Mitos y verdades

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
• 25/08/2009
• (9 comentarios )

El premundial no debería suponer un dolor de cabeza. Pero “no debería” no significa nada. Sólo que en este continente, Argentina no se baja del podio desde hace 12 años. Aunque no siempre logró el objetivo ya que en San Juan (Puerto Rico) en 1999 fue tercero y no clasificó a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. El correlato es San Juan ´99 (3ero), Neuquén 2001 (1ro), San Juan 2003 (2do), Santo Domingo 2005 (2do) y Las Vegas 2007 (2do).

Debemos remontarnos al Premundial de Montevideo del año 1997 para recordar una actuación donde Argentina no estuvo entre las tres primeras (4ta). Incluso las dos competencias continentales anteriores la selección nacional también se subió al podio (en Tucumán 1995 fue 2da y en San Juan 1993 fue 3ra).

Vale decir que en los últimos 16 años Argentina al menos fue cuarta en América entre premundiales y preolímpicos. Debería observarse que el hecho antecede a la generación dorada. Finalmente como gran dato debemos recordar que en este torneo no está Estados Unidos. Un abonado al podio, es decir una plaza más para repartir.

En la nueva geografía del básquetbol, el mundial se juega con 24 equipos, por América van cuatro más Estados Unidos que está clasificado, ¿Argentina no va a clasificar?.

Hemos disfrutado durante mucho tiempo llegar a los torneo como “punto”, en buena hora Argentina debe aprender a disfrutar se “banca”. Es la selección número uno del mundo según el ranking FIBA y dicho halago no se lo regaló nadie, se lo ganó en las canchas del mundo.

Es verdad que todos los rivales esperan hoy a la selección con cuchillo y tenedor. O por mejor decirlo, se alimentan del hecho del hecho de enfrentarnos, pero esto no supone sino una nueva motivación para la propia Argentina.

El torneo clasificatorio más traumático de la era de la Generación Dorada ya pasó. Fue en Las Vegas, hace dos años atrás. Estaba el Dream Team como local y al menos 4 equipos se disputaban la única plaza posible para Beijing. Allí fueron Scola, Delfino, Prigioni y demás no sólo obtuvieron la clasificación sino que además fue el equipo que mejor jugó en todo el proceso de Sergio Hernández como técnico de la selección.

En charla con Guillermo Narvarte ayer por Pick and Roll radio, el ex asistente de la selección medalla de bronce en Beijing y plata en Las Vegas, sostuvo que una de las principales virtudes de nuestros jugadores “es el grado de compromiso en el medio del torneo”.

Mientras el lobby del fantástico hotel Hilton desborda de lindas señoritas, casino, ruido, muchas luces, calor en cada noche, los jugadores argentinos día a día mantienen la conducta de dormir temprano, entrenar duro y jugar concentrados. Conducta que a los largo de 12 noches es decisiva para llegar a instancias finales con posibilidades.
Por otra parte estos jugadores de selección, recuerda Narvarte “conviven casi todo el tiempo en hoteles 5 estrellas, rodeados de lujos, y no se ven sorprendidos, ni lo toman como un viaje de egresados”

Finalmente es importante recordar que a la hora de rodar la bola en el medio del campeonato los jugadores argentinos disfrutan mucho del scouting que el cuerpo técnico prepara. Están acostumbrados así, con un plan de juego y un trabajo en consecuencia. Desde que se asentaron en Puerto Rico, tras la Copa Tuto Marchand, los asistentes Gonzalo García y Nicolás Casalánguida ya comenzaron a vivir el partido con Venezuela.

Los equipos caribeños (Venezuela, Dominicana, Puerto Rico) imponen otra dinámica, diferente al juego argentino, pero al fin y al cabo, nuestra selección, por contracción al trabajo, disciplina y talento siempre termina en el podio. No debería esta vez ser distinto y si no hemos aprendido a jugar como “banca” siendo número uno del ranking FIBA y asumir esa presión como buena, es que no hemos aprendido nada.

Pablo Tosal
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