Parece increíble pero es cierto. Con la plata de la televisión a favor y con el técnico con un año más de contrato, Quilmes sufre para armar el equipo. Los entretelones son los siguientes:
El contrato es en dólares y se le pesificó con la paridad uno a uno. Al técnico legalmente, hoy le corresponde un resarcimiento económico por la devaluación de la moneda nacional. El club le dijo que es imposible que lo realice.
Como Quilmes no instrumentará la aplicación del CER (coeficiente de reajuste de contratos), el “Huevo” tiene que dirigir por lo ofrecido. Pero cuando termine la liga intentará un resarcimiento económico y legalmente es factible que lo obtenga.
La relación entre el técnico y la dirigencia está desgastada desde hace tiempo. Según los propios dirigentes la falta de respeto, los caprichos y el “escrache” permanente marca una situación de no retorno en la relación.
Algunos ejemplos: El técnico pidió el corte de Oscar Arce en diciembre pasado y se enojó al no conseguirlo. Cacho terminó de titular en la pasada temporada. EL corte de Carl Thomas, según la dirigencia, fue pedido por Sánchez, mientras que el técnico afirma que lo cortó la dirigencia por indisciplina. Cuando el “Huevo” realizó un contrato con “Copetel” por la escuelita de básquetbol, lo hizo sin el consentimiento del club. Además, afirman los dirigentes, Oscar Sánchez se levanta y se va de las reuniones sin que puedan entrar en el terreno del dialogo para consensuar las partes. Hace dos días afirmó que la dirigencia esta dormida para las contrataciones de jugadores, a pesar del esfuerzo que desde hace 15 días vienen realizando.
La presente situación fue la “gota que rebalsó el vaso”. “Es indomable” sostuvo Oscar Cano, presidente del club. Mientras que el Secretario Deportivo, Juan Carlos Reusmann dijo: “nos trata como si nosotros fuéramos los empleados de él”.
Oscar Sánchez debe tener el récord sudamericano de permanencia en una institución ya que suma 14 temporadas en Quilmes, pero su relación con todos los dirigentes (Rígano – Duhalde – Cotignola y la presente) siempre fue conflictiva.
Está claro que mientras esta dirigencia este en el club, ésta será la última temporada que el “Huevo” dirija en Quilmes. Y quienes los sucedan seguirán el mismo camino.
Es extraño que siendo unos de los mejores entrenadores de Sudamérica, como es Oscar Sánchez, tenga tantos problemas con los dirigentes y más cuando el club es como su casa.
Mientras, el armado del nuevo plantel espera. Reusmann sostuvo que ellos debían esperar si o si la respuesta del técnico sobre su continuidad, porque no le querían contratar jugadores al entrenador que lo sucediera. “Para nosotros siempre estuvo muy claro, al equipo lo arma el técnico y nadie más”, sostuvo.
Por último, en materia de contrataciones, esta casi cerrada la llegada de Alejandro Reinik, que en la última temporada jugó para Pico FC. En lo económico el trato está cerrado, pero resta una revisión médica exhaustiva tras su lesión en la rodilla. De no mediar problemas, Reinik jugará en Quilmes. A Diego Cavaco le ofrecieron un contraoferta y está cercano el arreglo. Pablo Gil y Matías Ibarra esperan continuar sus carreras en el exterior, pero el club le pondrá fecha a sus respuestas. En la lista de los internos las prioridades son, además de Reinik, Diego Logrippo y Patricio Simoni. Si Daniel Farabello se va la opción es Matías Lescano.
Pablo Tosal
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