Parece mentira, pero ya no queda nada para el inicio de la temporada 2011/12 que tanto se hizo desear tras el parate provocado por el lockout. La jornada inaugural está a solo tres días y gran parte de los equipos ya terminaron su “mini” pretemporada de dos partidos, por lo que el grueso de los movimientos dentro de la cancha se van a ajustar en las primeras semanas de competencia oficial.
Justamente, uno de esos equipos son los Houston Rockets, que anoche jugaron su segundo y último partido de preparación ante los Spurs y perdieron por un ajustado 97 a 95. Ahora tendrán la mente puesta en los Orlando Magic, su rival en el debut del próximo lunes.
Para los Rockets se abre una nueva etapa, la era post Yao Ming. Durante 8 años estuvieron inmersos en un proyecto que tenía a la Muralla China como principal estandarte, el eje de todos sus movimientos. Pese a que fue un pivot dominante y que jugaba muy bien al básquetbol con sus 2,29 metros de estatura, con él dentro del rectángulo el equipo texano no tuvo los resultados deseados; Muy pocas veces logró llegar lejos en los playoff, al tiempo que las lesiones fueron un karma en su carrera dentro de la NBA.
Pero ahora el mapa cambió en Houston. Comenzar una temporada sabiendo que Yao ya no está en el plantel obliga (a cualquier equipo) a experimentar ciertas modificaciones si es que no se consigue un reemplazante natural, y como eso es muy difícil, el equipo de Luis Scola va por la primera opción.
Daryl Morey pretendía un cambio de aire para el equipo y fue por eso que luego de un período de cuatro años de Rick Adelman el Manager contrató a Kevin McHale para estar al frente del equipo. En los días previos al comienzo del mercado de agentes libres, Houston estuvo involucrado en la operación que hubiese enviado a Chris Paul a los Lakers - a Scola a los Hornets -, sin embargo llegó el famoso veto de David Stern para anular todo.
Si la transacción llegaba a buen puerto los Rockets habrían obtenido a Paul Gasol para ser el buque insignia, pero a costa de ellos habría desarmado la base del equipo. Ahora que el español se quedó en Los Angeles llegó la hora de encarar la temporada de otra manera.
Ayer en el AT&T Center se vieron a unos Rockets rápidos, ágiles, con varias opciones desde el perímetro y por momentos muy concentrados en defensa ¿Es esta la imagen que pretende McHale para su equipo?
La ex gloria de los Boston Celtics cuenta en su plantel con Kyle Lowry, Goran Dragic y Jonny Flynn como bases, los tres con diferentes características. Asimismo mantuvieron a Kevin Martin (será su principal carta de gol) en la posición del dos como así también a Courtney Lee, un jugador de rol que sabe defender y puede llegar a aportar en ofensiva. También se encuentra Terrence Williams.
Para ocupar el casillero del alero los Rockets poseen a Chase Budinger, el propio Williams y quizás un nombre a tener muy en cuenta: El rookie Marcus Morris, quien ayer jugó un muy buen partido ante San Antonio (20 puntos, 7/14 de cancha, 3 rebotes y 3 asistencias en 22 minutos).
Para el juego interior Scola aparece como la carta principal, el hombre al cual darle la bola en la pintura, con el que se podrá no solo tener gol bajo las tablas sino también darle variantes al ataque partiendo desde su gran capacidad para pasar el balón. Hoy los Rockets firmaron a Samuel Dalembert, un pivot que será de gran ayuda para armar un buen tándem interior. El resto son jugadores con más contracción defensiva: Jordan Hill y Hasheem Thabeet.
Aunque en un momento estuvieron cerca de estar desarmados y a punto de comenzar un proyecto a largo plazo, los Rockets ahora buscan volver a los playoff en una conferencia Oeste que siempre es difícil. McHale tiene en sus manos la responsabilidad de darle forma a un equipo con algunas variantes interesantes que intentarán buscar la química y formar un equipo que dé pelea.
Sebastián Ciano
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