El equipo de Jim Calvin cometió un grave error cuando ni siquiera se había lanzado el balón al aire: desafiar a los oceánicos cuando éstos ejecutaban su tradicional danza ´Haka´, un baile ritual del pueblo maorí que, originalmente, es un desafío guerrero.
Calvin y alguno de sus hombres se regodearon de los ´All Blacks´ y el cruce de miradas y actitudes hizo saltar chispas. Para colmo, el cuadro suramericano cobró una cómoda ventaja en el marcador en los primeros minutos (13-5) y eso encorajinó aún más a los neozelandeses.
Nueva Zelanda dio la campanada al derrota a Rusia en el encuentro de apertura, de manera que el choque frente a Venezuela era la gran oportunidad de remachar la clasificación para la segunda fase, un logro que nunca antes habían conseguido.
La reacción oceánica no tardo en llegar y, a cuatro minutos para el final, los hombres de Tab Baldwin ya marchaban por delante en el marcador. Venezuela, en contra de lo que había hecho frente a Argentina, supo mantenerse dentro del partido y alcanzar el descanso con el tanteo igualado.
Sin embargo, a partir de ese momento volvió a venirse abajo a pesar de los veintiséis puntos de Víctor Díaz, el mejor del equipo en Indianápolis, y los veintidós de Oscar Torres, que por fin rayó a su altura.
Venezuela 85 (29+19+13+24): Mijares (5), Torres (22), Díaz (26), Herrera (18), Lugo (10) -cinco inicial-, Machado (1), Quiroz (2), Heredia (-), Morris (-) y Romero (1).
Nueva Zelanda 98 (23+24+25+26): Dickel (10), Penney (20), Jones (20), Cameron (5), Marks (15) -cinco inicial-, Boucher (8), Rampton (2), Henare (9), Book (7), Hickey (-), Winitana (-) y Flavell (2).
Arbitros: Pitsilkas (GRE) y Oget (TUR). Excluyeron por personales a Quiroz y Heredia.
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