Salvo el juego ante Chubut, el resto de los partidos de Entre Ríos en la Zona B tuvieron pinta de exhibición. El equipo liquidó los encuentros en menos de veinte minutos con goles maravillosos y jugadas lujosas.
Después tuvo sus baches y sus picos de nivel, momentos especiales y ráfagas tremendas. A Entre Ríos sólo le generó inconvenientes el elenco sureño, en los otros cotejos si tuvo problemas fue por cuenta propia.
Tras cinco cotejos está claro que el elenco entrerriano tiene un poderío ofensivo muy importante, que todo se le facilita cuando puede sacar el contragolpe y sus creadores, Leo Ruiz Moreno y Daniel Farabello, generan juego, y los tiradores, sobre todo Claudio Farabello y Paolo Quinteros, apuntan bien, y los internos, Tintorelli, Michel, Ruhl, Muguruza o Riolfo, se quedan con todo lo que rebota en el canasto.
Los problemas entrerrianos aparecen desde el fondo. Durante los minutos que el equipo cobra fácil atrás y no puede correr, allí se le complica atacar tranquilo, e incluso en ocasiones abusa del tiro externo de manera natural, por contar con tantos lanzadores.
Pero ocurre que más allá de lo demostrado el miércoles ante Chubut, el local no tuvo otra medida importante. Queda sí, la sensación que sus máximos referentes atraviesan buenos momentos y que el equipo está listo y dispuesto a conseguir lo que salió a buscar desde el primer partido: el título del Argentino.
Ahora bien la parte más linda del torneo y el rival en esta instancia promete ser duro y ambicioso. Santa Fe dejó afuera a Córdoba luego de ganarle el martes por la noches y si bien cayó ante Buenos Aires el jueves por la mañana, con el primer dato basta con tenerle respeto.
Sobre todo porque llega de jugar en una zona fuerte, de enfrentar todas las noches un partido cerrado y exigente, y pasando esa instancia se ganó el crédito y la chapa de equipo fuerte.
NOTICIAS DE SANTA FE
El elenco de Alejandro Cupulutti se armó con menos de una semana de anticipación al torneo, pero según los resultados obtenidos, el equipo encontró la famosa química de la que hablan seguido los entrenadores.
Santa Fe arrancó el certamen con una victoria ante Chaco, después derrotó a Misiones y a Río Negro, el martes dio el batacazo ante Córdoba y ayer se quedó frente a Provincia.
No es un plantel extraordinario, pero según dijo Van Lacke «juega bien en equipo» y tiene definido sus roles.
En ese sentido la lesión (esguince en rodilla derecha) del base titular Diego Ciorciari es un problema grave para Cupulutti que no tiene mucha gente para remplazarlo, y de última utiliza a Van Lacke en esa función. Ciorciari, que anoche se realizaba una resonancia magnética para saber la gravedad de su lesión, posiblemente esté ante Entre Ríos, con los condicionamientos del caso.
Más allá de esos detalles, el elenco santafesino tiene virtudes importantes: puede defender muy fuerte y le gusta salir disparando en contragolpe. Cuenta con dos internos importante de arranque, como Alejandro Burgos y Diego Logrippo, que además de tomar rebotes, reciben la pelota y generan goles.
El perímetro, a parte de Ciorciari, lo completan Javier Bulfoni y Mariano Cerutti. Dos externos de distintas características, pero igual de complicados para defender.
Cerutti va fuerte adentro y sale primero en contragolpe. Bulfoni es un escolta que puede ser alero y maneja muchos recursos para anotar. En el banco, Cupulutti tiene variantes importantes: Federico Van Lacke es el primer recambio de los externos, mientras que en la pintura puede elegir entre el Pollo López y Ezequiel Dentis.
Según los especialistas que lo observaron, el elenco santafesino está muy comprometido con el torneo y con muchas ganas de sacar un resultado importante. El equipo juega como tal y no hay figuras que intenten morder más protagonismo que el que les corresponde.
Julián Stoppello
El Diario (Paraná)
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