Y el privilegio no es para el increíble Pau Gasol y sus rendidores compañeros, la tapa es para la solidaria y asombrosa Selección Argentina. Sorprende y emociona la aparición de Ginóbili, Scola, Oberto y el resto en un lugar reservado para Ronaldo, Zidane, Rivaldo y la constelación de estrellas del fútbol mundial.
Y si el paralelismo mediático entre los dos deportes se da como ejemplo para graficar la repercusión, también demuestra la magnitud del épico triunfo del conjunto de Magnano anoche en Indianápolis.
Es que con simpleza se podra hablar de un triunfo histórico, pero si bien se trata de una
calificación especial, parece convertirse en un facilismo o en un lugar común para definir lo que consiguió el equipo argentino.
La diferencia debe hacerse cuando las equivalencias se trazan con dificultad. Y si bien algun sabelotodo de turno tratará de encontrar una explicación remarcando que esta quinta versión del seleccionado NBA no tiene la categoría de las primeras dos versiones, la realidad señala indeleblemente que se trata de doce jugadores de una liga superprofesional jugando contra profesionales.
Es cierto que ya son varios los europeos que se codean con estos monstruos en el gran torneo norteamericano, tan cierto como que ninguna de esas selecciones con representantes en la NBA pudo derrotar en diez años a un Dream Team. El primero en conseguirlo fue Argentina, con la mejor generación de la historia del país y un conjunto con la solidaridad y la química de equipo que ni por asomo tienen los notables norteamericanos.
Es necesario remarcar que a los campeones del mundo hay que buscarlos en una lista. En este caso, en el recuadro habrá uno solo: el primero en ganarle a la NBA fueron los nuestros. Una estadísitica que los futboleros o “los amigos del campeón” desconocen o bien por su lógica ignorancia del contexto no pueden valorar la magnitud del hecho que el ambiente del básquetbol debe encargarse de puntualizar.
Como dice en unos de los fragmentos una editorial del propio diario español sobre la hazaña argentina: “Estados Unidos podrá reaccionar y destrozar rivales de aquí en más, pero nadie pordrá quitarle el privilegio a los argentinos de ser los primeros en humillar a un seleccionado de la NBA”. O para nosotros mismos o cualquier equipo de FIBA un mundial ganado en otro mundial que ya nadie nos quitará.
Especial para Pick and Roll
* Braulio Gracía Camarena es periodista y Jefe de deportes de LU6 Radio Atlántica de Mar del Plata
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