Boca Juniors era el gran candidato a quedarse con el título de la séptima versión del torneo internacional de básquetbol Encestando una Sonrisa. Pero, en la final, los xeneizes debieron sufrir hasta el tiempo suplementario para poder superar a Atenas de Córdoba. Los bonaerenses derrotaron a los campeones argentinos por 90-88 (37-48 y 78-78), en un encuentro vibrante y en el que pareció que los griegos se quedarían con
la victoria.
Desde el primer cuarto, el quinteto campeón de Argentina comenzó a controlar el ritmo de juego, cosa que coincidió con el errático ataque xeneize, que sólo llegaba al gol cuando lograba meter la pelota en el poste bajo.
Los cordobeses tuvieron una defensa individual asfixiante, sacando del circuito ofensivo (gracias a David Maldonado) a Matías Ibarra, el armador de Boca. Juan Sartorelli entró en reemplazo del “Lata” tempranamente, y el equipo que adiestra Javier Maretto algo mejoró. Sin embargo, el alza en el rendimiento de los bonaerenses no se veía reflejada en el marcador, ya que Atenas mantenía una ventaja relativamente cómoda.
Claves en el rendimiento de los hombres de Horacio Seguí fueron Diego Logrippo, de gran conversión bajo el tablero rival y que siempre fue problema irresoluble para los internos rivales, además de Fernando Funes y, en menor medida, Bruno Lábaque.
De a poco, el cuadro boquense fue cayendo en el descontrol. En el tercer cuarto, las soluciones basquetbolísticas no llegaban, mientras una seguidilla de desacertados cobros referiles condicionaba la levantada, cosa que Atenas sabía utilizar para mantener controlado el duelo, llegando a estirar la ventaja a quince puntos.
Más encima, antes del minuto cuatro del tercer período, el bien marcado Ibarra debía ver buena parte del resto del encuentro desde el banquillo por estar al límite de la eliminación por faltas.
En el último cuarto, Boca se prodigó más en defensa, logrando bajar el porcentaje de aciertos del Griego, pero sin encontrar respuestas en ataque: pese a conseguir algunos tiros cómodos, incluso bajo el tablero, la pelota no quería entrar. Con ello, la remontada parecía imposible.
Sólo restando cinco minutos Atenas comenzó a verse amenazada. Un par de ataques mal finiquitados y la respuesta de Boca achicaron el margen de ventaja del sólido quinteto cordobés a sólo siete puntos.
La salida por faltas de Logrippo, quedando tres minutos, le dio un nuevo impulso a Boca, que se puso a cuatro puntos y comenzó a soñar con ganar un partido que, durante los 37 minutos anteriores, no tuvo cómo ganar.
A esas alturas, volvió Ibarra a la cancha. Prego, con un triple, dejó a Atenas con la mínima ventaja. Pero la respuesta cordobesa no se hizo esperar, a través de un doble de Funes, pero no fue suficiente para frenar la reacción xeneize.
Restando un minuto y medio, dos tiros libres de Ibarra pusieron en ventaja a Boca por primera vez en todo el partido, mientras el ataque de Atenas era mal comandado por un acelerado Lábaque.
Pero el partido parecía destinado a decidirse desde la línea de libres: el base de Atenas convirtió dos, para dejar las cosas 76-75, mientras Prego hizo lo propio, para poner en ventaja a Boca por 77-76.
En la siguiente posesión, el juvenil Bruno Ingratta perdió una pelota en la línea de fondo ofensiva y entregó la posesión a los porteños con poco más de 20 segundos por jugar. Restando 9,3, Ibarra recibió falta y, con un libre, dio margen de dos puntos a su equipo.
Luego, Lábaque se vio obligado a empatar el partido desde la línea del trapecio con 3,2 segundos restantes.
Igualados a 78, un triple de desesperación desde la mitad de cancha de Ibarra casi entra, pero el tiempo suplementario era un hecho.
En los cinco minutos adicionales, el partido siguió punto y punto, con ambos quintetos alternándose en el liderato. Hasta que, en el minuto final, los árbitros se tragaron el pito, dejando que quien cometiera menos errores sobre el final ganara el partido. Fue así como una bandeja de Sartorelli en la chicharra determinó el campeonato de Boca Juniors que, en los instantes finales, hizo pesar la mayor experiencia de sus hombres sobre el juvenil equipo que presentó el campeón argentino, que no podía creer el increíble final de un encuentro que dominaron ampliamente durante casi todo el trámite.
FICHA TÉCNICA:
ATENAS (88): Bruno Lábaque, 34; Román Medina; Fernando Funes, 10; Diego Logrippo, 23; Diego Brezzo, 16 (Cinco inicial); Bruno Ingratta, 4; Fabricio Vay; David Maldonado, 1; Ezequiel Dentis. DT: Horacio Seguí.
BOCA JUNIORS (90): Matías Ibarra, 13; Gabriel Cocha, 29; Diego Prego, 12; Diego Guaita, 4; Ruperto Herrera, 10 (Cinco inicial); Maximiliano Maciel; Juan Sartorelli, 2; Matías Sandes, 9; Martín Leiva, 3; Alejandro Burgos, 8. DT: Javier Maretto.
JUECES: Cristián Espoz y Patricio Menares.
Parciales por cuarto:
Atenas 22–Boca Juniors 16; 48-37; 69-54, 78-78.
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