Ambos llegaban al choque de anoche con la necesidad de ganar. Boston porque no está atravesando un buen momento, llegó al AT&T tras perder 7 de 12, cedió la punta del Este a manos de los Bulls y necesitan demostrarse a sí mismo que están enteros para los playoff. San Antonio quería cortar su racha de derrotas más alarga de la temporada (4) en la vuelta de su tridente, al tiempo que no quieren sentir más de cerca a los Lakers.
Con una gran actuación de equipo, una estupenda defensa en el segundo tiempo y actuaciones individuales sobresalientes, los Celtics dieron el golpe y se llevaron el duelo por 107 a 97 para seguir prendidos en la lucha por el uno de su zona y hundir en un mar de dudas a su víctima.
El encuentro tuvo un comienzo vertiginoso, impropio de un choque entre estos dos titanes. Poca defensa y muchos puntos durante los primeros doce minutos de acción. San Antonio fue comandado por Tony Parker, quien tuvo espacios en el contraataque y se “divirtió” penetrando. El francés - temrinó con 23 pts, 8 asist y 4 reb - lideraba a su equipo con 12 puntos. Duncan (6 y 7 rebotes), en su vuelta tras cuatro partidos, se mostraba muy rápido.
El local corría cada vez que podía y cargaba muy bien al rebote ofensivo, de los cuales tomó 8 durante la primera mitad. Sin embargo, en defensa no estaba tan firme. Los Celtics nunca se sintieron incómodos. Paul Pierce fue un problema desde el comienzo: Anotó 11 (de sus 21 puntos 11 reb y 7 asist) en el primer cuarto y terminaría con 13, más 8 rebotes y 4 asistencias antes del descanso largo.
En el segundo cuarto, Boston en defensa se pareció más al que todos conocen y de a poco le imprimió su sello al trámite del partido. San Antonio ya no penetraba tan fácil ni encontraba tantos buenos tiros. Logró bajar el goleo (terminó 18-18), y con la aparición de Kevin Garnett (8 puntos y 4 rebotes en el parcial) logró remontar una desventaja de 7 tantos (31-38) y se fue a los vestuarios empatados en 49.
En la segunda parte se jugó a la manera de Boston, de principio a fin. O, mejor dicho, a la manera de Rondo. El armador fue determinante para que Boston no solo lograra pasar al frente, sino también para tomar las riendas del juego a partir del tercer cuarto y nunca más soltarlas.
Sin piedad, los de Doc Rivers aprovecharon dos pérdidas consecutivas de San Antonio para pasar al frente en el marcador (55-54) por primera vez en mucho tiempo. Cuando parecía que comenzaban a tomar distancia apareció Matt Bonner desde el banco con dos bombazos al hilo que le devolvieron la ventaja al local, 65 a 61, luego que Boston sacara una máxima de 5 tantos (61-56).
Esa iba a ser la última vez que los de Gregg Popovich disfrutaran de una ventaja, porque comenzaría el show de Rondo: Metió 6 puntos y le dio una asistencia (finalizaría con 22 y 14) a Pierce para dejar el marcador a su favor 73 a 67. Con 4 tantos consecutivos de Jeff Green, la visita completó un parcial de 12-3 y se fue al último cuarto arriba 77-70. El local abusó del tiro de tres (8/29), no contó más con las penetraciones de Parker ni la solidez en la pintura que habían mostrado durante la primera etapa.
En el cuarto chico fue un festival ofensivo de los Celtics, que tiraron par un 63% de cancha. Con el ataque totalmente desarmado, los Spurs encontraron en el rookie Gary Neal (8 pts) casi el único apoyo para Duncan, quien anotó 10 de sus 20 puntos (13 rebotes).
Ahora la situación está muy caliente en ambas conferencias. Con récord de 52-22 los Celtics se mantiene a dos juegos de los Bulls, con quienes chocarán la semana que viene. San Antonio quedó 57-18 a la espera de lo que ocurra con Lakers y Mavericks, quienes están a tres y tres juegos y medio, respectivamente.
Foto: gentileza ESPN.com
Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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