Real Madrid (España) 77 – Efes Pilsen (Turquía) 75
Con más sufrimiento del esperado, el Madrid ha recuperado las constantes vitales en Europa. La triple batalla que afrontaba en la segunda vuelta de la Euroliga sigue saldándose con victorias y lo que empezó a fraguarse con el triunfo ante el Montepaschi está a punto de concretarse. El triunfo de hoy, ante el Efes Pilsen, vale la clasificación, pero los blancos no estarán plenamente satisfechos hasta que consigan su gran objetivo: ser líderes de su grupo para evitar al Regal Barça.
De momento, están en cuartos de final de la Euroliga, el lugar donde el año pasado su andadura tocó a su fin. Lograron con mucho sufrimiento, más del que se esperaba al descanso, pero demostraron que saben ganar en finales apretados. En realidad, este equipo sabe ganar en casi cualquier partido... en el que no esté el Regal Barça enfrente. De ahí la preocupación por evitar a los azulgrana en una ronda eliminatoria y con el factor cancha en contra.
El Efes Pilsen mostró hoy dos caras bien distintas. En la primera mitad, la de ese equipo que sufrió para meterse en el Top 16 con un gran plantel de estrellas; en la segunda, la del conjunto que ha estado a punto de pasar a cuartos en el grupo más duro de la fase. Y esta dualidad hizo soñar al Madrid con un partido tranquilo, el que le mandó a los vestuarios con 15 puntos. Los turcos, jugando como una banda, eran incapaces de frenar a un Madrid discreto en el que sobresalía Garbajosa, con 13 puntos, 7 rebotes y 21 de valoración al descanso. Enfrente, los turcos habían repartido la friolera de una asistencia.
El partido cambió por completo tras la reanudación. El Madrid bajó el nivel de intensidad y el fulgurante arranque del Efes, con seis puntos y poco más de un minuto, le hizo despertar. Tanto que se metió en el partido con todas las de la ley, sin Kasun, el mejor en la primera parte, y con Bojan Popovic, inédito hasta entonces, al mando de las operaciones. El Madrid no encontró su ritmo y cayó en una espiral de pérdidas que impulsó al Efes. La diferencia se había esfumado y tocaba empezar casi de cero en el último cuarto.
Allí, un triple de Jaric dio oxígeno al Madrid (52-59) y Sergio Llull se encargó de alejar fantasmas cuando el Efes aceleraba. Pero el siempre impredecible Ataman se sacó un as de la manga: Dani Santiago. El puertorriqueño, que no había jugado ni un minuto hasta entonces, hizo de ariete ante el juego interior blanco y los turcos se vieron con ganas de pelear, pese a los errores del propio Ataman, que sacó a Santiago cuando mejor estaba.
Se jugaban la clasificación y se rozó la tragedia. El colchón blanco se fue haciendo cada vez más pequeño y Nachbar, a falta de 10 segundos, puso al Efes a dos puntos. De ahí no pasarían, porque los blancos no se pusieron nerviosos y sellaron el triunfo. Buena parte del camino está recorrido, pero queda pelear por el primer puesto.
Pablo Prigioni (Real Madrid) titular: 3 puntos (3/4 libres), 1 rebote, 10 asistencias y 2 faltas en 32:29 minutos.
Perdió, pero sigue con posibilidades
Olympiacos (Grecia) 102 – Baskonia (España) 85
El Caja Laboral se jugará en el último partido el pase a cuartos de final de la Euroliga tras ser arrollado en la pista del Olympiakos, por 102-85, en un partido en el que los de Ivanovic sufrieron la contundencia del juego interior griego y ofrecieron una lastimosa imagen.
El equipo de El Pireo explotó la superioridad de su potente juego interior frente al baskonista, muy mermado por la ausencia de Splitter. La fortaleza de Schortsanitis fue el recurso empleado por los helenos para derribar la resistencia del Caja Laboral. El trabajo del orondo pívot (19 puntos) fue decisivo para romper el partido.
Por fortuna para el Caja Laboral, el Olympiacos bajó el pistón cuando ganaba por veinticinco, 88-63 a falta de ocho minutos, y el equipo vitoriano pudo adecentar el marcador.
La diferencia final va a obligar a tirar de calculadora en la jornada final, cuando el Caja Laboral reciba a la Cibona de Zagreb y el Khimki se mida en Moscú a un Olympiacos que no se va a jugar nada porque tiene asegurado el primer puesto del grupo.
El Baskonia tiene un “basket average” de -18 frente a los -24 de los de Scariolo, y los marcadores y diferencias del último partido van a determinar el pase a cuartos de final.
El partido comenzó con un alocado intercambio de canastas. El Olympiacos se hizo fuerte bajo el aro y ahí encontró su caudal anotador mientras el Caja Laboral la tuvo desde el perímetro. La inspiración de Teletovic (11 puntos con tres triples sin fallo) disparó la renta visitante a un 10-21 en el minuto cinco.
La pareja Kleiza-Schortsanitis monopolizó 18 de los 22 puntos del Olympiacos en el primer cuarto, mientras la batería exterior del Caja Laboral, Teletovic, English y San Emeterio, hizo lo propio al anotar 27 de los 29 puntos, con media docena de triples, 22-29.
Las defensas se endurecieron en el segundo acto y los de Ivanovic sufrieron dos cortocircuitos anotadores severos que permitieron a los griegos meterse en el partido y tomar el control del marcador.
Teodosic y Papaloukas marcaron el ritmo y surtieron de balones a Schortsanitis que, con 13 puntos, se adueñó de las zonas y fue el martillo que destrozó la pintura baskonista y cargó con tres faltas a Barac al descanso, 49-45.
En la reanudación, el Caja Laboral fue un muñeco en manos de los griegos. Un parcial de 15-0 en tres minutos dejó la brecha en 68-50 (m.25) y el Olympiacos llevó el partido al ritmo que más le interesó para desesperación de un Caja Laboral impotente.
Hubo un amago de reacción al acercarse a once puntos, 72-61 en el minuto 28, pero un nuevo golpe de los griegos dejó las cosas claras al inicio del último cuarto, 80-61, y sentenció el duelo
Walter Herrmann (Baskonia) suplente: 7 puntos (3/3 en libres, 2/5 en dobles y 0/1 triples), 2 rebotes, 1 pérdida y 1 falta en 11:25 minutos
Foto: Gentileza elpais.com
Fuente: Marca.com y EFE.com
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