“Nadie se imaginaba estar en una final”

• Matías Traversa (mtraversa@pickandroll.net)
• 20/05/2011
• (24 comentarios )

La madrugada santiagueña es cálida. En los jardines del hotel, Sebastián González fuma sereno, con la misma chomba verde de mangas cortas con la que hace unas horas dirigió el juego que liquidó la serie ante Quimsa y puso a Atenas en su tercera final consecutiva de Liga Nacional. No está exultante, pero se lo nota feliz. Su celular no para de vibrar: una lluvia de mensaje con felicitaciones le van sacando una sonrisa.

Su perfil medido es imperturbable, pero algunas frases le permiten desacartonarse.“Adentro del vestuario me solté y lo festejé como uno más. Miraba las caras de todos y estábamos con la misma emoción. Les dije que disfrutemos de este presente, porque nos sacrificamos 10 meses y sólo quedan dos equipos en carrera, y somos uno de ellos”, cuenta.

–¿Te imaginabas, en tu primera temporada en Atenas, llegar a la final de la Liga?
–Lo hablábamos recién con “el Lobo” (Gustavo Fernández, su asistente). Nadie se imaginaba estar en una final: con los cambios de jugadores, con entrenador debutante, con pibes muy talentosos que no habían tenido posibilidades y con Bruno (Lábaque) que no venía de una buena temporada. Con “el Lobo” nos salió con total sinceridad: “¿Vos te lo imaginabas?”. “No”, dijo uno. “Yo tampoco”, nos respondimos.

–Siempre destacás la defensa, pero también hicieron un juego impecable en ofensiva para barrer a Quimsa.
–Hubo mucha inteligencia. Por ejemplo, parece que Bruno (Lábaque) perdió protagonismo en “semis”, pero fue porque ellos lo doblaban permanentemente. Y él fue inteligente: se llevaba dos marcas y jugábamos 4 contra 3 mucho tiempo. Es lo que hizo Atenas en la temporada: que la figura sea el equipo.

–Los extranjeros también asumieron su rol y lo vivieron como los demás.
–Greg (Lewis) y James (Williams) tienen un corazón enorme. Han mostrado el mismo compromiso que el resto del grupo. Saben lo que necesita el equipo y siempre van a dar lo mejor.

–Lewis llegó “cortado” por Sionista, en Atenas planeaban que no siguiera tras del Súper 8 y en los playoffs es figura absoluta.
–Apenas llegó, Greg demostró que jugaba como este equipo y que estaba metido en el grupo. Él siempre dice: “A mí me interesa ganar”. Y juegue de titular o suplente, mucho o poco tiempo, él quiere ganar. Me pone muy feliz que brille. Pero también quiero resaltar que, como entrenador, James es uno de los jugadores que más me hizo crecer. Después de arrancar con dos derrotas en Córdoba, antes del tercer partido de Liga, él nos pidió hablar: “Sé la situación: ustedes son debutantes, Atenas es el equipo más ganador de la historia y venimos de perder dos juegos, pero yo estoy a muerte con ustedes”. Ahí te das cuenta la calidad de persona que es.

En primera persona
–Aunque siempre esquivás elogios hacia tu trabajo, ¿qué virtudes tuyas tiene el equipo?
–El respeto, la solidaridad y la confianza grupal con que asumimos todas las situaciones. Entre todos nos convencimos de qué queremos y cómo tenemos que conseguirlo. Y pienso mucho en lo que me decía Fernando, un amigo que está pasando un problema delicado de salud. Durante todo el año, él me insistía: “‘Seba’, se puede, se puede…”. Y ese convencimiento nos trajo hasta aquí. Además, es un equipo que tiene jugadores a los que les gusta defender: sienten la defensa.

–A Peñarol le ganaron la final del Súper 8 y le dieron una paliza en Córdoba. ¿Eso les inspira más confianza?
–Por ahora sólo queremos festejar. Pero sí: llegamos a la final, al Orfeo, y me siento un privilegiado. Peñarol parece ser favorito porque movió poco del plantel campeón del año pasado, pero no veo un candidato marcado, por más que ellos cuenten con la ventaja de localía. Tienen un plantel muy rico, pero nosotros nos ganamos el mismo respeto.

Gabriel Rosenbaun - Mundo D.