primera persona. Aún cuando los años en que ando dando vueltas en la Liga no suman más de ocho, el país se encarga de envejecerte rápidamente. Y como sucedió en Olavarría la gente se encarga de rejuvenecerte de golpe.
Quien puede decir que hoy con la crisis terminal de nuestro estado, que un club pueda llevar mil personas de visitante para ver un partido de básquetbol. Y si el número final no fue ese es porque los dirigentes de Estudiantes se encargaron de que no puedan llegar a serlo. Parece increíble pero es cierto: Quilmes en ocasión del quinto partido semifinal hubiese vendido mil entradas si se las hubiesen dado.
Es conmovedor sentir que la gente se identifica con un club y a través del básquetbol encuentra su vehículo canalizador de pasiones. Y a pesar de todo concurren a la cancha. En la presente temporada de las 328.421 entradas totales 76.118 fueron en Mar del Plata, es decir el 23.1% del Total.
Los argumentos seguramente tienen que ver con la buena campaña de Quilmes, es cierto, pero Peñarol, con todos los problemas a cuesta fue el cuarto equipo en la Liga por recaudación con 23.200 espectadores a un promedio de 1008.7 por partido. Y por segundo año consecutivo los dos equipos de la ciudad superan la media de 1000 espectadores por partido.
Quilmes por su parte, terminó en el primer lugar (falta computarse las finales entre Atenas y Estudiantes) con 52.918 a un promedio de 1959.9 por juego. Y lideró este rubro en la primera fase, en la segunda y en los play offs. De punta a punta la campaña del cervecero fue una manifestación popular.
Estudiantes de Olavarría, cumpliendo su tercera temporada de éxito, arrastra buena cantidad de gente en una ciudad que tiene algo más de 100 mil habitantes. Se ubica segundo con 42.700 espectadores a un promedio de 1581. Detrás, como siempre, los cordobeses con su Atenas responden con la convocatoria atendiendo que en Córdoba, Atenas es televisado en directo todos los partidos del año. Igualmente están terceros con 36.370 a un promedio de 1398.8 por juego.
Duele saber que por más contento que uno esté, la distancia con lo que debería ser es todavía astronómica. En España la media de público en todos los estadios de liga supera las 5000 personas por partido. Pero si es de destacar que en crisis la Liga sigue siendo un buen negocio, acompañado por la alegría de la gente que le da el color necesario para ocultar, por dos horas, tras este deporte la oscura realidad.
Vi un chico llorar porque su equipo había perdido, contenido por su padre. Vi una joven mujer abrazar a su hija, porque su equipo ganó, y las dos lloraban, vi banderas y sombrillas, vi caras pintadas simulando las banderas del corazón. Vi gente cantando hasta quedar afónicos. Deseo ver que esto dure para siempre.
Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar
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