Casi todas las historias tienen una cara y una contracara. Muchas veces de un lado se encuentra la felicidad y del otro la tristeza, la frustración. Anoche, el draft NBA dio una muestra más y dos argentinos se vieron involucrados.
De un lado quedó Luis Alberto Scola. El pibe porteño tenía una gran ilusión cuando anoche comenzó la ceremonia en el Madison de Nueva York. Y no sólo él. Todo el ambiente del básquet argentino tenía muchas esperanzas de que se convirtiera en el primer argentino seleccionado en la ronda inicial de este sistema que los equipos utilizan para reforzarse con jugadores de hasta 22 años. La expectativa era la mayor desde que los nuestros son tenidos en cuenta.
Ocurre que su alto nivel en Tau Cerámica, su madurez, el interés que muchos equipos y las predicciones de los medios especializados habían demostrado en él eran motivos suficientes. Sin embargo, el ala pivote recibió la mayor decepción de su corta carrera. Las elecciones pasaron y nadie lo tomó. Recién en segunda ronda, en el puesto
56ø, a dos de terminar el draft, San Antonio Spurs se lo aseguró.
Y, al final de una lotería que duró cuatro horas, del otro lado quedó Federico Kammerichs, el alero correntino que un día antes le había dicho que no tenía ninguna ilusión de ser seleccionado. “Algo sentí de Dallas, San Antonio y Phoenix, pero lo veo muy lejano”, comentó. Un verdadero tapado. Sin embargo, el Yacaré terminó siendo el protagonista.
Portland, en un draft repleto de sorpresas en la segunda ronda, dio el batacazo cuando escogió a este pibe de 22 años y 2.06m que viene de destacarse en la segunda división española (jugó en Ourense) y ahora fue confirmado para jugar en Primera con el club dueño de su pase, Pamesa Valencia. Kammerichs, quien junto a Scola fue la figura del seleccionado argentino que logró la medalla de bronce en el Mundial Sub 22, cayó con el Nø 51 y quedó a un solo lugar de convertirse en el mejor argentino en la historia. Marcelo Nicola fue 50ø en 1993.
Scola lo vivió anoche en la casa que Mike Cound, el asistente de su agente estadoounidense (George Bass), tiene en Dallas. Y ni bien vio que no sería elegido en primera ronda, se fue a dormir. Cound atendió a Olé y expresó su sentimiento. “Luis estaba muy triste. Todos lo estamos. Es lo peor que le podía haber pasado. Queríamos que saliera en primera o nada. En segunda no nos sirve. Esto significa que su contrato no es garantizado y que no podrá jugar en otro equipos que no sean los Spurs”.
También habló de la razón por la cual Scola no fue elegido antes: “Esto se debe a la altísima cláusula de rescisión del contrato que tiene con su club. Son 2.000.000 de dólares y los equipos sólo pueden pagar 350.000 por reglamento. Seis equipos querían elegirlo y estuvieron llamando hasta último momento, pero ninguno quiso arriesgarse. No creen que Luis pagaría alguna vez de su bolsillo esa diferencia”.
Kammerichs, en tanto, ni siquiera estaba en su casa a la hora de su elección. Ni siquiera siguió el draft por Internet. Había salido con amigos a comer un asado a un club de su Goya natal. No se lo esperaba y, a diferencia de Scola, ahora debe estar muy feliz.
Julián Mozo
Diario Olé
Extranjeros. Fue, como se esperaba, un draft con mucha presencia importada: 16 extranjeros rompieron el récords de 14, en 2001. En la primera seleccionaron a seis, uno menos que en el 2001: además de Nené, el chino Yao Ming (1ø), el georgiano Nikoloz Tskitishvili (5ø), el esloveno Bostjan Nachbar (15ø), el checo Jiri Welsch (16ø) y el serbio Nenad Krstic (24ø). En la segunda los yugoslavos Milos Vujanic (36ø) y Mladen Sekularac (55ø); entró el español Juan Carlos Navarro (40ø), el holandés Dan Gadzuric (34ø), el australiano David Andersen (37ø), el croata Mario Kasun (41ø), el alemán Peter Fehse (49ø), el lituano Darius Songaila (50ø) y los dos argentinos
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