El trámite era desfavorable. Los Mavericks sufrían una desventaja máxima de 99 a 84 y el primer punto del último cuarto por parte de Dirk Nowitzki llegaba a falta de 4:44 producto de un lanzamiento libre, ningún gol de campo.
Pero el alemán está hecho de otro material. Cuando más difícil venía la mano más se hizo cargo y sacó a relucir su chapa de líder y estrella de la NBA. Metió 9 puntos en forma consecutiva para devolver a los Mavs al juego. A partir de ese momento, al ala pivot le imprimió a su equipo toda la enjundia para poder mandar el partido a suplementario y allí, con el ánimo por la nubes, los de Rick Carlisle se llevaron el juego 112 a 108 y lograron quedar a solo una victoria de las finlaes al dejar la seie 3-1.
Oklahoma City arrancó con todo el partido, a conciencia de que una nueva derrota en casa sería casi lapidaria. Así fue que en un abrir y cerrar de ojos anotó sus primeros nueve disparos al aro y se adelantó 18-8, con 10 putos de Durant.
Fue un gran comienzo de un cuarto con todas las luces por parte de los de Scott Brooks, que terminaron dicho parcial con ventaja de 31-24, lanzando para un 58% de cancha, una diferencia a favor de 12-4 en rebotes y un total de 8 asistencias colectivas y 4 recuperos.
Sin embargo, en el segundo chico Dallas mostró todo su tesón y no permitió que Oklahoma City se lo lleve por delante. Comenzó a renacer la figura de Nowitzki y así la de todo el equipo, que con mucha lucha logró acercarse. Con un parcial de 12-4 la visita se puso a solo tres (50-53) con un minuto y medio por jugarse. Ibaka ya no encontraba al alemán – metió 17 pts en el cuarto – y se fue al banco con tres faltas. El primer tiempo terminaría 59-54 a favor de los dueños de casa.
Dallas continuó dando muestras de carácter en el tercer cuarto. Si bien siempre corrieron de atrás al Thunder, en ningún momento dejaron verse vencidos ni fuera del partido. Cuando los de Scott Brooks conseguían una mínima luz de ventaja que hacía pensar que tomaban el control de la acciones definitivamente, aparecían los Mavs, como cuando metieron un parcial de 14-5 para quedar a dos (79-77) a falta de 6 segundo para el cierre de tercer cuarto.
Oklahoma City sabía que los Mavs no se rendirían. Los nervios comenzaron a apoderarse de ellos, empezaron a sentir la presión al mismo tiempo que Dallas estaba más suelto. Marion realizó una muy buena tarea defensiva sobre Kevin Durant, a pesar que la estrella del Thunder terminó con 29 puntos y 15 rebotes.
El punto más alto de los dueños de casa estuvo en su dupla internos. Entre Serge Ibaka y Nick Collison dominaron el juego aéreo, rubro que OKC arrasó por 55 a 33. Con ellos como estandarte y la buena defensa sacaron 15 (99-84) a falta de 5 minutos. Pero el castillo era de naipes, y se derrumbó.
Jason Kidd clavó la “daga” a falta de 40 segundos para el final de la prórroga, un triple que quebró el empate y dejó el marcador 108-105. Los Thunder, al igual que en el cuarto período, cerraron mal el suplementario. La historia estaba definida.
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Foto: Gentileza ESPN.com
Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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