Pese a que transcurrió 9 años de su carrera profesional en la NBA no llegamos a poder disfrutarlo. Yao Ming le dijo adiós al básquetbol debido a que su pie izquierdo no podía soportar una temporada más sin pedir descanso. Se terminó la chance de seguir viendo a un muy buen jugador.
Yao revolucionó la NBA siendo el número uno del draft de 2002, pero cuando todos imaginaban que la liga más marketinera y global del universo había dado un paso gigante en su inserción en la cultura asiática, el jugador logró que en él se pudiera ver más que un mero producto: Sabía lo que hacía adentro de la cancha.
Y así fue que de a poco se fue sintiendo cómodo hasta llegar a ser uno de los jugadores más dominantes de la competencia, ayudado lógicamente por su 2,29 de altura, aunque Ming también demostró que lo suyo no se trataba solo de talla, sino que sus fundamentos eran acordes a las exigencias de la NBA. Sabía anotar (terminó con un promedio de un 52% de cancha en 32.5 minutos por partido), tomar rebotes (9.2 rpp) y pasar el balón, condición muy valorable con la que no todos los pivots cuentan.
Lamentablemente el miércoles, desde su China natal, comunicó su alejamiento de la actividad profesional luego de haber podido jugar solo 5 partidos en las últimas dos temporadas. No obstante se dice que continuará ligado al básquetbol; Es propietario de un equipo de la liga de su país (los Shanghai Sharks), también David Stern tendría en mente un puesto para él dentro de la organización. La influencia de Yao como embajador de la NBA es incalculable.
En 486 partidos, todos con la camiseta de los Houston Rockets, YaoMing tuvo un promedio de 19 puntos, 9.2 rebotes, 1.6 asistencias y 1.9 tapas en 32.5 minutos por noche. Su cuenta pendiente será que nunca pudo llevar a los Rockets no solo a una final, sino que solo en una oportunidad (2009) logró superar la primera ronda de los playoff, dejando atrás a Portland. En segunda se toparon ante los Lakers, a quienes casi logran eliminar en un séptimo partido que precisamente el pivot no pudo jugar luego de haberse lesionado durante los últimos minutos del juego tres.
Yao Ming cumplió con todas la expectativas que la NBA tenía depositadas en él fuera del rectángulo de juego, aunque no con la que los Rockets tenían en mente dentro del mismo, sin embargo la gran “Muralla China” será recordada para siempre.
Sebastián Ciano
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seb 22/07/2011
Para la NBA fue un producto marketinero que les salió perfecto. Entraron en un país muy difícil para occidente.Quizás no tuvieron suerte nuestro gigante Gonzales, George Muresan, y algún otro que ahora no se me viene a la mente.
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