“A Gimnasia le voy a estar agradecido por todo lo que medio y nunca podré olvidarme del club, porque gracias a que confiaron en mí hubo equipos que se interesaron, como en este caso el Inca, para contratarme”, comenzó diciendo el “Tuky”.
Pensar que en su infancia el básquet no era su deporte preferido ya que su inclinación pasaba por otros. Luego de varias idas y venidas se decidió. “Me pasó como a la mayoría de los chicos que hacen un montón de deportes para elegir uno. En mi caso fue el básquet. Jugué vóley, fútbol y karate; después empecé con el básquet. Arranqué y dejé como siete veces. Iba una semana y después abandonaba pero siempre en Alumni de Casilda. Hasta que un día cuando tenía 15 años, me entusiasmé y ahora estoy acá a horas de irme a jugar al básquet español”, comenta con una sonrisa el escolta.
Luego de pasar por Alumni, Estudiantes de Formosa y Atlético Rafaela entre otros llegó a Gimnasia. Aterrizó en La Plata como un jugador más y con su humildad más el esfuerzo por el trabajo se ganó el corazón de la hinchada mens sana. Con la azul y blanca permaneció tres temporadas y en todas consiguió cosas importantes.
En su primer año jugó la final del TNA junto a su compinche Alejandro Muñoz y Roberto López, este último gran compañero y amigo en su vida. Tuvo su revancha en la segunda temporada cuando Gimnasia logró el ascenso a la Liga Nacional tras trece temporadas de ausencia. La Liga pasada estuvo plagada de buenos resultados ya que su equipo finalizó sexto. En ella misma fue nombrado como el jugador revelación y se dio el gusto de participar en el Juego de las Estrellas. “En el primer año llegamos a la final del TNA y perdimos, que fue una de las cosas que más me marcó; al otro año, pudimos conseguir el ascenso con otro plantel excelente; y éste último tener un año bárbaro en la Liga Nacional dando la sorpresa y con un nivel espectacular como equipo”.
El “Tuky” está contento con su nuevo desafío, pero a la vez se siente triste por dejar una ciudad que se brindó por completo hacia él. “Por un lado, irse es una sensación fea porque yo estaba radicado acá y en el club estaba bien con los compañeros. Pero, por el otro, estoy contento porque se me abren puertas, donde si me va bien, tendré chances para cosas más importantes”.
A Bulfoni lo tomó por sorpresa la eliminación en cuartos de final ya que no se la esperaba. Esa misma noche, en el regreso a La Plata, el jugador comenzaba a soñar su participación en Europa. “Me gustaría ir a probarme al exterior. Sé que me puede ir muy bien”, decía Bulfoni en la tranquilidad del colectivo.
Finalmente el sueño se hizo realidad después de tanto trabajo que costó conseguir el pasaporte comunitario. Ayer mientras realizaba unos tiros al aro, junto a Nicolás Gianella, recibió el llamado de su padre que le avisó que el pasaporte comunitario lo tendrá en menos de 20 días. Con esto, se pondrá a las órdenes del técnico para comenzar con la pretemporada y ahora el domingo viajará hacia su nuevo destino. En el Drac Inca será compañero de Leonardo Gutiérrez. “Estoy seguro y confío en que todas las cosas me van a salir muy bien. Voy decidido a aportar todo lo que sé para bien del equipo y seguro que triunfaremos”.
Al escolta de 25 años le quedó una espina clavada. “Me hubiera gustado salir campeón. Pero estoy tranquilo porque dejé lo máximo. Por eso estoy conforme. Hubiese sido lindo por la gente salir campeón, pero a veces no se puede”. Quizás lo logre en su nuevo destino. De todas formas se retiró de Gimnasia como un verdadero campeón, al que prometió algún día regresar.
Los números de Javier Bulfoni en la última temporada
En Liga Nacional: 17.9 puntos de promedio (934 en total) en 52 partidos jugados. 57.7% en dobles, 86.9% en simples y 39% en triples.
En Superliga: 18 puntos de promedio (90 en total) en 5 partidos jugados. 61.3% en dobles, 100% en simples y 38.4% en triples.
Juan Manuel Rodríguez
ruchimar@speedy.com.ar
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